Videojuego de las aventuras de un cerdo triunfa en medio mundo

Tres jóvenes emprendedores chilenos aprovecharon la explosión de los dispositivos móviles de última generación para crear, con pocos recursos, un videojuego que tiene como protagonista a Eddie, un cerdo entrañable, cuyas aventuras han dado la vuelta al mundo.

9 de febrero de 2012

Santiago de Chile - Los hermanos Nicolás y Diego Palacios, de 25 y 21 años respectivamente, no son informáticos, sino dos estudiantes de economía que de su afición de crear videojuegos han constituido, junto al diseñador Andrés Cortés, Epig Games, una empresa que se dedica al desarrollo de estas aplicaciones.

La sede de operaciones de esta compañía, lejos del polo tecnológico de Silicon Valley, se encuentra en una pequeña habitación de la casa que los padres de los hermanos Palacios tienen en Santiago.

Desde ahí, Nicolás se encarga de la programación y Diego idea las historias y etapas que deberá sortear el protagonista, mientras que Andrés se dedica a mejorar el diseño de este videojuego que, según sus creadores, ha recibido altas cotas de aceptación en más de 16 países y, en un año y medio, ha alcanzado el millón y medio de descargas.

El éxito de las aventuras de Eddie se debe a la explosión de los móviles de última generación, los también llamados teléfonos inteligentes, y de las tabletas digitales, que han provocado un cambio de paradigma en el sector de los videojuegos.

La aventura de Epig Games se remonta en 2008, cuando los hermanos Palacios se lanzaron a la piscina: se compraron un Macintosh, se descargaron Game Maker, una aplicación para generar videojuegos para i-Phone, y empezaron un hobby que terminó con la creación, en 2010, de su propia empresa.

"Al principio creamos un juego que calculaba el nivel de hombría de los usuarios, además de una aplicación para magos, que tuvieron un éxito notable", recuerda Nicolás en una entrevista con Efe.

Pero no fue hasta octubre de 2010 cuando los hermanos Palacios empezaron a creerse su proyecto e idearon Epig Adventure, una versión de pago en la que el entrañable y simpático cerdo rosado Eddie debía ir sorteando los distintos obstáculos que se le presentaban.

"Teníamos la idea, pero nos faltaba un diseñador que hiciera atractivo al personaje", rememora Nicolás.

Por eso, colgaron un anuncio en Internet para encontrar un diseñador y, finalmente, Nicolás se entrevistó, en una hamburguesería de Santiago, con el publicista Andrés Cortés, quien dio con la tecla y mejoró la imagen de Eddie.

"Cuando conocimos a Andrés nuestro juego subió de 1 a 100.000", señalan los hermanos Palacios.

Así, para dar a conocer el producto, pusieron en marcha Epig Dash, una versión gratuita del videojuego que, en abril de 2011, consiguió ser número uno de descargas en la tienda de Apple de países como Chile, México, Finlandia, Argentina, Noruega y Suiza, entre otros.

"El secreto de nuestros juegos es que son sencillos y que el usuario puede jugar donde quiera y cuando quiera", enfatiza Nicolás.

Ante el éxito de las aventuras de Eddie, el pasado año Epig Games obtuvo el galardón nacional de Chile en la categoría multimedia, así como un premio dotado en 40.000 dólares que concibe el Gobierno de Chile a empresas de nueva creación.

En mayo, Nicolás, Diego y Andrés llevarán este proyecto hasta la prestigiosa feria de desarrolladores GDC que se celebra en San Francisco (Estados Unidos).

"Esto nos servirá para darnos a conocer al mundo y poder contactar con un inversor que esté interesado para desarrollar el juego", apunta, esperanzado, el joven Nicolás.

EFE