El renacimiento del periodismo de investigación en EEUU desafía la 'era Twitter'

Si Twitter está matando al periodismo de investigación y los diarios locales son una especie en extinción, un joven y talentoso periodista de The New York Times desafía la corriente con la creación de un sitio internet especializado en tratar temas locales en profundidad.

23 de agosto de 2012

El ritmo de información 24 horas los siete días de la semana, los tweets de 140 caracteres y los sitios de internet que compilan noticias producidas por diversas fuentes han convertido a muchos medios estadounidenses en el equivalente periodístico de McDonalds: producir rápido y consumir fácil.

El colaborador del The New York Times, Noah Rosenberg, dice que su sitio internet Narratively ("Narrativamente") que piensa lanzar el mes próximo será más bien un estofado cocinado a fuego lento.

"Ha habido una reacción contra la burbuja 24/7, la caja de resonancia. Realmente estamos desacelerando las cosas", afirma Rosenberg en un café en Brooklyn (sudeste de Nueva York) que utiliza a veces como oficina de su proyecto.

La redacción de Narratively, compuesta por unos 30 periodistas neoyorquinos, dejará de lado las noticias de último momento para concentrarse en material original de largo aliento y artículos de unas 5.000 palabras.

Las historias tratadas será del tipo de ésas que uno "puede desempolvar en uno, dos o tres años y todavía tienen algún significado", explica Rosenberg, de 29 años.

El proyecto de Narratively se suma a otras iniciativas en la misma sintonía como los sitios Atavist.com y Byliner.com -ambos fundados el año pasado-, o Longform.org, lanzado en 2010, que están buscando nuevos modos de convertir material largo de no ficción de alta calidad en algo rentable.

El colapso de los ingresos por publicidad en los periódicos ha reducido el número de publicaciones con recursos para producir periodismo de investigación a una pequeña elite, como la revista The New Yorker o el The New York Times.

Lo que tienen de diferente los nuevos medios en cuestión es que solo aparecen en internet, lo que significa que nunca tienen problemas de espacios y pueden explorar con mayor facilidad las posibilidades de la tecnología digital.

Paul Janensch, profesor de periodismo en la Universidad Quinnipiac, asegura que este movimiento es una buena noticia, porque los medios tradicionales estadounidenses han dejado a menudo que sus trabajos de investigación se conviertan en algo ampuloso y autocomplaciente.

"No tengo tiempo para material largo y me pregunto cuánta gente puede meterse en eso. Es prohibitivo. Mi expectativa es que con internet no habrá sólo más periodismo de largo formato, sino nuevos modos de transmitir mucha información complicada", señala Janensch.

El sitio Atavist.com vende artículos de no ficción más largos que los que pueden publicarse en revistas aunque más cortos que libros.

Su propio programa informático permite que esas historias sean presentadas en formato multimedia en iPads y otras tabletas. Los lectores pueden escuchar al autor, ver mapas, fotografías y vídeos, creando así una experiencia bastante diferente de la de sentarse a leer una revista.

Para uno de los cofundadores de Atavist, Evan Ratliff, es crucial adoptar estas innovaciones tecnológicas.

"Hay mucha gente que quiere leer cosas en profundidad, cosas con narrativa. La cuestión no es si están leyendo, sino si se puede alcanzarlos", cuenta en una entrevista telefónica.

Byliner.com ofrece largos artículos obtenidos a través de internet y también efectúa pedidos de trabajos originales de entre 5.000 y 30.000 palabras vendidos a través de Amazon y Apple.

Rosenberg espera explotar el mismo modelo y piensa producir un paquete temático por semana sobre la vida en Nueva York.

A diferencia de las tradicionales revistas de investigación, cada paquete consistirá en historias tratadas en formato largo, documentales, animación y ensayos fotográficos. Cada viernes, habrá una sesión interactiva con los lectores.

Pero la pregunta es si este nuevo periodismo de largo formato puede escapar a los problemas financieros que han afectado a las publicaciones tradicionales.

"Creemos que todavía es una pregunta sin respuesta", responde Evan Ratliff de Atavists, que se encuentra bien encaminado en su objetivo de recaudar 1,5 millones de dólares de inversores.

Para Narratively, las cosas no son aún tan claras, ya que está intentando obtener sus primeros 50.000 dólares estadounidenses a través de Kickstarter, un sitio que propone oportunidades de inversión en nuevos proyectos.

AFP