El papa exhorta a los jóvenes a "no tener miedo de soñar con cosas grandes"

El papa dijo hoy que en estos tiempos de crisis las personas no pueden encerrarse en sí mismas y no ayudar a los demás, sino que tienen que ser solidarias con los necesitados, a la vez que invitó a los jóvenes a "apostar por los grande ideales" y a "no tener miedo de soñar con cosas grandes".

24 de abril de 2013

Ante más de cien mil personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, Francisco reflexionó sobre el Credo y la parte en la que los cristianos profesan que "Jesús de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos", y dijo que no hay que mirar el juicio final con "miedo".

"El juicio final no nos debe dar miedo, más al contrario nos debe empujar a vivir mejor el presente. Dios nos ofrece con misericordia y paciencia este tiempo, para que aprendamos cada uno a reconocerle en los pobres, para que hagamos el bien y el Señor al final de nuestra existencia y de la historia nos pueda reconocer como buenos siervos y fieles", afirmó.

El papa Bergoglio agregó que el tiempo en la tierra es un tiempo en el que los hombres deben tener encendida "la lámpara de la fe, de la esperanza y de la caridad", abierto el corazón al bien, a la belleza y a la verdad, "es un tiempo que hay que vivir según Dios, ya que no conocemos ni el día ni la hora del regreso de Cristo".

El Obispo de Roma agregó que Cristo pide a los fieles estar "vigilantes y que no se duerman. "No queremos cristianos dormidos", afirmó con vehemencia.

Francisco, recordando la parábola de los talentos, se refirió también a los dones recibidos por los hombres de Dios y manifestó que se deben usar y multiplicar.

"En este tiempo de crisis es importante no encerrarse en si mismo, escondiendo el propio talentos. Hay que abrirse a los demás, ser solidarios, preocuparse de los otros", aseguró el papa.

Después, dando una amplia ojeada a la plaza, el papa argentino dijo que en el recinto había muchos jóvenes y tras preguntar: "¿donde estáis?, les preguntó si no habían pensado en los talentos que Dios les ha dado.

"¿Habéis pensado en los talentos que Dios os ha dado?. ¿Habéis pensado como ponerlos al servicio de los demás. No esconderlos. Apostar por los grandes ideales, esos ideales que agrandan el corazón. La vida nos ha sido dado no para que la conservemos celosamente para nosotros mismos, sino que nos ha sido dada para que la donemos. Queridos jóvenes, no tengáis miedos de soñar con cosas grandes", afirmó en medio de los aplausos de los presentes.

Francisco exhortó a los fieles a ayudar al hambriento, al que tiene sed, al extranjero, al que está desnudo, al enfermo, al encarcelado y advirtió que en el juicio final "seremos juzgados en la caridad, según lo que hemos amados a los demás, especialmente a los más necesitados".

Por tercera vez durante una audiencia pública de los miércoles, el Papa saludó en español y tuvo palabras de afecto para los fieles presentes de España, Argentina, Colombia, México y otros países latinoamericanos, a los que exhortó a vivir "este tiempo presente que Dios nos ofrece con misericordia y paciencia, para que aprendamos cada día a reconocerlo en los pobres".

El papa Francisco llegó a la plaza de San Pedro a la diez de la mañana local (08.00 gmt) y durante una media hora la recorrió en el papamóvil, en medio de los aplausos, vivas y ondear de banderas, de las decenas de miles de fieles presentes, que ocuparon también la anexa plaza Pío XII.

Como ya es habitual, en un ambiente de cordialidad y alegría, el papa Bergoglio, al que se le vio sonriente, feliz, besó a niños y enfermos, estrechó manos, etc.

Una vez más, un fiel le entregó un solideo blanco y el papa no dudó en quitarse el que llevaba puesto y colocarse el regalado.

A la audiencia asistió la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina, Estela Carloto; junto con Juan Cabandié, hijo de desaparecidos durante la dictadura militar argentina; y Buscarita Roa, miembro de la asociación.

EFE