Rita Karanauskas, cazamentiras y docente. | Foto: Cortesía

Trabajo

Vuélvase un cazamentiras profesional

No hay un camino único para detectar que una persona está mintiendo. Sin embargo, es un estudio que cada vez toma más auge entre abogados, fiscales, psicólogos, empresarios, entre otros profesionales. ¿Cómo lo hacen?

27 de mayo de 2013

Ser un cazamentiras puede sonar raro y hasta “traído de los cabellos”, pero es un estudio que cada vez más atrae la atención de profesionales que lo encuentran muy útil para su trabajo.

Rita Karanauskas, experta en el tema y docente en la Universidad del Rosario del diplomado “Habilidades y Técnicas de Detección de Mentiras” que ya va en su cuarta promoción, explica que existen tres módulos para aprender a descubrir un mentiroso: Detectar Mentiras en Palabras, Detectar Mentiras en Lenguaje Corporal y Detectar Mentiras en Expresiones Faciales.

Aunque en otros países existen estudios académicos sobre esta temática, es complejo encontrar un programa que reúna el análisis de estos tres aspectos.

Y es que no existe un camino único para descubrir a un mentiroso. Se tienen que evaluar varios aspectos para llegar a la verdad.

“Cuando se hace el análisis de las palabras, se evalúan cuáles son las palabras que siempre utiliza la persona. Por ejemplo, en un relato de un robo de carro, el acusado todo el tiempo habla del carro, pero luego dice vehículo, y vuelve a la palabra carro. Algo ocurrió, no necesariamente quiere decir que esté diciendo una mentira, pero el cazamentiras debe ver esto como una señal, para hacer preguntas adicionales que esclarezcan la causa del cambio”, explica Karanauskas.

Así mismo, se debe estar atento cuando se usan artículos posesivos y se cambian repentinamente las palabras utilizadas. “Si en un relato alguien se está refiriendo todo el tiempo a mi casa, mi casa y luego dice la casa, es una señal de alerta. A veces, estas personas han incendiado su propia casa”, indica Karanauskas.

Igualmente, la expresión facial debe ser congruente con la emoción. Si la persona dice que está muy triste, los músculos de la cara deben reflejar ese sentimiento.

No obstante, la experta asegura que no hay ningún gesto específico que indique que alguien miente. “Lo que se mira es el lenguaje corporal normal de una persona en su conjunto, cuando se aleja de ese lenguaje en una pregunta difícil o que le cause estrés, ese alejamiento es una alerta de que está mintiendo”, manifestó.

La detección es compleja porque la forma de mentir es única para cada persona, cada quien tiene un patrón distinto para engañar. Hay que tener en cuenta que muchas personas cambian su lenguaje de un momento a otro en un relato, pero esto no quiere decir que estén mintiendo, por lo que siempre es importante confirmar con preguntas adicionales si en realidad no dice la verdad.

Por supuesto, que si no se conoce el lenguaje corporal de una persona es más difícil identificar si está diciendo una mentira, por lo que se puede recurrir a buscar signos de lenguaje corporal de supervivencia que son los que no son controlables y dan indicios que la persona se estresó con una pregunta. Estos comportamientos pueden ser ponerse rojo, sudar o salivar.

El objetivo del cazamentiras es tener una confesión del sospechoso. En caso de no lograrlo, tiene que saber a quién creerle y a quién no para seguir con la investigación.

Mitos

Existen diferentes mitos en la sociedad para supuestamente detectar a un mentiroso como, por ejemplo, mirar a los ojos a la otra persona como señal de decir la verdad. “Los mentirosos profesionales lo que hacen es mirar a los ojos precisamente porque saben que ese mito existe. En realidad, esto no prueba nada”, señaló Karanauskas.

Entre tanto, gestos como mover las manos para tocarse la cara o la cabeza tampoco prueban que esté diciendo una mentira.

Por su parte, hay personas que llegan peleando antes que se les haya dicho algo, lo que sí puede ser una señal de mentira. "Por ejemplo, el esposo que llega tarde por la noche y antes que la esposa le diga algo ya está bravo. Esto lo usa a modo de defensa”, indicó la experta.

Las mentiras más comunes

Casi todo el tiempo las personas dicen mentiras para quedar bien o evitar problemas en el diario vivir. Las más comunes son las piadosas: me cogió el trancón, te estaba llamando pero no me entraba la llamada, estoy para servirte, me da gusto conocerte…

Sin embargo, en casos concretos como procesos de selección de empleados se dan las mentiras por maximización parcial en las hojas de vida: una señora que sirve tintos y dice que es relacionista pública o el vendedor que pone que es coordinador de proyectos.

Así mismo, se omite información. Por ejemplo, no incluye el cargo del que lo sacaron de una empresa y en esa fecha pone que fue independiente o asesor privado.

Por su parte, en el trabajo los vendedores suelen decir el “cliente no me ha pagado el anticipo” o “yo visité el cliente, pero no estaba”.

Para Karanauskas, las mentiras ayudan a "suavizar" la vida y lo importante es la buena fe de las personas. “Las mentiras de mala fe son las que hacen daño y esas son las que se deben evitar a toda costa”, manifestó la experta. 

Cuando usted coge un anticipo sin permiso y lo descubren, su jefe muy probablemente no va a pensar que usted lo hacía de buena y lo iba a reponer, sino que el día de mañana puede tomar una cantidad más grande, con lo que pierde toda su confianza.

Por esto, lo aconsejable es que aunque el ser humano diga mentiras casi que por naturaleza, trate de ser honesto sobre todo en temas que usted sabe se pueden convertir un grave problema en su trabajo.

¡Pero tampoco exagere! Decirle a su jefa que el vestido que lleva puesto le queda feo o a su suegra que cocina horrible no lo harán ver como el más sincero, sino el más indiscreto e indeseado. Por esto, dimensione la situación y si es necesario guarde silencio.

Cuatro curiosidades sobre el diplomado

finanzaspersonales.co le consultó a la Universidad del Rosario las principales dudas que surgen acerca del diplomado:

1. ¿A qué perfil de profesional va dirigido?

El diplomado está dirigido a profesionales o personas que quieran tener una ventaja ganadora en su carrera. Es supremamente útil para aquellos que hagan parte en procesos de negociación, ventas y contratación de personal, entre otros.

2. ¿Cuánto tiempo dura?

Es un diplomado de 80 horas.

3. ¿Qué costo tiene?

Tiene un costo de $2.200.000. Aplican políticas de descuentos.

4. ¿Por qué decidieron abrir un diplomado de este tipo?

El tema de la detección de mentiras se ha impuesto en el mundo en los últimos años. Con el apoyo del Dr. Paul Ekman asesor científico del programa Lie to Me de la Cadena Fox, en países como Estados Unidos e Israel se han dictado cursos sobre el tema a profesionales del derecho, seguridad, psicólogos. La Universidad del Rosario pasó a ser líder al dictar un curso de este nivel. Adicionalmente, cuenta con la presencia de una de sus egresadas, Rita Karanauskas, que es la más experta para la detección de mentiras en el país.