Un mal jefe no confía en las motivaciones de los demás y utiliza métodos negativos de estimulación, tales como amenazas, humillaciones en público y comentarios sobre despidos.

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Signos que muestran un mal jefe

Tal vez usted piense que tiene un mal jefe, pero también, puede ser que ese pensamiento sea sólo su percepción y no la realidad. Consultamos a expertos sobre qué dictamina a un mal jefe. Esto dijeron.

18 de abril de 2014

Se supone que la empresa debe ser una organización en la que los empleados lleguen a alcanzar objetivos en un trabajo de equipo. Es decir que si la empresa fuera un barco, el jefe sería el capitán encargado de dirigirla a buen puerto. No obstante, en algunas ocasiones es también el lastre que impide el desarrollo de la organización. Identifique si en realidad, su jefe, es un mal jefe.

A continuación los signos:

Se cree superior:
Si bien los jefes están en un nivel más alto que sus empleados, el directivo que mira a los trabajadores de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba, no saluda o no da la mano al saludar, puede que se sienta superior. Y este mensaje llega a sus empleados, por lo que la fidelidad que pueda sentir usted hacia esta persona es menos probable que la que pueda sentir por alguien que le comunica ser uno más en el equipo. Aunque es algo muy sutil, es difícil que este jefe genere un buen ambiente de trabajo.

Falta de respeto
:
Son aquellos superiores cuyos comportamientos no son profesionales, tales como no contestar mails, no atender a sus empleados cuando lo solicitan, burlarse de ellos con los demás trabajadores, comenzar entrevistas tarde o detenerlas repentinamente sin pedir disculpas. Esas “pequeñas grandes cosas” son el microcosmos de cómo es la persona.

Nerviosismo excesivo:
Existen jefes excesivamente nerviosos que terminan por contagiar a todo el equipo con su estrés. ¿Cómo notarlo? Comen rápida y constantemente, hablan demasiado a prisa y repiten palabras como “bien, bien, bien” o “cuándo, cuándo, cuándo”.

Expresión corporal defensiva:
“Un jefe inseguro te verá como una amenaza si eres bueno en tu trabajo y usará su posición de poder para hacerte la vida compleja” afirma la autora del libro “Lo que no sabes y tu jefe no te dirá”. El libro recomienda fijarse en si se mueve mucho en su silla, evita el contacto visual o si reacomoda papeles en su escritorio mientras se le habla.

Motiva a través del miedo:
Un mal jefe no confía en las motivaciones de los demás y utiliza métodos negativos de estimulación, tales como amenazas, humillaciones en público y comentarios sobre despidos.

Falta de confianza en los demás:
Otra de las claras características de un mal jefe es que no confía en los demás-especialmente en sus subordinados directos- y lo demuestra, fiscalizándolos, enojándose con ellos porque no contestaron un mail, preguntando todo el tiempo por sus responsabilidades y enviando indirectas sobre su vida personal y profesional.


Promesas incumplidas: 
Esta práctica engañosa es una estrategia común que utilizan los superiores para obtener beneficios adicionales de los empleados. Y aunque en un principio logran su cometido, después de cierto tiempo la relación laboral se desgasta y crea en el empleado un sentimiento de frustración y desengaño. 

Comparativos:
Las comparaciones tienen un doble impacto, ya que ésta puede ser humillante y bajar la moral del afectado, al tiempo que el trato preferencial hacia algún miembro del equipo puede enrarecer el clima laboral y despertar suspicacias. No compare a sus empleados, no discuta con algún miembro de su equipo su percepción sobre el desempeño de otro empleado, ya que esto habla mucho de usted y su capacidad de ser ecuánime.