Relaciones Laborales

Siete ocasiones en las está permitido mentirle a su jefe

Como una regla general ser honestos siempre será la mejor alternativa, sin embargo existen ocasiones en donde necesariamente se debe doblar esa verdad por su bien laboral.

10 de octubre de 2014

Si usted sabe que su jefe es una persona complicada, hay momentos en los que debe pensar varias veces la forma en que le quiere decir algo, pero en otros momentos es mejor torcer su brazo y quizás decir una que otra mentira. Estas son algunas de esas ocasiones.

1. Cuando está protegiendo a un compañero de trabajo

Si usted es bastante cercano/a sus colegas y ellos acostumbran a contarle sus inquietudes y problemas personales, usted les debe a ellos el no contárselo a su jefe. Esto no quiere decir que los deba cubrir por cosas graves pero si por ejemplo, el de contaduría con el que normalmente almuerza, no fue porque “está enfermo” cuando en realidad se pasó de copas la noche anterior, usted no debe por qué ser el que riega el chisme.

Lo mismo ocurre cuando hay problemas o ‘metidas de pata’ en algún tema laboral. Si usted conoce algo del tema, es mejor a veces quedarse callado y no tener que meterse en situaciones que no le incumben.

2. Cuando está buscando otros trabajos

Usted está en todo su derecho de revisar y averiguar otras opciones de trabajo, sin embargo es probable que a su jefe no le guste mucho la idea. Por eso es mejor que no le cuente lo que está haciendo. Si este se entera, puede inclusive pensar que usted no desea seguir en la empresa y despedirlo. Así que siéntase cómodo/a de tener que mentir cuando esté buscando algún trabajo pero no desea poner en riesgo el que tiene.

3. Cuando su jefe le pregunta sobre su apariencia

Los jefes, como cualquier otra persona, pueden sentirse inseguros sobre su apariencia y es natural que le pregunten a otros por consejos o aseguramientos. Sin embargo y si usted se viste bien y sabe de moda, es mejor que guarde cualquier comentario cuando hable con su jefe. Si éste le pregunta sobre su nuevo corte de pelo o los zapatos que lleve `puestos, así a usted no le guste, es mejor darle la razón y no entrar en debate.

4. Cuando su jefe le cuenta chistes flojos
Así sea un chiste malo o usted lo esté escuchando por décima vez, lo mejor es siempre reírse. Por supuesto no exagere porque ya parecerá sarcástico pero intente sacar una ligera sonrisa. Puede resultarle molesto pero mírelo del lado bueno: su jefe por lo menos está intentando ser gracioso/a y compartir chismes con sus trabajadores.

5. Cuando su jefe le pone más trabajo del que puede manejar

En ocasiones, los jefes simplemente se ponen en el medio entre usted y su trabajo. Deciden ponerle una carga más pesado cuando usted ya de por si se encuentra bastante ocupado/a. Es en estos momentos cuando debe ser muy preciso y decirle que le queda imposible realizar lo que le pide o que usted no cree que deba ser el o la que se encargue de lo que está pidiendo.

6. Cuando usted se considera más astuto/a que su jefe
La vida en ocasiones es injusta y su jefe es su jefe y usted debe respetar eso. Usted puede considerarse más astuto/a o tener mejores perspectivas de innovación o de cómo mejorar pero habrán momentos en donde deba callar y simplemente creer y ‘mentir’ que lo que él o ella considera mejor, es realmente así. Lógicamente deben existir momentos en los que pueda transmitirle sus dudas y propuestas para el bien suyo y de la empresa.

Esto también puede ocurrir cuando se aproximan obviedades dentro de la empresa que quizás en el momento su jefe no quiera asumir y ‘se hace el loco’. No sea usted quien le diga la inevitable verdad.

7. Cuando es sobre algo que su jefe no tiene por qué saber

Si su jefe le pregunta sobre su religión, su opinión política, su vida personal, su vida sexual, sus hábitos de comer, qué está fumando o cualquier otra cosa que no afecte directamente su rendimiento dentro de la empresa, usted no tiene por qué responder nada de ello. Una cosa es lo que le piden y le requieren al momento de ingresar a la compañía, y otra es la que su jefe le pregunta en las reuniones semanales. Quédese tranquilo/a y mienta cuando deba.

De estas situaciones no se debe abusar por supuesto, pero cuando su trabajo está en riesgo, considere mentir como una opción para no perjudicar su posición y contrato dentro de la empresa.