Gestión

Si hubiera sabido ayer…

Nueve cosas que toda persona debe saber a los 20 años para tener éxito en la vida profesional. Consejos de Tina Seelig, directora del Stanford Technology Ventures Program.

28 de mayo de 2012

¿Usted qué haría para ganar dinero si solo tuviera US$5 y dos horas para lograrlo? Este impresionante desafío hace parte de los cursos de emprendimiento e innovación que dirige la famosa profesora Tina Seelig en la Universidad de Stanford.

Por una semana sus alumnos tienen que pensar en formas creativas de solucionar este reto. Y aunque algunas veces presentan respuestas tradicionales como vender limonada o lavar carros, casi siempre logran identificar propuestas sorprendentes. Algunos incluso alcanzan ingresos superiores a US$600 con sus proyectos.

Al parecer existe una solución a este acertijo. La profesora Tina Seelig explica que los grupos más astutos rápidamente descubren que los US$5, mas que una ayuda, representan una limitación. Para ellos es más fácil contestar la pregunta ¿cómo crear un proyecto de la nada? Es allí cuando realmente surgen las respuestas más creativas. El reto de los US$5 tiene un valor particular. Para Stanford es una obsesión tratar de imprimir en sus alumnos lo que llaman “una mentalidad emprendedora”.

Alguna vez, el cofundador de Sun Microsystems, Vinod Khosla aseguró que “entre más grandes los problemas, más grandes las oportunidades. A nadie le pagan por solucionar algo que no sea un problema”.

En esencia, cada empresa exitosa es el resultado de alguien que ha solucionado un problema para los demás. Paradójicamente, Seelig comenta que nos han enseñado a evadir los problemas. Para la mayoría de nosotros, en el día a día los problemas son más una carga que una oportunidad.

Lo interesante es que si alguien le propone el reto de los US$5 seguramente usted también puede llegar a respuestas novedosas. ¿Por qué en el día a día no evaluamos las posibilidades frente a los ojos? ¿Por qué esperar a que este sea un ejercicio académico?.

La profesora Seelig asegura que gracias a este tipo de ejercicios los estudiantes logran transformar su visión del mundo. Tener una mentalidad emprendedora (es decir, cambiar problemas en oportunidades constantemente) es sin duda una habilidad útil en cualquier faceta de la vida.

Por esto la profesora Seelig quiso llegar más allá. En su opinión, lograr una mentalidad emprendedora es apenas el punto de partida para alcanzar el éxito en la vida.

De aquí surgen una serie de recomendaciones que ella quiere compartir con los más jóvenes. De la experiencia de su vida pudo consignar en su fabuloso libro What I Wish I Knew When I Was 20: A Crash Course on Making Your Place in the World consejos para que los jóvenes puedan transitar mejor por su vida profesional.

Tener los ojos abiertos a los problemas

Según Tina Seelig, las personas viven ciegas ante los problemas, aun cuando estos representan el ADN de la innovación y el emprendimiento. El objetivo es lograr lo que el fundador de la prestigiosa firma IDEO, David Kelley, llama “confianza creativa”. Esto solo se logra cuando muy temprano en la vida se adquiere la actitud de salir a captar y solucionar problemas.

Desafiar las reglas

Algunas de las lecciones para los jóvenes van en contravía del pensamiento convencional. Ella sostiene que los mismos seres humanos nos ponemos límites sobre lo que podemos y no podemos alcanzar. Se requiere cierta rebeldía para poder avanzar. En la vida es inspirador saber que es posible desafiar las reglas. Esto es algo que los emprendedores hacen naturalmente.

A veces es mejor no pedir permiso

Cuando era joven, la profesora Tina Seelig montó una compañía. Su tarjeta personal decía gerente general. Entonces, alguien le preguntó ¿quién te dio la autoridad para eso? Más tarde al escribir su primer libro alguien le preguntó ¿qué te hace pensar que puedes hacerlo? De estas anécdotas ella concluye que existen dos tipos de personas: los que hacen las cosas y los que tienen que esperar la aprobación de los demás.

Darse la oportunidad de fracasar

En sus clases, la profesora Seelig les pide a sus alumnos realizar una hoja de vida pero listando todos sus fracasos. Y aunque los estudiantes quedan contrariados, pues están acostumbrados a escribir sus logros, tiene todo el sentido. Para promover una mentalidad emprendedora, en Stanford valoran los “fracasos espectaculares”. Lamentablemente, a nuestros jóvenes no les enseñamos la importancia de fracasar de vez en cuando.

Aprender a renunciar

Otra recomendación no tradicional de la profesora Tina Seelig es desafiar la frase popular “nunca debes renunciar”. Según ella, las personas exitosas reconocen cuándo es estratégico renunciar. En su opinión, las carreras profesionales exitosas no se comportan como trenes en línea recta sino como montañas rusas. Entonces, recomienda a los jóvenes alejarse de proyectos que no van a ninguna parte.

Seguir las pasiones no es suficiente


Para ella, el consejo típico de “seguir nuestras pasiones” puede resultar engañoso. Sostiene que, en la práctica, amar lo que hacemos no es suficiente. También es crucial ser buenos en esto y que exista un mercado para ello. Según Seelig, toda una mina de oro se encuentra en la combinación de las tres: amar lo que uno hace, hacerlo bien y que haya una fuerte demanda por ese trabajo.

No hay tal cosa como la suerte


El profesor Richard Wiseman estudia formalmente la suerte en la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra. Al parecer, las personas suertudas comparten atributos como ser optimistas, observadores y extrovertidos. Para Seelig, otra cualidad crucial respecto a la suerte es la capacidad de trabajo. Distintos estudios muestran que las personas exitosas trabajan el doble de las demás.

Aprender a pensar en grande


Hay un rasgo crucial en el proceso de cultivar una mentalidad emprendedora: la capacidad de pensar en grande. Es realmente esta combinación, solucionar problemas de gran tamaño, lo que tiene un impacto significativo en la sociedad. Cada uno de los cursos de la profesora Tina Seelig parte de este objetivo. De hecho, a veces es más fácil responder a grandes problemáticas y los beneficios son mucho mayores.

Nunca perder las oportunidades…

A veces motivar grupos enteros de jóvenes es una tarea complicada, incluso si hablamos de estudiantes destacados en Stanford. Para esto, la profesora Tina Seelig tiene una estrategia infalible. Siempre, antes de arrancar sus cursos, les presenta a sus alumnos una diapositiva con la siguiente frase “nunca pierdas una oportunidad para mostrar que eres una persona fabulosa”. Sin duda, una recomendación que vale la pena tener presente en toda la vida profesional.