123 RF | Foto: 123 RF

Negocio propio

Este es el éxito (y la importancia) de una mujer emprendedora

¿Alguna vez ha considerado cuántas mujeres, a su alrededor, son emprendedoras, con negocio propio y creciente? Quizá, si hace la comparación con respecto al género masculino, se lleve una sorpresa.

15 de julio de 2016

El emprendimiento siempre ha sido una parte clave del crecimiento económico de cualquier país ya que ofrece oportunidades para que se creen nuevos puestos de empleo, así como también aporta en temas tributarios para el desarrollo de los proyectos de la nación. Es así como muchos países desarrollados tienen fuertes políticas que promueven que las personas creen sus propios negocios.

En Colombia, por su parte, aún falta impulso a iniciativas como las que plantean las distintas Cámaras de Comercio de las ciudades, pero cabe resaltar que en el 2016 se sancionó la Ley Projoven en la que se destinarán recursos “para fomentar, financiar y dar asistencia técnica empresarial al desarrollo de emprendimientos; se instaurará una exención del pago del registro mercantil y su renovación para empresas de jóvenes y se crearán oportunidades de empleo y emprendimiento para aquellos que se encuentran en los centros de cuidado y protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar”.

FP le recomienda “Los 6 hábitos que todas las mujeres exitosas tienen a diario”.

Esto parece que empieza a configurarse como una política que podría llevar a que sean cada vez más las personas que se animen a crear su negocio propio, gozando de esos beneficios. Pero aquí también surge otra cuestión: los incentivos que pueden tener las mujeres para dejar de ser empleadas y, en cambio, crear empleos.

Y es que algunos estudios han estimado que, durante el último siglo, al igual que la brecha salarial, muchas mujeres deciden no ser independientes por sus distintas condiciones socioeconómicas y su rol en el mundo laboral. Incluso, tienen la mitad de probabilidades que los hombres, para crear un negocio. Pero parece que ahora se está presentando una nueva tendencia.

Existen estadísticas que afirman que las pobres condiciones salariales, así como la falta de oportunidades de crecimiento profesional y nuevas políticas de familia han contribuido a que cada vez sean más las mujeres que se animen a tener su propio negocio.

Lea “Las 7 características de una mujer realmente independiente”.

¿Dónde están creciendo?

Él último reporte del Dell Women Entrepreneur Cities Index (WE Cities) señala que cada vez son más las ciudades que han implementado políticas y creado escenarios acordes para responder a las necesidades de emprendimiento del género femenino. “Las ciudades se identificaron para mostrar el impacto que ejercen las políticas locales y los programas además de las leyes nacionales y costumbres; siendo Nueva York, el área de la Bahía de San Francisco, Londres, Estocolmo y Singapur las cinco mejores ciudades para mujeres emprendedoras de alto potencial”, dice el informe.

Según Karen Quintos, vicepresidente senior y directora de marketing en Dell, “la innovación y creación de empleos generados por mujeres es esencial para tener una economía global prospera. Sin embargo, nuestra investigación muestra que hay ciudades y países que están esforzándose más que otros para motivar y apoyar a este importante segmento de la comunidad emprendedora”.

No se pierda “La crisis de los 30 que solo viven las mujeres millennials”.

Las ciudades escogidas ofrecen características que incluyen acceso a capital (dinero o financiación), tecnología, talento, cultura y mercados; organizados en dos grupos –entorno operativo y entorno propicio.

“Es hora de que las mujeres estén políticamente comprometidas para asegurarse de que el ecosistema correcto esté a su disposición para que puedan ascender. Si los políticos y empresarios se unen, se pueden implementar políticas dinámicas para cerrar el círculo y habilitar el proceso de la idea a la empresa”, señala Elizabeth Gore, empresaria en residencia para Dell.

Características de su éxito

Un estudio de la organización Kauffman muestra que si bien todas las mujeres tienen habilidades y capacidades para emprender, se han identificado unas características particulares en las que las emprendedoras coinciden:

  • Tienen una visión más matizada de riesgo, con la capacidad de identificar con más fuerza los riesgos financieros que los hombres, aunque siempre están preocupadas por “sentrise engañadas por los riesgos resistentes”.
  • Las mujeres muestran una mayor ambición para convertirse en empresarias que sus homólogos masculinos.
  • En términos más generales, un aumento en el número de mujeres en puestos de dirección de un negocio se correlaciona con un aumento en los rendimientos del negocio y el nivel de pagos.