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Millennials

Si se deja sorprender por los Millennials pasará algo mágico

El hecho de que sus comportamientos no le gusten ni le sean familiarizados no significa que sean malos. Mejor dese la oportunidad de conocerlos

Ana Sarmiento
18 de octubre de 2017

Llevo un par de años hablando de las bondades de los Millennials y lo potente que sería engancharlos en las causas empresariales. Intento borrar las etiquetas que les ponen los medios, los jefes, mis amigos y hasta mi familia. Me entristece oír que no les preocupa sino su propio bienestar, que no saben organizarse y que hay que arrearlos todo el tiempo.

Insisto… tengo ejemplos fehacientes de que los Millennials sí tienen capacidad de:

  • Trabajo en equipo
  • Reacción inmediata
  • Colaboración
  • Quisiera gritar a los cuatro vientos que no son perezosos, ni vagos. Por el contrario cuentan con fortaleza y entrega suficientes para sacar adelante un trabajo que enganche su corazón.

    Los toman por irreverentes, cuando en realidad son de jerarquías planas y ven como iguales tanto a quienes están por encima de ellos en nuestros estándares tradicionales, como a quienes están por debajo.  

    Me estremece su espíritu diverso, fruto de una educación que les inculcó que no había diferencias por cuestión de género, raza, orientación sexual o estrato social. Crecieron en un mundo más igualitario que el que le tocó vivir a la vieja guardia, lo cual demuestra que en algo hemos evolucionado.

    En contra de la mayoría de mis congéneres, celebro su vehemencia por construir un mundo mejor, en lugar de burlarme de ella. No deberíamos sentirnos orgullosos de haber claudicado a este respecto.

    Será por eso que me llegan historias desde todos los lados del planeta contándome sus hazañas, reforzando que no estoy loca y que el futuro del mundo está en buenas manos.

    Lea la historia: Ahorró 50 millones y se fue a recorrer el mundo cómo lo hizo

    Hoy quiero compartir con Ustedes el relato de María del Carmen Vázquez, una amiga mexicana que durante el terremoto se dejó sorprender por los Millennials y le ocurrió algo mágico:

    Hola Ana,

    Me tomo la libertad de comentarte acerca del comportamiento de los Millennials en el terremoto de México.

    Tenemos la idea de que son vale-madristas, prepotentes e insensibles, de que solo se interesan por el celular y los juegos electrónicos, pero ahora con el terremoto nos han dado una gran lección.

    Durante la tragedia me fui con mis dos hijos de voluntarios. Nada más llegar me di cuenta de que había cientos y cientos de jóvenes anotándose para ayudar.

    ¿De dónde salieron? De distintas colonias de la ciudad, incluso de otros estados. ¿Cómo llegaron? Como pudieron. Unos en transporte público, algunos más pidiendo aventón y otros cuantos en bicicleta, moto o caminando grandes distancias.

    Me sentí gratamente sorprendida de ver que espontáneamente se organizaban grupos para formar brigadas de rescate, armar despensas, clasificar víveres y coordinar la circulación que era un caos.

    Inmediatamente surgieron líderes para coordinar a sus compañeros, los cuales obedecían sin peros, uniformados con sus jeans y su gorra. Algunos jóvenes llegaron ya armados con palas, picos, mazos, guantes, casco y cubre bocas mientras que a los otros se los proporcionaron en el lugar.

    También acudieron voluntarios con carros, camionetas, motos y bicicletas para transportar a las personas a la zona de derrumbe y a todo lugar donde se necesitara.

    No faltó comida para quienes estábamos en la labor, ni tampoco quien recogiera basuras. Sus dotes tecnológicas las utilizaron para tener más y mejor control entre los diferentes sitios de acudida.

    ¿En qué momento se organizaron? No lo sé.

    ¿Cómo le hicieron para organizarse tan rápido? Tampoco lo sé.

    Ya en el lugar del derrumbe los veías trabajando duro, codo a codo con jóvenes de universidades privadas y públicas, sin distinción, codo a codo con albañiles jóvenes igual que ellos.

    Vi chicas trabajando con palas, llenando cubetas de escombro y haciendo largas líneas para sacar el material del lugar. Algunos jóvenes trabajaron más de 12, 14, y hasta 24 horas antes de tomarse un descanso. Increíblemente siempre hubo más Millennials, hombres y mujeres, esperando dispuestos a hacer el relevo.

    Trabajaron con vitalidad, y cuando ésta caía, alguno gritaba "fuerza México" y volvía a subir. Otras veces alguien empezaba a entonar "Cielito lindo" y de nuevo retomaban energías.

    Todo esto hizo que la piel se me pusiera chinita y las lágrimas me nublaran los ojos. Me embargó un profundo sentimiento de saber que nuestros jóvenes, aunque aparentemente insensibles, son compasivos y tienen la capacidad de organizarse, actuar y ayudar.

    Eso me hizo comprender que nuestros Millennials están listos y preparados para tomar las riendas de nuestro país y me siento muy orgullosa de ellos. Definitivamente vamos por buen camino. Con este desastre nuestros jóvenes nos han demostrado que no hay de qué preocuparse, ellos pueden hacerlo

    Me tomé la libertad de contarte todo esto porque de verdad me sentí muy muy orgullosa de nuestros millennials mexicanos

    María Del Carmen Vázquez

    Septiembre 26 de 2017

    Y Usted… ¿se deja sorprender por los Millennials?

    Deje que al igual que a María Del Carmen, la vida lo sorprenda con la magia Millennial. Anímese a soltar su apego a lo tradicional y ábrase a nuevas formas de hacer las cosas.

    Dele la bienvenida a la diversidad de pensamiento y atrévase a abrazar perspectivas diferentes a la suya. El hecho de que no le sea familiar, no significa que sea malo.

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    Por: Ana Sarmiento

    Estrategias laborales para Millennials

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