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Estudio

Cuatro ingredientes básicos para aprender un idioma

Ya no basta con saber dominar un segundo idioma pues, el mercado laboral cada día es más exigente y esto hace que los nuevos profesionales tengan que estar mejor preparados ante dicha realidad.

Adriana Buitrago
30 de marzo de 2016

A medida que el mundo avanza, la necesidad de las empresas por hacer nuevos negocios y romper las fronteras que limitan a los países hacen que se creen nuevas formas de comunicación que, en muchas veces, están mediadas por otros idiomas. En eso, el inglés, sin duda, puede ser casi que el idioma universal en el mundo de los negocios, materia en la que Colombia no es nada fuerte aún y, muchos de los ciudadanos, aún no comprenden la necesidad de dominar un segundo idioma.

Ahora, una cosa es querer hacerlo, intentar hacerlo y otra, totalmente distinta, realmente hacerlo. Es por eso que Finanzas Personales entrevistó a Emma Walton directora de desarrollo académico de Education First (EF), quien explica que todo empieza, en parte, por la misma determinación que tenga la persona en querer aprender el idioma, pues lo otro simplemente se tratan de herramientas o estrategias que se deben buscar y poner en práctica.

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Según Walton, existen cuatro ingredientes básicos para que una persona aprenda un idioma, como el inglés, fácilmente. Pero ante eso, los colegios y universidades también deben tener claras las nuevas herramientas que se están utilizando a nivel mundial para mejorar la enseñanza de un segundo idioma.

Walton cita a Marcos Lepper con la siguiente frase: “recuerda que un estudiante que está intrínsecamente motivado, ejerce una actividad por su propio bien, por el disfrute que le proporciona, el aprendizaje que le permite o los sentimientos de logro que evoca”.

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Las claves según la experta son:

  1. Mantener la motivación siempre viva: para empezar, la persona tiene que reconocer que se trata de un objetivo personal, un compromiso consigo mismo y que tiene una razón de ser. Entonces, la primera persona que debe ser consciente de esto, es usted mismo. Pero cuando usted tiene a alguien que reconoce sus logros y elogia sus avances, también será bastante útil.
  2. Busque un mentor: si bien ser autodidacta puede ayudar mucho, el proceso de aprendizaje puede llegar a acelerarse si cuenta con alguien que le esté indicando el camino así como los respectivos refuerzos. Para esto, considere a alguien que tenga paciencia y una especie de “metodología” (no siempre tiene que ser un profesor) que le permita empoderarse de su proceso y ayudarle a sacar su máximo potencial.
  3. No sea conformista: no se quede o se “case” con una sola metodología, una única fuente de aprendizaje o con lo que ve solamente en un salón de clases. Gracias a internet hoy en día puede alcanzar una gran variedad de páginas, herramientas, videos y audios que pueden ayudar a enriquecer su proceso de aprendizaje

En esto, un docente también tiene una parte importante, ya que es quien debe hacer que los estudiantes escuchen y comenten entre ellos las respuestas, sean correctas o incorrectas, en lugar de designar a cualquiera como la correcta. “El maestro no debe decir buena o muy buena la respuesta la primera vez que un alumno intenta decir algo, en su lugar debe indicarle como mejorar algún aspecto de lo que ha dicho”, explica Walton. “No importa cuántas veces un estudiante se equivoque, es parte del proceso y por eso hay que acompañarlo para que se sienta seguro”, añade.

  1. Nuevas experiencias: aunque puede resultar un poco complicado para muchos, la experiencia de salir del país de origen, en busca de mejorar un segundo idioma, es algo que la experta aconseja. Realizar intercambios ayuda a que la persona, en muy poco tiempo, adquiera la destreza perfeccionar su idioma.

Por medio de esta práctica se logra incentivar la creatividad y la iniciativa para comunicarse con los demás, los estudiantes obtienen una valiosa interacción multicultural que les ayuda a socializar fuera de su país en un idioma distinto al suyo.

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La experta Emma Walton deja un interrogante: “¿Cuándo vamos a empezar a enfocarnos en el potencial de aprendizaje de las personas, más allá de ensenar con la referencia del material de estudio?”, así, ella invita a los docentes a cambiar sus técnicas de enseñanza y aplicar los cuatro claves anteriores para obtener mejores resultados.

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