Trabajo

¿Le gustaría ser director de felicidad?

Algunas compañías están dejando de tener cargos con nombres tradicionales en las empresas para pasar a unos que se salen de lo común. ¿Por qué lo hacen?

13 de noviembre de 2012

Se imagina que al dar su tarjeta de presentación, el cargo debajo de su nombre sea: gerente de felicidad, escribano polifacético o ángel del servicio.

Aunque parezca un poco descabellado, algunas empresas ya se han arriesgado a tener estos cargos dentro de sus compañías, las cuales muestran altos niveles de rentabilidad y éxito.

Para entender este modelo dentro de la empresa, finanzaspersonales.co consultó a dos compañías para que cuenten su experiencia.

La motivación ante todo

Andrés Moreno, fundador y presidente de Open English, señala que hace poco “nos dimos a la tarea de lograr que cada una de las personas que trabajan en la empresa se motivarán más allá del salario, que entendieran que su trabajo cambia la vida de personas (estudiantes que pasan una materia o un empresario que logra hacer una presentación en inglés)”.

Como parte de esta estrategia, dentro de la empresa se creó el cargo de director de la Felicidad (con perfil de coaching y figura que reemplaza dentro de la empresa al jefe de recursos humanos) que tiene como misión generar una cultura de optimismo y cooperación en la empresa.

“Sus funciones incluyen crear iniciativas de motivación, dinámicas de fortalecimiento de equipos y actividades que subrayan y promueven los siete valores esenciales de Open English. Estas actividades incluyen trabajar de cerca con los ejecutivos de Open English, sesiones grupales y personales de asesoría, mantener línea de comunicaciones abiertas en toda la empresa para fomentar la felicidad y la satisfacción en el trabajo, hasta la organización de grandes dinámicas grupales para toda la empresa”, explica.

De acuerdo con Moreno, el objetivo de esto es que las personas estén más motivadas y tengan un mejor rendimiento dentro de la compañía. “No todo tiene que ver con el dinero, también en cómo las personas se identifican y se sienten en la empresa”, manifestó.

Igualmente, los valores de la empresa son diferentes a los convencionales, es más, pueden ser aplicados a su vida personal: Nos conectamos a través de la comunicación; podemos lograr cualquier cosa trabajando juntos; valoramos las ideas de todos; todos somos artistas; somos abiertos y honestos; usamos nuestras habilidades para fortalecer a los demás y nunca nos rendimos.

Para Moreno, el nuevo esquema implementado está en línea con ser una empresa joven y de emprendimiento que quiere motivar a todos sus empleados para que tengan un mejor desempeño.

El mundo al revés

Un caso de una empresa colombiana es Andrés Carné de Res, que desde sus inicios ha mostrado una esencia propia y diferente.

Por ejemplo, cada mesa tiene un nombre (Vincent, Exquisita, Acuarios, Lluvia, y muchos más) en vez de un número. También y como parte de la magia de la casa, de un momento a otro surgió el tema de mencionar el nombre del restaurante como Paraíso Pagano, Hogar Encendido, Restaurante Atípico, Restaurante Locombiano y la Nave Andresiana, entre otros tantos más.

Ante tal circunstancia del “lenguaje andresiano” surgió entonces la idea de hacer de cada cargo algo más especial y darle un nombre muy particular. Así las cosas, Andrés Jaramillo (fundador) tomó el cargo de Gaviero de la nave, pues él es quien ve hacia donde va la nave, con qué rumbo, y otros tantos detalles similares a los que se vive una aventura en altamar.

Con la llegada de un gerente general se nombró un Primer Ministro (también recibe el título de Timonel), quien lleva la bitácora de la nave, revisa y autoriza miles de detalles administrativos, así como quien tiene en sus manos el timón de la nave.

Los demás Ministros son los gerentes de cada área, y allí está el Ministerio de Talento Humano, de Relaciones Exteriores, de obras Públicas y Factorías, de La Palabra, de Compras, Ejecutivo y del Tesoro, de Operaciones, de Calidad Gastronómica, y hay además otros cargos como por ejemplo el Almirante de Andrés D.C., quien es su gerente general, y la Matrona de La Plaza de Andrés.

“Cada uno desde su gestión trabaja con alma, vida, corazón y sombrero para que la nave se mantenga a flote, coordinan y dirigen a todos los demás tripulantes, siempre al servicio del comensal. Comensales a quienes cariñosamente también se les llama peregrinos o devotos”, explica Guillermo Moreno Anzola, escribano polifacético del Ministerio de La Palabra de Andrés Carné de Res, quien se encarga de escribir un sinnúmero de textos sobre diferentes aspectos.

También hay Viceministros, Cónsules y Ángeles de servicio.

Según Moreno, tener un cargo en Andrés va mucho más allá de ejercer una u otra profesión u oficio, pues se valora la dignidad de la persona humana y por ende el tener un cargo como Ministro le da cierto estatus, tanto al interior como hacia el exterior del restaurante.

“Ministro significa también servidor, representante. No se trata solo de un título, es un compromiso que se adquiere al firmar el contrato de trabajo o de abordaje a esta nave. Si la idea es viable, la persona que toma su cargo puede darle un nombre que no desentone y en el cual se le premie de alguna manera su iniciativa y creatividad”, concluye.