Más de un tercio de los ejecutivos consideran que en sus países el soborno y las prácticas corruptas ocurren frecuentemente. | Foto: Sxc

Trabajo

Ejecutivos están más dispuestos a realizar sobornos

La Encuesta Global de Fraude 2012 de Ernst & Young arroja un preocupante aumento en el número de ejecutivos dispuestos a hacer pagos en efectivo para ganar negocios.

24 de julio de 2012

El 15% de los altos ejecutivos en las compañías están dispuestos a pagar sobornos para ganar o retener un negocio, es decir, un 9% más que en el 2010.

Así lo demuestra Ernst & Young a través de su 12° Encuesta Global de Fraude 2012 “Creciendo más allá: un lugar para la integridad”.

La encuesta contó con la participación de más de 1.700 altos ejecutivos en 43 países incluyendo directores financieros y jefes del área jurídica, de cumplimiento y de auditoría interna, que respondieron preguntas sobre sus puntos de vista en materia de fraude, soborno y corrupción.

Posteriormente, se contactaron a ejecutivos de compañías líderes para debatir, a través de entrevistas cara a cara, los resultados de la encuesta y conocer sus propias fórmulas para mitigar los riesgos.

Así mismo, un número creciente de ejecutivos reconoció que la presión por aumentar los ingresos, los pone en situación de susceptibilidad en el no cumplimiento de las políticas y de la ley. Esto hace que la competencia está siendo distorsionada por las conductas poco éticas de los ejecutivos y organizaciones.

De acuerdo con la encuesta, más de un tercio de los encuestados consideran que en sus países el soborno y las prácticas corruptas ocurren frecuentemente. Esta situación es aún mayor en mercados de rápido crecimiento (por ejemplo, Brasil - 84%, Indonesia - 72%, Turquía - 52%).

Otro riesgo importante es el fraude en los estados financieros, de tal forma que en el Lejano Oriente Asiático, el 15% de los encuestados piensa que los errores en el desarrollo financiero pueden ser justificados.

Errores de las juntas

Las juntas y en particular los comités de auditoría tienen un rol clave en ayudar a la compañía a mitigar los riesgos de soborno y prácticas corruptas.

Al respecto, más de la mitad del total de los encuestados, piensan que las juntas necesitan comprender con más detalle el negocio para que puedan ser una medida eficaz contra el fraude o las prácticas corruptas.

Al tiempo, los mensajes enviados por la dirección se ven disminuidos por la falta de entrenamiento formal y el hecho de no penalizar una mala conducta: casi el 50% de los encuestados cree que, si bien la dirección comunica fuertemente su compromiso frente a las políticas anti- corrupción y la lucha contra el soborno, las personas no son sancionadas por cometer faltas contra dichas políticas.

David Stulb, líder global de Investigación de Fraudes y Servicios de Disputas de Ernst & Young, afirma que "nuestros resultados muestran las compañías siguen buscando oportunidades en nuevos mercados, sin embargo, muchos ejecutivos no reconocen que nuevos mercados, implican nuevos riesgos. Las Juntas y la gerencia necesitan implementar evaluaciones frecuentes de anti-soborno/anti-corrupción, al igual que obtener mejor información y no sólo más información".

Los directores financieros, centro de atención

Los CFO’s se encuentran entre los ejecutivos más influyentes en el momento de informar a las Juntas sobre fraudes, sobornos y corrupción. Sin embargo, como se ha visto en numerosos fraudes de estados financieros de alto perfil, un CFO no ético puede sobrepasar los controles.

Las respuestas de los casi 400 CFO’s encuestados, sugieren que sólo una minoría podría estar relacionada con el problema. Es allí donde el 15% de los directores financieros encuestados, admiten estar dispuestos a realizar pagos en efectivo para ganar negocios, mientras que otro 4% estaría dispuesto a presentar resultados financieros falsos.

Este grupo de ejecutivos no es un número representativo, pero teniendo en cuenta su responsabilidad, representan un gran riesgo para sus negocios y sus juntas.

David Stulb agrega "los CFO’s con los que trabajamos están siempre comprometidos con los más altos estándares éticos. Sin embargo, la creciente influencia del CFO en las compañías significa que tienen un papel clave en la prevención del fraude, soborno o corrupción y por ende deben redoblar sus esfuerzos para encontrar el tono adecuado".