Varias universidades españolas han creado programas en inglés en los últimos años. | Foto: Archivo Semana

Educación

¿Debe ser el inglés el idioma de la universidad?

¿Deberían las universidades de América Latina y España impartir sus clases en inglés para que sus graduados en arquitectura, ingeniería o economía sean más competitivos?

Alianza BBC
22 de junio de 2012

La pregunta aún no ha suscitado un gran debate en el entorno hispanoparlante pero ha generado una enconada discusión en otros países.

En prácticamente todo el mundo académico de habla hispana la única opción para los universitarios es cursar sus estudios en español. El inglés se reserva para los cursos de este idioma como lengua extranjera, que en pocos casos son obligatorios.

Pero en cada vez más países las universidades están introduciendo el inglés para enseñar las disciplinas y ciencias que durante siglos impartieron en sus lenguas nacionales.

Por ejemplo en Italia, donde una de las universidades más prestigiosas, el Politécnico de Milán, anunció recientemente que a partir de 2014 la mayoría de sus programas, entre ellos todos los de postgrado, se impartirán en inglés en lugar de italiano.

La universidad milanesa, una de las más grandes de Italia, ha justificado la decisión en la necesidad de competir como institución internacional.

El Politécnico de Milán sigue así el ejemplo de muchas universidades del norte de Europa. En Holanda, Dinamarca o Suecia es cada vez más común que los universitarios estudien en inglés y no en la lengua en la que son nativos. En Corea del Sur y otros países asiáticos la tendencia es más reciente.

La fortaleza global del español, con más de 400 millones de hablantes nativos, es mayor que la del italiano, con 70 millones, pero esta expansión del inglés hace que surjan cuestiones sobre el futuro de nuestra lengua en el ámbito académico.

¿Deberían las universidades de Hispanoamérica dar preferencia al inglés para mantener su
"competitividad"?, ¿ganarían sus universitarios?, ¿perderían el idioma español y las culturas nacionales?

"Blanco y negro"

Cuando el Politécnico de Milán hizo su anuncio, muchos en Italia reaccionaron alarmados. Quienes se oponen al cambio han organizado una recogida de firmas y aseguran tener el apoyo de 300 profesores universitarios.

El rector del Politécnico, Giovanni Azzoni, se defiende apelando a la necesidad de aceptar la realidad.

"Las universidades están en un mundo competitivo. Si quieres estar con otras universidades globales, no te queda otra opción".

"Hubiera preferido que el italiano fuera la lengua común, habría sido más fácil para mí, pero tienes que aceptar la realidad".

Por su parte, el profesor Emilio Matricciani cree que una universidad pública no debe obligar a sus estudiantes y a su personal a usar el inglés.

"Hablarle italiano a nuestros compatriotas es como ver una película en color, en alta definición, con imágenes muy claras. Por el contrario, hablarles en inglés, incluso con el mejor de nuestros esfuerzos, es, por lo general, como ver una película en blanco y negro, con una definición muy mala, con imágenes borrosas", dice Matricciani.

Revistas

Esta batalla por la defensa del español aún no ha estallado en el mundo académico hispanohablante, donde son pocas las universidades que han creado programas enteramente en inglés.

Paradójicamente, la mayoría de esos programas se imparten en España, la cuna del idioma, en grandes universidades de Madrid o Barcelona como la Carlos III o la Pompeu Fabra.

La madrileña Carlos III ofrece cinco programas enteramente en inglés (como Economía o Ingeniería Aeroespacial) y otros once bilingües, en los que el estudiante puede completar al menos la mitad de los créditos en inglés (como Periodismo o Ingeniería Eléctrica).

En América Latina los casos son mucho más aislados, según le dice a BBC Mundo Roberto Escalante, secretario general de la mayor asociación de universidades de Latinoamérica, UDUAL, que agrupa a cerca de 500 universidades, entre ellas las más importantes del continente.

Afirma que no conoce casos de programas enteramente en inglés entre las universidades afiliadas a UDUAL y que solo algunas ofrecen seminarios o cursos de verano en ese idioma.

Escalante cree que es una exageración pensar como el rector italiano del Politécnico que si una universidad no enseña en inglés puede dejar de ser competitiva.

"Sí es cierto que existe una preocupación entre los rectores latinoamericanos por que sus estudiantes puedan realizar estancias en Europa y Estados Unidos y también por que sus profesores publiquen en inglés en revistas especializadas, pero eso no implica sustituir el español por el inglés como lengua vehicular", opina.

"La lengua es una de las identidades fundamentales de las personas y debemos defender nuestra identidad".

En Italia y los países en que el inglés universitario ha sido implantado, los críticos advierten que cada vez menos libros se escribirán en el idioma local y que la vida intelectual acabaría empobreciéndose.

Escalante cree que las universidades españolas que han creado programas en inglés se mueven en un mercado distinto al europeo, donde desde hace años la Unión Europea ha promovido la movilidad de estudiantes y profesores. "El español es precisamente el atractivo principal de los extranjeros que estudian en América Latina", agrega.

Otro experto consultado, Víctor Cruz, director general de la asociación AUIP, que agrupa a 175 universidades de postgrado, opina que el abandono del español provocaría una fuerte oposición política y de instituciones como el Instituto Cervantes.

"En América Latina ya hay esfuerzos aislados por introducir el inglés, pero de ahí a renunciar a nuestra lengua para introducir el inglés como lengua principal del currículo queda mucho".

Demanda

Pero otros expertos creen que la adaptación al inglés será inevitable si existe una demanda creciente por estudiar en ese idioma.

La profesora de la Universidad de Southampton Jennifer Jenkins cree que los hablantes nativos del español no se oponen al creciente uso del inglés precisamente porque son hablantes de una "gran lengua", una actitud que ella también observa entre los chinos.

Jenkins le dice a BBC Mundo que no cree que la decisión del Politécnico ponga al italiano en peligro.

"El italiano, como cualquier otra lengua, cumple una función de identidad muy importante y los italianos que dominen el inglés no dejarán de usarlo entre ellos. Un idioma sirve para comunicarse con otros italianos. El otro sirve para comunicarse en el ámbito internacional, con quienes no hablan italiano".

"Es verdad que hay un peligro para el italiano", precisa la profesora británica. "Las palabras científicas en italiano podrían acabar desapareciendo por falta de uso. Pero quizás ese es el precio que hay que pagar para que la gente pueda comunicarse globalmente".