El celo profesional es más común de lo que parece, por lo que es necesario ser cauteloso en la forma en la que nos relacionamos con los compañeros.

Laboral

Celos profesionales: cómo combatirlos

En ocasiones la productividad se ve afectada por las relaciones con las personas del trabajo. Puede suceder que usted tenga celos de los demás o que los demás los tengan de usted. En ninguno de los dos casos es una cosa positiva.

24 de febrero de 2014

El celo profesional es más común de lo que parece, por lo que es necesario ser cauteloso en la forma en la que nos relacionamos con los compañeros y tener precaución de no disminuir sus logros o poner trabas para su desempeño.

A continuación le compartimos algunos consejos para que la convivencia con sus compañeros no se convierta en algo indeseable y digno de una historia de terror:

• Asuma su parte. Sin importar qué tan tranquilo sea, en cualquier momento vivirá una diferencia con un compañero. Cuando eso suceda, trate de analizar qué parte del conflicto es responsabilidad suya (o no lo es) y responda a la otra persona con argumentos válidos. Es importante conservar la calma, no hace falta gritar, exprésese tranquilo pero con palabras firmes.

• Busque inclusión. Si se da cuenta de que es víctima de envidias profesionales, es necesario diseñar una estrategia para frenar esos sentimientos negativos. Algunas de las cosas que puede hacer es, por ejemplo, ser inclusivo, hablar de lo que otros hacen para que sus proyectos salgan bien. Si otros compañeros insisten en meterle en la dinámica de recelos, trate el tema con algún supervisor resaltando que sabe hacer su trabajo y los esfuerzos previos que ha realizado por terminar esta conducta.

• Concilie.
Al enfrentarte a una persona que intenta descalificar su trabajo, o hace alarde de una posición que usted no tiene, sea más inteligente, busque el motivo que tiene ese compañero para actuar de tal manera, tal vez es el momento propicio para saber si está propiciando algún celo infundado; No obstante, de no ser así, trate de entender sus argumentos para proponer una solución que haga a su contraparte fijar su atención en alguien más.

• Hable. Esta es la parte más importante en cualquier problema laboral. A veces, por evitar el conflicto y seguir con el acelerado trabajo dejamos que una mala situación avance, y cuando se desea poner límites o aclarar las cosas es demasiado tarde, pues nuestra imagen ya está perjudicada y emocionalmente se está agotado, al grado de llegar a la renuncia.