Trabajo

Cómo saber si su jefe desconfía de usted

Aunque usted haya pasado un filtro de selección y todo indique que hace bien su trabajo, siempre hay una probabilidad de que algo pueda fallar. ¿Las empresas realmente confían en sus empleados? FP le cuenta.

17 de abril de 2015

Un estudio, realizado por la firma global de consultoría y movilidad de talento Lee Hecht Harrison (LHH), reveló que el 33% de las compañías está inconforme con la calidad del talento de sus empleados y desconfía de sus capacidades y habilidades de liderazgo.

Aunque la encuesta fue realizada en Estados Unidos, dijo John Badel, gerente de LHH en Colombia, el panorama en Colombia es similar y los resultados constituyen una alerta sobre el desaprovechamiento del 30% del potencial de las personas en momentos en que la competitividad es clave.

“Esta desconfianza se produce quizás por la falta de conocimiento sobre procesos y herramientas para desarrollar al talento interno de las organizaciones, sumado a que los empresarios no cuentan con un mapa de sus talentos y sistemas de valoración de competencias y potencial futuro riguroso”, señaló el experto.

El experto Paul Petrone, escritor en LinkedIn, señala que son doce las señales que pueden mostrar que su jefe o empleador no confía en usted:

1. Dan instrucciones en lugar de objetivos: dicen a sus empleados tanto qué hacer y exactamente cómo hacerlo.

2. Hacen que un empleado solicite una autorización para salir temprano: las empresas que desconfían hacen que sus empleados “marquen reloj de entrada y de salida”, por lo que el trabajo se siente como una carga.

3. Tienen gerentes que trabajan en la noche: ¿Por qué están tan sobrecargados de trabajo? Porque no delegan porque no confían en las personas que tienen a su cargo.

4. Tienen una política para todo: todo está reglamentado por procedimientos operativos estándar de cómo la empresa debe estar.

5. Tienen cantidades de procedimientos de aprobación: cada acción debe ser aprobada por una gran cantidad de diferentes personas.

6. No permiten que sus trabajadores teletrabajen: piensan que "trabajar desde casa" es un permiso para "ver Netflix y comer helados durante todo el día".

7. Monitorean el uso de internet: páginas bloqueadas como aquellas de compras en línea o de juegos no son permitidas.

8. Retienen información de sus empleados: realizan reuniones a puerta cerrada y tienen correos electrónicos secretos en los que el conocimiento y el poder está canalizado a unos pocos elegidos.

9. Mantienen a alguien a su alrededor a quien consideran inepto: son personas que no funcionan pero que en vez de despedirlos, continúan con ellos.

10. Dan órdenes en lugar de tener conversaciones: dictan mandatos que deben ser adoptados sin quejarse.

11. Hacen caso omiso de las quejas de sus empleados: no hay buzones de sugerencias ni espacios para hacer una retroalimentación.

12. No confían ni en ellos mismos: esa desconfianza conduce a una gestión en la que se esfuerzan por lograr que los empleadores trabajen más duro y sean más inteligentes, pero en realidad, obtienen el efecto contrario.

Lo que debería ser…

Esto sucede, generalmente, “como consecuencia de la tendencia a contratar personal externo como solución inmediata, que no solo puede resultar menos costo-efectivo, sino que contribuye a aumentar la desmotivación interna y derivar en una reducción de la productividad”, añadió John Badel.

Lo ideal es que las empresas ofrezcan espacios en los que haya capacitación, seguimiento en su carrera profesional y potencialización de sus habilidades.

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