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Laboral

¿Quemado en el trabajo? 10 claves para recuperarse

Si es de quienes tiene una pasión particular por lo que hace pero a la vez se siente agotado, física y mentalmente, probablemente usted esté sufriendo del síndrome de burnout. La verdadera pregunta es cómo seguir adelante, sin tener que renunciar.

5 de agosto de 2015

Cuando inicia cualquier trabajo que promete satisfacer sus expectativas, brindarle los espacios laborales que tanto estaba buscando y ayudarlo a crecer profesionalmente, seguramente lo tomará con todo el gusto y las responsabilidades que eso involucra.

No obstante, con el paso del tiempo, las exigencias que pueda tener en su trabajo y el empeño y dedicación que usted tenga; puede hacer que poco a poco usted “se queme”, porque inició entregando todo de usted y luego, sencillamente, empezó a tener un agotamiento o desgaste que por el ritmo, puede ser normal.

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El tema es que, a pesar de todo esto, debe seguir adelante con su trabajo, seguir dando lo mejor de sí y procurar obtener cada vez, mejores resultados. Entonces, el panorama parece oscurecerse y, sobre todo, cuando aún puede faltar mucho tiempo para salir a vacaciones.

Entre los efectos, la pasión y el entusiasmo que antes lo motivaban tanto, parece que ya se esfumaron. El cansancio, por más que duerma, se hace permanente y ahora, las responsabilidades que le asignaron al inicio, se hacen más pesadas que antes.

No obstante, un estudio citado por Mindtools señala que “las personas que experimentan el burnout en su carrera, de forma temprana, a menudo les resulta más fácil recuperarse que las personas que lo empiezan a vivir más adelante en su carrera”.

¿Cómo superarlo?

Cada persona vive este tipo de situaciones de forma diferente e independiente. No todos los casos son iguales ni las “resistencias” a estar bajo la presión y el estrés todo el tiempo. Así, lo importante primero, es reconocer si realmente está viviendo una situación de este tipo o si se trata solamente de una semana dura.

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Y es que, incluso, si lo que hace es ignorar el problema, las condiciones pueden ser mucho peores y más catastróficas las consecuencias porque, lo ideal, es recuperarse en un tiempo que le permita recuperar las fuerzas y el amor por lo que hace.

• Evalúe las causas: haga un recuento de qué es lo que realmente lo llevó a ese punto en el que está. Quizás fue por un proyecto particular o algo por lo que tenía que responder ya o ya. En ocasiones, todas las situaciones se confabulan con el universo para que ese estrés aumente y permanezca durante unos meses más. Así, verifique las tareas o labores que tiene actualmente, la forma en la que puede hacerlas de forma más eficiente o, dado el caso, en quién podría llegarse a apoyar para que tenga un respiro de tanta carga.

• Modifique su rutina: uno de los principales factores que profundiza el “quemarse” es que todas las cosas se sigan haciendo de la misma forma, a la misma hora y con los mismos recursos. Entonces, si está dentro de sus posibilidades, intente cambiar algunas de esas cosas: quizás madrugar un poco más para salir más temprano o no permitirse llevar trabajo a la casa. Si bien esto no disminuye su trabajo, le permite desarrollar su creatividad y tener otro tipo de ambiente para hacer las cosas.

• Aprenda a decir “no”:
esto se traduce en que lo ideal es no aceptar nuevas responsabilidades, mientras termina de asumir las que ya tiene.

• Pensamiento optimista:
le puede ayudar bastante. Empiece por respirar profundo, cerrar los ojos y exhalar el aire lentamente, cuando se le presente una situación estresante o que no esperaba y que, por supuesto, afectará su carga laboral. Luego de eso, aunque vea todo un poco oscuro, procure pensar las cosas como oportunidades y no como dificultades; como sugiere Carey Nieuwhof.

• Socialice: no se atore solito con su problema. Si siente que está quemado, comuníquelo, dígalo, háblelo, grítelo. El hecho de reprimir el sentimiento e, incluso, evitar llorar, puede hacer que todo empeore. No es necesario mostrarse fuerte con el tema. A cualquiera le puede suceder esto en cualquier momento de su vida. Incluso, si es necesario, busque ayuda profesional, sea sicológica o espiritual, porque en ocasiones todo el problema está en que no hay una forma adecuada de ver las situaciones o asumir los problemas.

Inc. también sugiere que, sea el caso y si su empresa tiene la política de darle prelación a su talento humano, hable con el departamento encargado sobre lo que está sucediendo. Con esto, puede lograr una licencia de un par de días o la posibilidad de contar con más apoyo en su cargo.

• Equilibrio: verifique, en porcentajes, qué aspecto de su vida está ocupando más de un 50% de su atención. Recuerde que lo importante es tener un equilibrio en su vida personal y profesional sin descuidar ninguno de los dos. Quizás este estrés y cansancio también pueden estar empezando a afectar sus relaciones familiares y volverlo irritable, incluso, los fines de semana. Con esto, también implica que tiene que prestar una atención particular a su salud: su alimentación, el ejercicio físico que debe estar haciendo (para liberar el estrés) así como las consultas a medicina general. Aunque depende de su nivel de estrés, recuerde que los efectos en el desarrollo de enfermedades pueden ir desde una simple migraña hasta paros cardiacos.

• Desconéctese: así sea solamente los fines de semana. Huffington Post expone un caso de esto, en el que sugiere como una técnica muy útil viajar durante el fin de semana, experimentar nuevos espacios o hobbies así como también conocer personas. Procure hacer de cada fin de semana una aventura nueva, desde conocer un centro comercial, hasta viajar unas cuantas horas hasta llegar a un lugar pequeño y tranquilo.

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