Los colombianos están obsesionados con la productividad

La Corporación Día de la Niñez, organización sin ánimo de lucro promotora y experta en el juego, en alianza con la agencia de publicidad JWT, autoridad en tendencias de comportamiento, realizó un estudio sobre las barreras que existen para que los colombianos jueguen y el impacto que tiene esta práctica en su vida personal, familiar y laboral.

La investigación, que se realizó inicialmente en Estados Unidos y Reino Unido arrojó que el 74% de los adultos estadounidenses y británicos afirman que las actividades que realizan siempre están tras el logro de una meta, mientras que el porcentaje de acuerdo a los colombianos es del 86%.

Es decir, las actividades que realizan los colombianos siempre tienen un propósito, pues sienten que tienen responsabilidades apremiantes y afirman que la exposición permanente a la tecnología, la estructuración del día a día y la necesidad de optimizar tiempos, dificultan las oportunidades de vivir experiencias de juego creativas e innovadoras.

En Colombia, los paisas son los que más preocupación sienten por la productividad. El 92% afirma que todo lo que tiene como objetivo cumplir una meta mientras que el 77% siente que siempre hay algo de lo que se debe hacer cargo. En Cartagena el 88% de los encuestados manifiestan hacer todo en función de una meta, mientras que en Bogotá tan solo el 77%

Los resultados de esta encuesta se convierten en una gran oportunidad para que en el 2014, no solo los adultos y sus familias, sino también las empresas y la sociedad en general, desarrollen actividades en torno al juego libre y desestructurado, reconociendo sus beneficios” afirma Ruth Camelo, Directora de la Corporación Día de la Niñez.

El estudio tanto para Colombia como para Estados Unidos y Reino Unido, arrojó que los padres son la población que tiene significativamente menos tiempo para jugar, que aquellas personas que no tienen hijos. Así, el 43% de los ‘padres’ encuestados sienten que ya no hacen nada para divertirse, mientras que los ‘no padres’ en un 33%. Los ‘padres’ a diferencia de los ‘no padres’, suman a sus barreras la necesidad de realizar más actividades productivas enfocadas en cubrir sus necesidades y conseguir metas conjuntas con el núcleo familiar.

Sin embargo, a diferencia de Estados Unidos y Reino Unido, los colombianos tienen mayor conciencia de la orientación que ha sufrido la sociedad hacia los resultados y la falta de tiempo para jugar como niños. De ahí que, los datos más sorprendentes del estudio demuestran que el 94% de los colombianos encuestados reconocieron que el juego no solo debería ser parte de la vida de los niños sino también de los adultos y un 78% sostuvo que extrañan jugar como niños.

Los resultados empresariales, por su parte, son muy positivos ya que quedó demostrado que cada vez más empresas ubicadas en Colombia implementan el juego como ventaja competitiva. En efecto, con el surgimiento de una creciente necesidad por jugar, los empresarios han logrado percibir el juego como una excelente oportunidad para impulsar la creatividad de sus empleados y generar empatía hacia su imagen, para lo cual buscan adaptar nuevos espacios y ofrecer herramientas de entretenimiento dentro de sus oficinas.

Fernando Martelo, miembro del Consejo de Fundadores de la Corporación Día de la Niñez, afirma que el juego es un factor que está transformando día a día nuestra sociedad y su importancia cobra más seguidores. “No solo los adultos y niños aceptan el juego como parte esencial de sus vidas, sino que las empresas están revolucionando la forma de incorporarlo. Compañías en Colombia como Google destinan el 30% de sus espacios para que sus empleados puedan jugar libremente; Nestlé motiva a sus empleados a disfrutar del tiempo libre estipulando las 2:00 p.m. como hora de salida los viernes; Coca Cola implementa espacios de juego para sus empleados durante el horario laboral, son algunos de los ejemplos de esta revolución del juego en Colombia”.

Ann Mack, Directora de Trendspotting de JWT expresa que "en una época en que las personas están sintiendo que no pueden disponer de tiempo para realizar actividades sin un fin productivo, surge una creciente conciencia de que el tiempo no estructurado o libre impulsa la imaginación, la creatividad y la innovación.”