Cinco aspectos para tener en cuenta si trabaja en una oficina

Ambiente laboral

Cinco aspectos para tener en cuenta si trabaja en una oficina

Son muchos los aspectos que tienen impacto y determinan la manera en que somos juzgados en un ambiente laboral, aquí algunos ejemplos que pueden facilmente pasarse por alto.

10 de diciembre de 2014

Cuando se trata de saber cómo está siendo juzgado en su trabajo, se puede pensar que lo único que importa es el desempeño. Pero la realidad es que las percepciones humanas juegan un papel clave y usted puede estar emitiendo señales equivocadas sin intención o sin darse cuenta.

Por eso es importante que las tenga presente al momento de interactuar dentro de su ambiente laboral. Estas son algunas de las señales y cómo su jefe o sus colegas pueden reaccionan frente a ellas.

1. La gente con la que usted pasa el día laboral


No importa qué tan bueno sea usted trabajando si siempre se la pasa almorzando o chismoseando con compañeros de trabajo que sólo hacen lo mínimo, se quejan de casi todo o no se la llevan bien con sus jefes. Esto puede llevar a que perciban de usted esas mismas características. En cambio, si usted suele pasar sus ratos libres con las personas que se destacan por su productividad y cumplen todo y hasta más de lo que se les pide, los que lo rodean van a percibir una ética de trabajo similar y una seriedad al momento de tomar decisiones y afrontar situaciones complicadas. Esta es la persona que usted quiere ser.

2. La hora en la que usted se va de la oficina


Si usted es de los que se la pasa mirando el reloj y apenas se cumple su jornada laboral abandona el recinto, puede ser visto como alguien que simplemente trabaja en lo requerido pero que no está dispuesto a dedicarle mayor tiempo de ser necesario. Esto puede crear un impacto al momento de discutir un aumento de salario o posición dentro de la empresa.

Si por el contrario usted suele quedarse horas extra y se ocupa de todo sin importar el tiempo, puede ser visto como una persona con un alto compromiso. Intente dejar a un lado el reloj y no se preocupe sin los demás se empiezan a ir. La clave está en proponerse objetivos diarios y cumplirlos sin importar la hora en la que los acabe.

3. La ropa que se pone para ir a trabajar

Vístase para el trabajo que quiere no para el que tiene. Puede que usted simplemente tenga que ponerse unos jeans y camiseta para ir a la oficina pero si sus compañeros y sus superiores todos lucen más elegantes que usted, lo ideal es que se vista acorde al ambiente laboral. La gente tiene mayor facilidad de imaginárselo en una mejor posici{on dentro de la compañía si está vestido de manera correcta, con una apariencia limpia y decente. Por eso en vez de pensar en el código de vestimenta como lo mínimo para tener en cuenta, piense que su ropa le transmite a los otros lo que pueden llegar a pensar de usted.

4. La forma en la que usted se comporta en las reuniones


Si usted suele sentarse en las reuniones en silencio sin participar, está dando señales de contribuir poco o que lo que están discutiendo casi no le importa. Aun peor si usted suele pasar la mayoría del tiempo de la reunión revisando mensajes y correos en su celular. Por eso siempre intente ser participativo en las reuniones. Haga preguntas y si puede inclusive deje su celular en otro lado en donde no vaya a ser interrumpido.

5. La forma en la que está decorada su oficina


Si su oficina carece de alguna decoración y todo está prácticamente sin estrenar, usted puede estar señalando que sólo está en ese puesto de paso y que pronto ya no estará en ese lugar. Esto puede llevar a que otros no estén interesados en pedir citas y resolver inquietudes con usted. Es fácil traer un par de objetos de la casa que le puedan dar más vida y color a su puesto de trabajo.

Pero por otro lado tampoco es ideal que sean demasiados. Si cada rincón de su oficina está plagado de fotos, figuritas de arte y papeles por todo lado, usted puede dar indicaciones de que su foco ésta en otro lado. También es clave tener un puesto de trabajo arreglado y limpio para que no sea visto como alguien desordenado y ocupado.