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En el trabajo

Tener celos de su colega o ser inteligente: ¿cuál escoge, cuando es otro quien triunfa?

Sin importar cuáles sean las razones o motivos del ascenso o reconocimiento de un compañero de trabajo, esto puede generar ciertos sentimientos de envidia en los demás. ¿Usted cómo actúa ante esas situaciones, tratándose de alguien cercano?

8 de abril de 2016

Lograr un éxito, reconocimiento o ascenso dentro de una empresa o quizá, fuera de ella, es algo que no se logra de la noche a la mañana. Bueno, no faltarán ciertas circunstancias, como estará pensando usted en este momento, en el que “la rosca” sea uno de los factores que ayudaron a que un colega o conocido suyo ahora esté en una mejor situación.

Pero una cosa es que la persona siga creciendo dentro de su carrera profesional y otra distinta, puede ser, cuando usted sentía que lo merecía más que esa persona, por su esfuerzo, su dedicación, su perfil o por su experiencia. Todo esto surge porque, más allá de la amistad y una relación o convivencia con los demás, la sensación de competencia siempre se presenta entre los seres humanos.

Esto no significa que sea algo malo. La misma competitividad hace (y prácticamente obliga) a las personas a dar lo mejor de sí para alcanzar un objetivo. El problema es cuando esto se convierte en una obsesión y se crea un resentimiento que solo afecta a la persona que lo siente, más no a quien tuvo el feliz suceso.

No lo niegue. Muy seguramente en algún momento de su vida lo sintió, ya sea en el colegio, la universidad o ahora mismo en su vida laboral. Sólo que, para cuando se dio, tuvo dos opciones: o pudo aceptarlo de una forma tranquila y controlada, siguiendo su ética, o realmente le causó mucha molestia al punto que realizó malos comentarios, no tuvo un comportamiento compañerista y se enojó con la persona o con quien lo ascendió.

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Los efectos

El primer efecto de esto es que surge la pregunta “¿por qué a él/ella y no a mí?”, en la que usted empieza a hacer un análisis y una comparación de lo que ha hecho o dejado de hacer, con respecto a la otra persona. Eso conlleva a que su autoestima empiece a verse sacrificada, en tanto que no se considera lo suficiente en su trabajo, no confía en sus habilidades o empieza a hacer una herida mucho más profunda en lo que pueden ser sus defectos.

“Nuestra relación con el poder y el éxito a menudo pueden colorear tanto la imagen que tenemos de sí mismos y cómo vemos a los demás. Alguien que está experimentando la duda y el cuestionamiento de su propio éxito hace lo obvio: se compara a sí mismo con otros que parecen más a gusto, más eficiente y más dominante y confianza”, explican los expertos en reclutamiento profesional, Brazen.

Entonces, cuando surjan este tipo de situaciones y sentimientos, es importante considerar el potencial que usted tiene, su formación y sus habilidades, sin tener que entrar en comparaciones odiosas que lo que pueden hacer es llevarlo a tener una actitud de reproche que, ahí sí, puede causar una mala y poco profesional imagen, tanto para sus compañeros, amigos o incluso, su jefe.

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¿Qué hacer?

La situación es fácil y sencilla y también tiene mucho que ver con su nivel de inteligencia emocional. En esto, The Muse explica que hay ciertas cosas que usted puede hacer y en las que puede actuar, con el fin de superar un momento de estos:

  1. Pida consejo: lo ideal es que pueda entrar a determinar qué fue lo que hizo que la persona tuviera éxito en lo que usted no pudo; lo cual implica no ver a su compañero como un adversario sino, más bien, como un mentor. Acérquese de “a pocos” y haga momentos de observación en el ámbito laboral. Luego, pida consejos o trucos que le puedan ayudar a crecer profesionalmente. Quien quita que a la próxima sea el quien le ayude a subir ese escalón que usted quería.

En esto, el lenguaje también es importante: elimine palabras despectivas a la hora de referirse a la otra persona, considere hacer un elogio a algo particular que usted quisiera desarrollar.

  1. Concéntrese en su fuerte: no se obsesione con lo que tienen los demás, fíjese cuál es esa característica que usted si tiene que quizá esa persona no y fortalézcala aún más. Y es que, lo que usted no sabe, es que muchas veces esa persona también puede envidiar algo de usted. La idea es concentrarse en su propio desarrollo personal y profesional, haciéndolo su punto de diferencia.

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Para esto, busque una retroalimentación con sus compañeros, su actual o pasados jefes así como los profesores que lo conocieron en la universidad; si es que no tiene muy claro.

  1. Sus sentimientos son suyos: hay cosas que no deben salir de su boca ni de su corazón, menos en el ambiente laboral porque, aunque pueda creer que sus colegas son confidentes, puede llegar a oídos de alguien más y, con ello, empezar a crear una mala reputación: “las paredes tienen oídos”.

Esto es lo contrario cuando usted se alegra por el éxito de alguien más, ya que va a favor de la construcción de un trabajo en equipo, reconociendo que las habilidades de otros pueden hacer que un negocio crezca o avance.