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¿Los mejores jefes son los que toman las decisiones más rápido?

Siempre se ha creído que un buen líder es rápido para tomar decisiones, pero ¿es esa la mejor manera de dirigir una organización? ¿Sería realmente mejor poner a cargo alguien que no se apresure?

Alianza BBC
BBC Mundo
23 de mayo de 2016

Por mucho tiempo se ha considerado que un buen líder no vacila en sus decisiones. Se cree que los mejores jefes conocen bien su propia mente y escogen el camino apropiado con rapidez. Este es el tipo de persona que se supone debe estar a cargo de una empresa, un ministerio o incluso de un equipo de fútbol.

Son los que hacen que las cosas ocurran.

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Generalización

Sin embargo, ¿qué pasaría si esta opinión generalizada está equivocada? ¿Sería realmente mejor poner a cargo a alguien que no se apresura y aplaza la toma de decisiones?

Esa es precisamente la opinión del psicólogo empresarial Adam Grant, que explora el tema en su reciente libro "Originales: ¿cómo ven el mundo los no conformistas?".

Grant, de la escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, en EE.UU., dice que la procrastinación en realidad puede abrir la mente de un jefe de una empresa a pensamientos más creativos, y que se encuentre un momento más oportuno para, por ejemplo, lanzar un nuevo producto.

"La dilación les permite disponer de tiempo para que sus ideas se filtren... y las nuevas tecnologías aparezcan", dice.

Explorar nuevas ideas

La opinión del profesor Grant es que los líderes empresariales deben "explorar nuevas ideas temprano, pero retrasar la ejecución de las mismas por un tiempo para permitir conocer más acerca de ellas". O en otras palabras, "ser rápido para empezar y lento para terminar" un nuevo proyecto.

Grant habló con el cofundador de Google, Larry Page y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, cuando llevaba a cabo la investigación de su libro.

Asegura que ambos admitieron que a menudo retrasaban las decisiones hasta el último minuto posible, ya que, en palabras del profesor Grant, "quieren toda la información sobre la mesa, y quieren darse a sí mismos una gran cantidad de tiempo para procesar la información".

Dicho enfoque puede haber contribuido al éxito de ambas compañías, que fueron capaces de dejar atrás a ex rivales que salieron antes al mercado, como la librería en línea de Charles Stack o la red social MySpace.

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"Se lleva tiempo”

Pero Joseph Ferrari, profesor de psicología en la Universidad De Paul de Chicago, y autor de más de 65 estudios sobre la procrastinación, no está de acuerdo.

Dice que posponer la toma de decisiones puede ser destructivo. "Otras personas van a verse afectadas cuando alguien retrasa un proyecto o una tarea," señala el profesor Ferrari.

Advierte que cuando algunas personas se demoran en hacer las cosas en realidad están tratando de escaparse de su propia responsabilidad sobre esas obligaciones. Ferrari llegó a la conclusión de que si un proyecto o decisión se deja hasta el último minuto, es tal la prisa que los errores se hacen más comunes.

Rita McGrath, profesora de administración en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, dice que las empresas generalmente no pueden tomar una decisión correcta rápidamente. "Se necesita tiempo para tomar una decisión compleja", afirma.

Su punto de vista es que los líderes empresariales deben reflexionar sobre una tarea, estudiarla desde diferentes ángulos y retrasar su ejecución hasta el momento oportuno.

El caso Facebook

El lanzamiento de Facebook por Mark Zuckerberg es un buen ejemplo de esto, de acuerdo con la profesora McGrath. Zuckerberg fundó Facebook con poco o nada de dinero, mientras todavía era un estudiante en la Universidad de Harvard.

Primero probó la red social en las universidades de Estados Unidos, al tiempo que estudiaba en qué estaban fallando rivales de ese entonces como MySpace o Friendster. Sólo cuando estuvo satisfecho con la manera en la que Facebook funcionaba, la abrió a los usuarios en general. De ahí pasó a su enorme éxito global.

Adam Grant sostiene que el caso de Facebook muestra las ventajas de aplazar las decisiones. "Si se espera, en vez de apresurarse, se puede ver como evoluciona el gusto del consumidor y entrar en (el mercado) en el momento adecuado."

Y añade: "El problema con los que toman decisiones rápido es que eso refleja una conducta que actúa con la mejor información disponible en el momento y que basa una decisión en el instinto, en lugar de mantener un sano escepticismo". "Permita que los pensamientos inesperados influyan en su decisión", agrega.

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"Carrera"

Lee Biggins, fundador y director general del sitio británico de búsqueda de trabajo CV-Library, asegura que hay un tiempo para la dilación y también ocasiones en las que una decisión rápida es vital.

"Depende de qué se trata la decisión así como del tamaño de la empresa", puntualiza. "Mientras que algunas decisiones requieren un examen detenido, otras dependen de una reacción rápida, sobre todo cuando se trata de una compañía más pequeña".

"Los líderes deben aprender a confiar en su instinto, pero también saber cuándo se deben dar espacio y tiempo a ellos mismos".

"Ha habido muchas ocasiones en mi carrera en CV-Library en las que la toma de una decisión rápida ha sido la única razón para el éxito. Responder antes que la competencia es la mejor manera de ponerse al frente de la carrera", dice Biggins.

"Sin embargo, para las decisiones a más largo plazo, tales como la forma en la que estamos ampliando el negocio, o el desarrollo de infraestructura clave, llevaré a cabo grandes cantidades de investigación y me tomaré mi tiempo", concluye.