Los estudiantes tienen miles opciones para aplicar a becas en cualquier parte del mundo. | Foto: Sxc

Estudiar

Becas: el candidato ideal

Una beca de estudios no sólo ayuda financieramente, también hace más atractivo el currículum de los estudiantes y profesionales. ¿Cómo convertirse en el candidato ideal?.

Alianza DW
13 de junio de 2012

La tensión se respira en el ambiente. Entre los candidatos, el rumor ya se había extendido: sobre grande, apto; sobre pequeño, no apto. “Esperaba ansiosa encontrarme el sobre en mi buzón”, recuerda Hua-Jing Han. Tras dos semanas en ascuas, llegó el preciado sobre de admisión.

Todo ello sucedió hace un año, sin embargo, Hua-Jing Han, de origen chino, recuerda como si fuera ayer cómo tramitó su solicitud a la beca de la Fundación Académica Deutsches Volk. Al graduarse en Alemania con una de las mejores notas de su promoción, la estudiante fue nominada por su escuela para participar durante 3 días en este competitivo proceso de selección.

Los 10.000 estudiantes que acuden cada año a realizar las pruebas de acceso hacen sus propias cábalas. “Dicen que uno no puede prepararse para ese tipo de examen”, comenta Hua-Jing Han. Cada participante debe hacer una exposición, dirigir grupos de debate y superar dos reuniones con la comisión examinadora.

Becas al compromiso social

El curriculum de Hua-Jing se asemeja al de muchos otros candidatos: sacó un 10 en sus exámenes de acceso a la universidad, toca el violín y colabora en su tiempo libre con la organización Greenpeace. A pesar de que se trata de una estudiante con un innegable talento, Hua-Jing no creía tener posibilidades de conseguir la beca: “pensaba que buscaban otro perfil”, dice. Tras ser admitida, la estudiante comprobó que se equivocaba.

Según el secretario general Gerhard Teufel, los candidatos deben cumplir tres requisitos básicos: “haber conseguido buenas notas en el colegio, ser voluntario en alguna asociación y mantener un compromiso social o medioambiental con el entorno del estudiante”.

Este principio de responsabilidad social que los candidatos deben mostrar hacia su comunidad puede ser muy variado y, en todo caso, dependerá del nivel socioeconómico del estudiante, para que no sólo los alumnos privilegiados puedan acceder a esta oportunidad.

Romper con la imagen elitista

La fundación busca romper con la imagen de escuela elitista con la que se le asocia. Desde 2010, las notas de fin del ciclo preuniversitario desempeñan, de esta forma, un papel más reducido. En este sentido, las solicitudes de jóvenes de origen inmigrante son bien acogidas.

Independientemente de las recomendaciones de la escuela, los estudiantes también pueden solicitar la beca directamente a través de la fundación. Aquellos que pasen las pruebas de selección, recibirán 150 euros para libros, podrán disfrutar de una academia de verano, cursos de idiomas… Sin olvidar la amplia red de contactos, entre los cuales se moverán los mejores estudiantes selecciondos.

Bien lo sabe Martin Lippert, quien aspira a trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores. “A mí me interesa el contacto con el resto de becarios”, dice. “Las amistades que se forjan pueden durar años”. Lippert pasó las pruebas el fin de semana: “me dije a mí mismo: estoy en un momento muy importante de mi carrera y sería genial conseguir esta beca, pero si no es así, es que no es el momento”, comenta.

Esta actitud parece, sin duda, la más acertada. Junto con Hua-Jing Han, Lippert fue uno de los 3.000 estudiantes que cada año son becados por la Fundación Académica. Entre los mejores de su curso, este joven de talento visualiza ahora su próximo objetivo: esforzarse hasta el final para acabar con éxito la carrera.