Economía francesa se estanca en segundo trimestre

El crecimiento económico de Francia se estancó en el segundo trimestre, elevando la presión sobre el Gobierno para recortar el gasto y abolir las exenciones impositivas para convencer a los mercados financieros de que cumplirá sus metas de rebaja de deuda.

12 de agosto de 2011

PARIS (Reuters) - La oficina de estadísticas de Francia dijo que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de un 0 por ciento en el período de abril a junio contra el crecimiento en el primer trimestre de un 0,9 por ciento, el mejor en casi cinco años.

La principal causa fue una caída en el consumo de los hogares, que declinó un 0,7 por ciento desde el primer trimestre, una señal particularmente preocupante para una economía que, a diferencia de la alemana, depende con fuerza de la demanda doméstica.

Economistas consultados por Reuters habían ofrecido un pronóstico promedio de un alza de un 0,3 por ciento.

Luego de que el Banco Central Europeo entró en acción esta semana para defender a los bonos de Italia y España, el fuego de los mercados se concentró en Francia en medio de rumores sobre la salud de sus bancos y la solidez de su calificación AAA.

Una economía estancada no contribuye a la situación.

El ministro de Finanzas de Francia, Francois Baroin, restó importancia a los datos trimestrales, sosteniendo que no era una sorpresa luego del sólido comienzo del año.

El dijo que el Gobierno no revisará a la baja sus pronósticos de crecimiento y que cumpliría sus metas de recorte de deuda, luego de que el presidente Nicolas Sarkozy ordenó el miércoles a sus ministros que encuentren nuevas vías para bajar el déficit público.

El plan de recorte de deuda está basado en un crecimiento del PIB de un 2 por ciento en el 2011, de un 2,25 por ciento en el 2012 y de un 2,5 por ciento en promedio tanto en el 2013 como el 2014.

Un reporte reciente del FMI ofreció una imagen menos optimista, pronosticando un crecimiento de un 2,1 por ciento para el 2011, de un 1,9 por ciento en el 2012 y de un 2 por ciento para el 2013.

Francia, Italia, España y Bélgica fijaron la prohibición de ventas en corto de acciones financieras el jueves en la noche, en un intento coordinado por restaurar la confianza en los mercados golpeados por rumores y costos mayores de crédito.