Economía Brasil crece en 3er trim,pero se desacelera

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9 de diciembre de 2010

Por Luciana Lopez y Vanessa Stelzer

SAO PAULO (Reuters) - El Producto Interno Bruto de Brasil siguió creciendo con bríos en el tercer trimestre y, pese a que se desaceleró frente al segundo, el país ratificó nuevamente que se mantiene como uno de los puntos más brillantes de la economía global.

El PIB brasileño se expandió un 0,5 por ciento en el tercer trimestre del 2010, desacelerándose como se esperaba desde el alza revisada del 1,8 por ciento en el segundo trimestre, dijo el jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

La cifra estuvo cerca del 0,4 por ciento intertrimestral prevista por el mercado, según la mediana de las estimaciones de 18 analistas consultados por Reuters. Los pronósticos habían fluctuado desde una expansión nula hasta un avance del 1 por ciento.

"Hay una desaceleración en marcha en la economía brasileña. Tenemos un importante ajuste. Lo que ocurrió en el primer semestre fue algo atípico. Es normal que ahora tengamos una desaceleración. El ritmo de la economía que llevábamos no era sostenible", dijo Roberto Padovani, estratega jefe de WestLB Brasil.

El PIB del tercer trimestre creció un 6,7 por ciento comparado con igual periodo del año pasado, cifra para la que se esperaba un alza del 6,6 por ciento, según el sondeo a 17 analistas, cuyas previsiones fluctuaron entre un 5,6 y un 7,5 por ciento.

La economía de Brasil creció a su tasa anual más acelerada en al menos 14 años en el primer trimestre y se desaceleró apenas en el segundo trimestre, cuando se expandió un revisado 1,8 por ciento comparado con los tres meses previos y un revisado 9,2 por ciento sobre una base interanual.

La sólida economía ha sido empujada por los consumidores, que han aprovechado la tasa récord de empleo, el alza salarial y el crédito relativamente barato para acceder a productos electrónicos, electrodomésticos y bienes de marca como símbolos de estatus.

Pero un reciente repunte en la inflación de precios al consumidor está avivando los temores a que el Banco Central pueda subir pronto los costos del crédito y enfriar la economía.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo el jueves que el PIB brasileño crecerá al menos un 7,5 por ciento en el 2010 y probablemente más cerca a un 8 por ciento.

Ese tipo de expansión sería ideal para el término del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien dejará el cargo tras presidir la mayor bonanza económica de Brasil en casi tres décadas.

También remarca los desafíos que enfrentará la presidenta electa, Dilma Rousseff, de sostener el crecimiento manteniendo los precios estables al mismo tiempo.

FUERTE DEMANDA INTERNA

El gasto de las familias se mantuvo fuerte, de acuerdo a lo esperado, y subió un 1,6 por ciento trimestral. Los consumidores ayudaron a impulsar la economía, con centros comerciales repletos y carteles en que se ofrece empleo en tiendas de Sao Paulo, una de las principales capitales del país.

Pero el gasto de capital también trepó un 3,9 por ciento trimestral y un 21,2 por ciento interanual. La cifra podría insinuar que se avecina un ritmo más suave de crecimiento, con las compañías construyendo capacidad para el futuro.

Una mayor capacidad podría ayudar a mantener una baja presión sobre los precios en Brasil, que vio tasas de inflación descontroladas en las décadas de 1980 y 1990.

El referencial Indice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de Brasil registró en noviembre su mayor alza en cinco años, impulsado por los precios de los alimentos.

La inflación de 12 meses subió a un 5,63 por ciento en noviembre, o el límite superior del rango de la meta del Gobierno 4,5 por ciento anual, con una tolerancia de más o menos 2 puntos porcentuales.

Las autoridades monetarias mantuvieron la tasa referencial de interés el miércoles en un 10,75 por ciento, aunque varios analistas esperan un alza en enero, cuando Brasil seguiría las medidas de otras grandes economías emergentes como China e India para enfriar la economía.

(Reporte adicional de Rodrigo Viga Gaier y Stuart Grudgings; Editado en español por Inés Guzmán)