Desplome de bolsas profundiza crisis económica global

La economía global se sumergió aún más en la crisis con el desplome de los mercados bursátiles en Asia el martes, con los inversores perdiendo la confianza de que Estados Unidos y Europa podrán reducir sus pesos de deuda y evitar una nueva recesión.

9 de agosto de 2011

PEKIN/SINGAPUR (Reuters) - El trauma cada vez mayor en los mercados ha aumentado la presión sobre la Reserva Federal para que anuncie nuevas medidas de apoyo para la economía estadounidense en una reunión de política el martes, pero analistas dijeron que las opciones eran limitadas.

"La situación actual podría ser vista como una rápida, completa e inesperada pérdida de confianza que se ha ido reforzando durante las últimas semanas", dijo BNP Paribas en una nota publicada cuando las bolsas retrocedían en Asia, perdiendo entre un 2 y un 7 por ciento.

"Dado que la recuperación de la economía global sigue siendo frágil, esta desaparición rápida de confianza es preocupante, lo que nos pone de vuelta en un circulo vicioso donde el declive del mercado alimenta el pesimismo", agregó.

Para el lunes, las pérdidas en los mercados globales habían borrado más de 3,8 billones de dólares en riqueza de los inversores en un plazo de ocho días y enviado a los inversores en busca de la seguridad del franco suizo, el yen japonés y el oro.

INFLACIóN CHINA BAJA POSIBILIDAD DE ESTIMULO

Mientras el martes continuaba la huida desde el riesgo en Asia, se anunciaron más noticias negativas, esta vez desde China, la sala de máquinas de la tambaleante economía global.

Datos oficiales mostraron que la tasa anual de inflación en China se aceleró a un 6,5 por ciento en julio, lo que pone en aprietos al banco central de ese país mientras intenta controlar los precios sin lastrar a una economía que enfrenta amenazas crecientes desde el exterior.

Con la inflación en ese nivel, China podría no estar en una posición para repetir su rol del 2008 de apoyo para la economía global, aunque algunos analistas llamaron a Pekín a actuar.

Cuando la bancarrota de Lehman Brothers desencadenó un bajón mundial, China implementó un paquete de estímulo que ayudó a proteger a su propia economía y a mantener a flote al mundo.

"Es hora de que Pekín anuncie a todo el mundo que tratará de estimular la demanda doméstica nuevamente", dijo Tang Yunfei, un analista de Founder Securities en Pekín.

Los líderes globales no consiguieron revertir la caída en los mercados el lunes luego del golpe a la confianza de los inversores que significó la baja de la agencia Standard and Poor's a la calificación de Estados Unidos.

La baja reforzó las preocupaciones de un empeoramiento en la crisis de deuda en la zona euro, y un debilitamiento en la economía estadounidense elevó la posibilidad de una recesión de doble caída.

El Banco Central Europeo (BCE) intervino en los mercados de bonos para comprar deuda italiana y española y tender una red de seguridad bajo Roma y Madrid. Pero continuaron las disputas en el Viejo Continente sobre un plan de rescate a largo plazo.

En Estados Unidos, el presidente Barack Obama instó a acciones urgentes sobre el déficit presupuestario, pero su propuesta sobre impuestos fue rápidamente rechazada por los republicanos.

Un compromiso anunciado el domingo por ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-7 para proveer efectivo extra si los mercados se estancan ofreció poco consuelo al disiparse la credibilidad de las autoridades.

"A cuatro años del comienzo de la crisis financiera, se está volviendo cada vez más claro que el mayor déficit no es en crédito, sino en credibilidad", escribió el economista de la Universidad de Harvard Kenneth Rogoff en el Financial Times.

"Los mercados pueden ajustarse a una rebaja del crecimiento global, pero no pueden lidiar con una pérdida cada vez mayor de confianza en el liderazgo y una sensación creciente de que los diseñadores de políticas están desconectados de la realidad", agregó.