Opinión

¿Por qué en Colombia esta tendencia mundial del trabajo, no se ha dado?

Muchas compañías, sobre todo multinacionales, han adoptado el teletrabajo para sus colaboradores como mecanismo de flexibilidad, pero otras que lo han intentado no han sido exitosas, ¿Qué implica ser exitoso o no con el teletrabajo? 

Lizeth Nataly Olarte
20 de julio de 2016

El crecimiento sostenido de las grandes y medianas ciudades del mundo conlleva a un incremento desmedido, no solo de tráfico, sino también de efectos negativos al medio ambiente. Pero buscar una solución de fondo, llevará a los mandatarios a pensar soluciones a largo plazo.

Mientras esto sucede, es necesario pensar en soluciones no gubernamentales, es decir, que estén al alcance de la ciudadanía, que coadyuven al mejoramiento de la sostenibilidad del medio ambiente y de la movilidad. El teletrabajo podría ser una de esas posibles soluciones. El asunto en cuestión es qué tanto estamos preparados para dar el gran paso hacia el teletrabajo en materia de productividad.

Y es que el teletrabajo es una nueva tendencia mundial en la que se desarrollan actividades laborales de manera remota a las oficinas centrales de las compañías, ya sea desde la casa, desde otras ciudades o lugares diferentes a las oficinas, lo que implica que las compañías y los empleados adopten no solo las políticas su empresa, sino también un compromiso por la productividad. Así las cosas, las compañías que quieran adoptar el teletrabajo para algunos de sus colaboradores, deberán definir políticas que rijan esta medida.

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Sus beneficios

Mucho se ha discutido acerca de los beneficios del teletrabajo, lo realmente importante es que en la medida que se implemente de manera correcta, podríamos estar hablando de beneficios tanto para las empresas como para los empleados así como también para la movilidad y el medio ambiente de las ciudades.

Los beneficios para las compañías podrían partir desde la disminución del espacio para albergar a sus empleados, lo que conlleva a una mejora en el uso del metro cuadrado por empleado y se traduce en ahorros significativos en arriendos, si es el caso. En el caso de compañías que tengan oficinas propias, le implicaría ceder espacios que les podrían generar ingresos adicionales por cuenta de alquileres.

En el caso de los empleados, sobre todo aquellos en los que su domicilio está en lugares distantes a sus lugares de trabajo, el teletrabajo sería útil en materia de movilidad, que se traduce en calidad de vida. Por otro lado, los empleados que tengan asuntos que atender en sus lugares de residencia y que les impidan moverse durante un período de tiempo o temporada (como no tener con quien dejar los hijos o familiares en temporada de vacaciones). Por supuesto esto funciona sí y sólo sí, el trabajo que desarrolle el empleado no implique una labor física al frente de una máquina (operarios de fábrica).

En el caso de las ciudades, los beneficios van desde la mejora de la movilidad hasta el colateral del medio ambiente y de la calidad de vida de los ciudadanos. En la medida en que las empresas adopten políticas de teletrabajo, así sean parciales, la movilidad de las ciudades se mejoraría y de paso se reducirían las emisiones de CO2.

Sus implicaciones

En el papel parece sencillo, pero adoptar una política de teletrabajo tanto para las empresas y que los empleados la adopten, lleva consigo muchas implicaciones que van desde la determinación de metas de cumplimiento y productividad hasta la de brindar las herramientas necesarias, por parte de las empresas, para el cumplimiento de objetivos. A continuación las implicaciones en caso:

  • Para las empresas

La preparación de una política, y la monitoría de la misma, será vital para las empresas. Debe contener un marco de referencia sobre el cual se establezcan las responsabilidades tanto de las empresas como de los empleados para alcanzar el logro de los objetivos del teletrabajo y del por qué se adopta.

Esta política implica que las empresas faciliten los medios tecnológicos a los empleados en sus lugares remotos. Esto implica la instalación de redes tecnológicas seguras y que se aprueben los protocolos de seguridad tal y como se manejan al interior de las compañías. El teletrabajo no sólo es que el empleado trabaje desde un lugar remoto, desde la casa por ejemplo, sino que también se cumpla con todas las políticas de riesgos, calidad, confidencialidad e independencia.

  • Para los empleados

Implica la adopción de una dinámica diferente de trabajo a la convencional. Para el empleado será necesario que no solo tenga claro el marco de referencia del teletrabajo sino que también adopte compromisos y responsabilidades acordes con la política que adopte la empresa, en tanto que implica la determinación de cumplimientos de metas y objetivos, no de horarios de trabajo, y que estos se puedan medir de cara a la productividad tanto del empleado como de la empresa.

También requiere de creación de conciencia y perder el miedo. Muchos empleados se rehúsan a la adopción de políticas de teletrabajo por miedo a perder visibilidad ante sus supervisores o jefes y con ello perder relevancia dentro de la empresa. Para perder ese miedo, es necesario que se establezcan objetivos medibles y que estos sean valorados por la empresa.

  • Para el Estado (ciudades y países)

Para obtener los beneficios que ya hemos mencionado, es necesario que no solo las empresas y los empleados adopten estas políticas sino que también las mismas sean incentivadas por los gobiernos centrales y de las ciudades a través de favorecimiento en campañas publicitarias y, porque no, algún tipo de beneficio tributario.

Finalmente, para que el teletrabajo sea exitoso, no sólo necesita de la participación activa del Estado sino también de las empresas y de los empleados.

Felipe Jánica

Socio de EY Colombia

Twitter @JnicaV