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El reemplazo del “papelito de la factura” y cómo lo va a afectar a usted

En Colombia estamos acostumbrados a que cada compra que se haga se obtenga su factura correspondiente ya sea por garantía, algún cambio o por temas tributarios. Pero el ‘papelito’ va a desaparecer.

29 de junio de 2016

Los colombianos suelen tener la costumbre de invertir parte de su presupuesto para hacer compras y pagar servicios que les satisfaga no sólo sus necesidades básicas sino también de entretenimiento. Por eso, según cifras del DANE, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, al cierre de 2017 las compras de los hogares ascendieron a $625 billones, por servicios y bienes no durables.

Y, por lo general, cada vez que hacen una compra, pueden recibir el comprobante de su pago que es la factura, con la cual podrán reclamar garantía o cambio del producto o servicio, en caso de que se llegue a necesitar. Incluso, también es útil a la hora de declarar renta, en la que se puede indicar los gastos realizados.

Pero lo que pocos colombianos saben es que el papelito de la factura, como tal, va a desaparecer y será reemplazado por la factura electrónica, que “es el proceso por el cual se emiten documentos para soportar las transacciones de compra de bienes o servicios utilizando cualquier tecnología para facilitar la interacción de compradores y vendedores, sobre todo a través de internet”, explican voceros de Delcop, empresa especializada en la automatización de procesos.

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Es así como se ha empezado a implementar este procedimiento desde abril de 2016, pero el Gobierno anunció su uso masivo y obligatorio a partir del 1 de enero de 2018 y lo que esto permitirá es hacer que las transacciones sean más ágiles, las personas tengan un fácil acceso a la información (ya no sufrirá si bota o pierde la factura), para que tanto las compras como los temas tributarios –especialmente en el caso de las empresas- resulten más eficientes.

La afectación

En sí, se espera que la implementación de la facturación electrónica traiga beneficios para las personas y empresas, en general. “Para los compradores, su uso puede brindarles información detallada, al instante de sus compras y directo en sus correos electrónicos. Esto, además, le daría trazabilidad a sus procesos comerciales, ya que todos los documentos que sustentan estas transacciones quedarán almacenados en su buzón de correo electrónico o en los sistemas de almacenamiento digital de las empresas para su consulta cuando se necesite” explican los voceros de Delcop.

En parte, esto le permitirá a una persona olvidarse de guardar ese papel que tanto estorbo puede llegar a hacer o que, cuando se necesite, no aparezca. Con esto, tendrá una forma más sencilla de hacer un seguimiento a sus finanzas y también de soportar sus compras, en caso de que necesite algún cambio o garantía.

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Ahora, hay que tener presente que si igual una persona quiere su comprobante en físico, también lo puede solicitar al sitio donde realiza la compra.  “Las garantías de productos o los reclamos no tendrán ninguna afectación. Como se ha dicho, la validez de las facturas electrónicas es tan o más segura que las tradicionales, lo que permite realizar los trámites de garantía de la misma manera frente a las empresas”. 

Además, “el tema de la seguridad es otra ventaja. Es necesario aclarar que las facturas electrónicas tienen tanta validez como las físicas a las que estamos acostumbrados. Las electrónicas contienen mecanismos de verificación adicional, como el acusado digital de recibido y la firma digital, que hacen el proceso de facturación igual o más seguro que el tradicional”, continúan en Delcop.

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