Relaciones de pareja

Los costos de tener un amor de lejos

Estar enamorado puede ser una de las sensaciones más gratificantes de la vida. Pero cuando la distancia se pone en medio, ambos buscan formas para seguir manteniendo la relación, ¿por cuánto le puede salir?

15 de mayo de 2015

El éxito de las relaciones amorosas no sólo depende del sentimiento, de la comunicación sino también de las actividades que puedan hacer juntos, actividades que, en la mayoría de casos, requiere de un buen presupuesto: desde el que necesita para coger transporte hasta para la comida a la que va a invitar.

Estos gastos pueden ser llevaderos, dependiendo de su situación laboral y de su edad, incluso hay factores que pueden facilitar mucho esas cuentas: si viven cerca, si tienen ciertas comodidades o si no tienen grandes responsabilidades económicas.

Y también hay días en los que sencillamente no se cuenta con las facilidades y simplemente ambos son felices con tenerse frente a frente. Pero cuando no viven en la misma ciudad y las condiciones de vida son distintas, ¿cómo hacen?

Los costos

Cuando ambos toman distintos rumbos que llevan a que estén en ciudades diferentes muy seguramente la relación va a cambiar. Según el sitio web Broke Millennial, no es que estas relaciones a distancia no funcionen, sino que hay que saber llevarlas.

Por un lado, haga el siguiente presupuesto: si tiene carro, piense en: gasolina, mantenimiento y peajes, en otro caso; en el costo del tiquete ida/vuelta sea de avión o de bus. A eso, súmele gastos de alimentación durante ese viaje, si cuenta con la oportunidad de quedarse con su pareja, ignore el costo de hospedaje.

Añada también el cálculo de lo que se va a gastar cuando esté con su pareja: las actividades que van a hacer, a dónde irán, qué sitios visitarán y dónde comerán. Y si se trata de ciudades con costos de vida distintos, piense en ello: no será lo mismo gastar una cena de $10.000 a una de $30.000.

Los detalles o regalos también se deben contabilizar: ahora deberá pensar en algo que sea útil y con una duración de medio plazo (por ejemplo, un chocolate puede resultar difícil de llevar durante el viaje). Y si su pareja vive con algún familiar, lo correcto también sería llevarles un detalle a ellos.

Si se trata de ciudades con climas distintos, otro gasto en el que se puede incurrir es en el de la ropa. Así como el de algunos medicamentos que pueden solventar las enfermedades durante el cambio de clima.

Por ejemplo: Él vive en Bogotá, ella, en Cali. Los tiquetes aéreos, dependiendo de la temporada, puede conseguirlos desde $180.000 ida y vuelta. O en carro, la gasolina puede costarle $110.000 y los peajes $115.000 (sólo ida). Para ese viaje, un presupuesto de alimentación de $50.000, por económico que se vaya.

Asumiendo que no tenga que pagar hospedaje, piense en los gastos de una cita (en Bogotá): transporte de los dos $7.200, salida a cine, $20.000; comidas adicionales, $30.000; pensando en lo más económico. Esto sería para un solo día, pensando que al siguiente, sea un plan de salir a comer helado (cada uno, de $2.000).

Para el regreso, considere también el costo de transportes por desplazamiento. Así, el cálculo total de una sola visita puede estar alrededor de $250.000 para sólo dos días y pensando lo más económico. Por lo que si se ven dos veces al mes, serían $500.000 y al año $6’000.000.

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¿Se puede mantener?

Ver la cifra anual puede ser un poco escandalosa pero eso depende también de los hábitos de cada una de las parejas. FP consultó lo que aconsejan algunos sitios web como The Bill Fold, Broke Millennial y Babble y éstas fueron las recomendaciones para que la relación se pueda mantener:

Dividir el costo

En lugar de tener la mentalidad de “yo seré quien vaya la próxima vez” sobre los gastos de viaje, sea usted quien ayude a costear por lo menos la mitad del tiquete o la mayoría de actividades que harán cuando se vean. Las cuentas siempre deberán ir por mitades.

• Discutir abiertamente la situación financiera

No se trata de revelar cuánto se tiene en la cuenta bancaria, sino de explicar hasta qué punto pueden gastar y cuál es el máximo que pueden presupuestar.

• Ahorro al máximo

Cada uno, por su parte, puede pensar en dedicar cierto porcentaje de su sueldo para los viajes con su pareja. Esto también implica que las salidas o citas se reduzcan, en su mayoría a planes en la casa o el apartamento del otro.

• Aprovechar las tecnologías

Si el bolsillo no da, algunas aplicaciones o programas pueden satisfacer la necesidad de verse y de hablar: las videollamadas, los correos electrónicos, los mensajes de texto; son muchas formas de comunicación que permiten mantener el contacto, a pesar de la distancia.

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• Estar pendiente de promociones

Las páginas de descuentos y de cupones pueden darle ideas sobre planes más económicos y tiquetes más baratos. Suscríbase a las noticias de aerolíneas para saber las fechas en las que harán promociones.

• Piense en una segunda fuente de ingresos

Dado que tiene tiempo y no le dedica las noches a su pareja ni a las citas, considere una entrada adicional que le permita sobrellevar esos gastos.

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