Finanzas

Las seis etapas de un desastre financiero

En ocasiones, sin importar lo cuidadoso y prudente que uno sea, ocurre un desastre financiero que le pone la vida patas arriba. Quizás fue un gasto medico urgente que acaparó todos los gastos, un desastre en la casa inevitable o una pérdida de trabajo que lo dejó sin sueldo y en la cuerda floja.

20 de agosto de 2014

Sea cual sea la causa, las reacciones a un desastre financiero y las etapas que ello conlleva, son similares. Estas son seis etapas comunes que se atraviesan mientras se lamentan las pérdidas y se intenta recuperar la vida financiera.

1. Shock y negación:
De forma entendible, cualquier cambio dramático en sus finanzas puede inspirar una sensación de shock, de no creerse lo que está ocurriendo y negándolo a todo pulmón. Cualquier camino, proyecto o esperanza que tenía que lo llevó a esta circunstancia será difícil de comprender y aceptar luego del optimismo y buena fe que le había puesto.

Parte del proceso de recuperación será el de despertarse y darse cuenta que ese sueño ya no será realidad, por lo menos por ahora. Pero a nadie le gusta despertarse de forma rápida porque sus actos pueden llevar a peores consecuencias. 

2. Depresión:
Una vez superada la negación, entra la depresión. Acá usted se prepara para aceptar la realidad y con tristeza asume la derrota de no conseguir el objetivo financiero deseado. Es una de las etapas más fáciles de identificar pero lo clave es soportarla justo lo necesario y no quedarse en el duelo más de lo debido.

3. Aceptación:
En esta etapa viene el primer paso a una recuperación activa. Ya pasó el shock y la negación y la depresión le arma camino a aceptar la realidad. En este punto es importante recordar lo que sí tiene. Sus habilidades laborales, el apoyo de su familia, un techo donde dormir y hasta un carro que ya pagó. Así tenga que esforzarse mucho para encontrar las cosas positivas, úselas para cambiar el chip y llenarse de cosas buenas.

4. Análisis y aprendizaje:
Ya empieza a construir el futuro y es clave hacerse unas preguntas para entender y aprender de sus errores. ¿Qué fue lo que realmente pasó? ¿Cómo sucedió esto? ¿Qué se pudo hacer de forma distinta? ¿Qué he aprendido para una próxima ocasión? Todas estas son preguntas claves en donde debe detenerse de forma puntual para mejorar.

5. Reconstrucción:
Aquí tiene que ser productivo. Ya tiene un seguimiento y análisis de lo malo y debe ponerse a actuar en lo bueno. Ya no le sirve el plan A, pero debe estar convencido que un buen plan B es posible con todas las experiencias que recogió.

6. Fortificación :
En esta etapa final es cuando debe asumir las riendas de su proyecto nuevo y darle la gasolina suficiente para que esta vez no le falle. Debe enfocarse solo en lo bueno y sacarlo adelante. Los pensamientos positivos son claves al igual que una buena comunicación con sus alrededores.

El cambio es una constante y el tiempo sana las heridas. Ármese de paciencia, acepte la realidad y aprenda de las consecuencias. Puede que el desastre financiero no haya tenido directamente su culpa, pero acepte las etapas y empiece de nuevo.