El debate sobre la neutralidad de la red ha generado considerable atención, incluyendo más de 4 millones de comentarios públicos que recibió la FCC.

Tecnología

¿Debe internet ser considerado un servicio público como el agua o la luz?

El debate que sobre el futuro de internet puede compararse con un viaje en avión: algunos pasajeros van cómodos en primera clase, mientras otros miran con envidia desde la clase económica.

BBC Mundo
26 de febrero de 2015

En internet, algunos proveedores de servicios quieren crear una "primera clase" para que quienes puedan y quieran pagar, accedan a una "línea rápida" o preferencial de contenido.

Así, por ejemplo, la empresa de distribución de películas y series Netflix aceptó pagarle a la compañía de telecomunicaciones Comcast para que mejorara la velocidad con la que su servicio llega a los consumidores.

Es precisamente lo que critica el gobierno de Estados Unidos, que quiere que todos los datos sean tratados por igual, sin áreas exclusivas para quienes puedan permitírselo.

Según explica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, esto último es un principio que se conoce como "neutralidad de la red" y, al defenderlo, el presidente Barack Obama busca que internet sea tratado como un servicio público parecido a la electricidad o a la telefonía.

El tema se viene discutiendo desde hace años, pero este mes ha tenido un nuevo capítulo desde que Tom Wheeler, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés), propuso expandir el poder del gobierno para supervisar a los proveedores.

"Ahora se espera que esa entidad, la agencia gubernamental independiente encargada de regular las comunicaciones en el país, decida sobre su propuesta este viernes, 26 de febrero", agrega Sparrow.

Mayores controles

En un artículo de opinión en la revista especializada Wired, Wheeler argumentó sobre la necesidad de establecer nuevas reglas que prohíban a las compañías bloquear o ralentizar el flujo de datos.

"Estoy enviando a mis colegas las protecciones a una internet abierta más fuerte jamás presentada por la FCC", escribió Wheeler.

"Mi propuesta asegura los derechos de los usuarios de internet de ir donde quieran, cuando quieran, y los derechos de los innovadores de presentar nuevos productos sin pedirle permiso a nadie", agregó.

Como Obama, Wheeler también propuso reclasificar a los proveedores de internet de tal manera que se parezcan a otros servicios públicos y puedan ser regulados por el gobierno.

"Si internet se reclasifica como un servicio público, los funcionarios federales podrán asegurar que los proveedores no bloqueen, ralenticen o cobren en línea", le dice a BBC Mundo Valarie Kaur, del Centro para Internet y la Sociedad de la facultad de Derecho de la Universidad de Stanford.

"Esta aproximación protege a internet como un campo de juego equitativo donde las personas pueden crear, conectarse, organizar y contar sus historias en línea", agrega Kaur, cofundadora de Faithful Internet, un proyecto para mantener internet abierto.

Quienes defienden el concepto de neutralidad aseguran que es uno de los principios fundamentales de internet, un servicio creado para todo el mundo que debería permanecer accesible tanto para una pequeña empresa como para una gran multinacional.
De hecho, el cofundador de la web Tim Berners-Lee dijo que cuando la creó, lo hizo deliberadamente como un espacio "neutral, creativo y colaborativo".

Una bestia muy diferente

Pero los proveedores de internet creen que internet hoy es una bestia muy diferente a la de esas primeras épocas en las que se creó el principio de neutralidad.

Hoy hay millones de personas alrededor del mundo con capacidad de ver videos en sus dispositivos móviles o transferir grandes cantidades de datos.

Transmitir esos datos vale dinero y los proveedores argumentan que los costos no deberían recaer sólo sobre ellos y que son infundados los argumentos de que bloquearían contenido o degradarían el funcionamiento de la red.

Esto se suma a ciertas objeciones políticas en el Congreso, donde el tema también se ha debatido. Republicanos influyentes como el senador Ted Cruz han argumentado que esto pondría al gobierno "a cargo de determinar los precios de internet, los términos de servicio y qué tipo de productos y servicios pueden ser ofrecidos".

Además, los proveedores parecen estar preocupados por la regulación a la que estarían sujetos si se reclasifican sus actividades.

Según le dijo a BBC Mundo Daniel Lyons, profesor de la facultad de Derecho del Boston College, en los ojos de los proveedores esta situación "crea grandes cantidades de incertidumbre sobre la intrusión regulatoria que la agencia pueda determinar hacia el futuro".

Lyons agrega que otra crítica es que la industria ha crecido en un ambiente no regulado y cambiar esto podría afectar el crecimiento económico.

De ahí que las intenciones de Wheeler no hayan caído muy bien entre los proveedores y, poco después de su columna en Wired, la empresa de telecomunicaciones Verizon indicó que la idea de regular le parece "innecesaria y contraproducente".

Buena parte del debate reciente comenzó de hecho por un caso en 2014 en el que Verizon desafió con éxito a la FCC sobre su política de neutralidad y dejó la regulación en el limbo.

Eso llevó a que poco después, Netflix aceptara pagarle a Comcast para mejorar la forma como su servicio llega a los consumidores. Y generó que la FCC pensara de nuevo sus reglas.

Una decisión llegará a finales de este mes, cuando quedará claro si ese viaje en avión al que se parece internet tendrá áreas exclusivas o quedará igual para todos.

Como dijo Tom Wheeler, "después de más de una década de debate y un procedimiento récord que atrajo casi cuatro millones de comentarios públicos, llegó la hora de resolver la pregunta de la neutralidad en la red".