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Mascotas

Diez consejos para viajar con su mascota

Viajar con mascota puede resultar engorroso o no, todo depende de que se sigan unas cuantas reglas básicas.

7 de noviembre de 2011

Viajar con mascotas puede ser toda una aventura, sobre todo para los animales primerizos.

No hay más que ponerse en su lugar, perro, gato o lo que sea, pasar horas y horas en una bodega oscura y fría y ruidosa a 10.000 metros de altura no es un trago agradable.

Pero una cierta preparación y seguir unos pocos consejos básicos puede ahorrar más de un disgusto y facilitar enormemente la labor.

1- Compare precios

Llevar la mascota abordo, sea en la bodega o en la cabina de pasajeros, puede suponer una diferencia enorme en el precio del billete.

Las aerolíneas siempre cobran gastos administrativos por la mascota, pero la cantidad varia de forma sustancial. Por eso, lo mejor, es investigar bien las tarifas de diferentes empresas.

Muchas compañías tienen un límite al número de mascotas que permiten en cada vuelo, por eso es importante que la reserva se haga lo antes posible. Y que además sea confirmada entre 24 y 48 horas antes de la partida.

2- Vuelo directo

Es posible que con escala sea más barato llegar al destino, pero a la mascota le facilitará mucho el trago, sobre todo porque le ahorra los fuertes cambios de presión que experimenta el avión al tomar altura y descender. Igual que sobre todo a los bebés les duelen los oídos, también los animales pueden ser especialmente sensibles a esos cambios.

3- Prepare una buena jaula

Verse encerrado en la claustrofóbica jaula en la que exigen las aerolíneas es suficientemente claustrofóbico como para que además sea demasiado pequeña. Por eso conviene invertir en hacerse con una que resulte adecuada y lo más confortable posible, que le permita levantarse y girar sin golpearse la cabeza.

Resulta esencial que esté equipada con lo adecuado para que el animal pueda tomar agua y comer.

Una buena idea es dejarlo con alguno de sus objetos favoritos, ya sea uno de sus juguetes o hasta una alfombra de casa.

4- Ensaye

Sobre todo para las mascotas que se suben a un avión por primera vez, la experiencia puede llegar a ser muy estresante. Hay que tener en cuenta que es algo que en absoluto se esperan y que se les puede llegar a hacer eterno, sin saber cuando va a terminar.

Por eso, en los días previos, conviene “ensayar”. Una buena idea es, para los que vivan en una ciudad, hacer algún trayecto en el metro en la misma cápsula en la que va a subir al avión.

5- Visite el veterinario

Aunque depende de la aerolínea, hay alguna que exige vacunas y toda la documentación veterinaria al día, e incluso alguna un certificado de buena salud emitido en los últimos 30 días.

Sea cual sea el caso, conviene pasar por el veterinario antes de un viaje de cara a actualizar la situación y de paso hacerse con un equipo de primeros auxilios que incluya lo necesario para tratar alguna pequeña herida o gotas para ojos resecos.

La Asociación Veterinaria de EE.UU. considera probado que la combinación de varias horas en la altitud a la que vuela un avión y los tranquilizantes puede llegar a ser fatal.

Una buena alternativa puede ser un collar de feromonas, la hormona que producen las perras para calmar a sus crías.

6- Papeleo

Si viaja a un país extranjero debe asegurarse de si existe alguna política de cuarentenas en función del tipo de animal. Para eso, lo mejor es llamar directamente al consulado, donde también le podrán informar de la documentación que exigen las autoridades locales a la llegada.

7- Que haga ejercicio el día antes

La mejor forma de pasar la víspera del viaje es haciendo ejercicio. Ya sea un paseo más largo y exigente para los perros o algunos juegos más para los gatos. De lo que se trata es de que llegue exhausto y que encare el vuelo de forma relajada.

8- Comida y agua

Volar en avión deshidrata. Lo mismo a seres humanos que a animales. Sirve congelar agua antes de salir de la casa para asegura que sigue teniendo agua en el plato en el momento de pasar el control de seguridad.

Las autoridades de EE.UU., por ejemplo, exigen que las mascotas hayan tenido a agua y comida dentro de las cuatro horas antes del vuelo. Hay empresas que exigen prestar testimonio firmado de la última vez.

9- Destino adecuado

También es necesario estar completamente seguro de que la mascota será bien recibida. Una simple búsqueda en internet puede resultar tremendamente útil. Además, hay sitios dedicados a calificar el tratamiento que reciben los animales en diferentes hoteles. Incluso hay estudios sobre ciudades accesibles.

10- Flexibilidad y paciencia

Parece obvio hacer referencia a algo que en realidad son virtudes que deben acompañar a todo viajero, pero son esenciales la paciencia y la flexibilidad a la hora de estar preparado para cualquier imprevisto.

Si el vuelo sufre un atraso, si la mascota se indispone en medio del vuelo o el gato decide que no puede pasar un minuto más sin su arena… son muchas las circunstancias que pueden hacer que el vuelo sea duro. Es un tópico, pero aplica: prepararse para lo peor y esperar lo mejor.