Relaciones personales

Lo malo de ser muy buena gente

Quizás usted ha crecido con la creencia de que “uno recibe en la vida lo que da” y que, por eso mismo, existe una mayor tendencia a ser una persona amable y bondadosa.

6 de noviembre de 2015

En Colombia el término “buena gente” suele ser usado para caracterizar a una persona que es amable, que está dispuesta siempre a ayudar, que escucha y que se relaciona fácilmente con los demás. Pero también hay un límite muy delgado en el que puede ser confundido con una persona inocente, de la que cualquiera se puede aprovechar e, incluso, hasta algo ‘tonta’.

Quizás eso aplique también para muchos otros países latinoamericanos, como lo sugerirán nuestros lectores de México o Chile, quienes coincidirán, también, en decir que ser ‘buena gente’ no siempre es algo que sea muy conveniente.

El “ser buena gente” es algo que va acorde con la personalidad y con las experiencias que ha tenido a lo largo de su vida, pues es una actitud que surge espontáneamente y que se aplica a cualquier momento de la vida, no sólo a aquellos en los que sea conveniente o que se haga por hipocresía.

Un artículo de Harvard Business Review menciona cómo esta cualidad puede interferir en la vida laboral de una persona de forma negativa. En cualquier espacio nadie quiere ser el ‘malo de la película’ pero es en particular, en el trabajo, donde esa cualidad empieza a tornarse en un problema, más aún cuando se trata de alguien que asume un rol de liderazgo.

“Ser buena gente es algo que sólo se acopla teniendo una perspectiva racional y la capacidad de tomar decisiones difíciles”, señala el texto.

FP le recomienda “Las insospechadas desventajas de ser muy inteligente”.

Lo malo

En la red social Quora también se plantearon la pregunta de cuáles pueden ser esas ventajas y desventajas de ser una persona amable y he aquí el resultado:

• Lo perciben como débil: “Hay una creencia general de que si alguien es demasiado bueno, es porque es débil”, escribe Emmanuel Bassil. Y aunque se trate de un rasgo de desinterés y falta de egoísmo, siempre se llega al punto en que las amistades suelen aprovecharse de una persona ‘buena gente’ y creen que pueden pasar por encima de los principios o creencias o simplemente porque hay una ‘falta de carácter’ para decir que no. Pero esto no sucede siempre. Quien es ‘buena gente’ también tiene que tener una personalidad estructurada y una inteligencia emocional desarrollada para reconocer aquellas personas que lo que buscan es aprovecharse y simplemente abusar de la confianza.

• La gente da por sentado lo que usted va a decir: los ejemplos pueden provenir de cualquier momento: desde llegar a su casa a las 3 de la mañana porque la persona se quedó sin llaves, hasta encubrirlo con la pareja luego de una infidelidad. Es casi como si las personas supieran que esa persona ‘buena gente’ siempre va a ceder a todo lo que la gente quiera, es decir, es tratado casi como un objeto manipulable.

El problema surge cuando sale un ‘no’ por respuesta porque, entonces, toda esa reputación adquirida puede cambiar de la noche a la mañana por completo.

• Los demás no se preocupan por sus sentimientos: según Dania Faruqui, en Quora, señala que esta característica hace que las personas puedan no darle importancia a su opinión o a su percepción de las cosas, de una forma sutil y hasta lo denominan como una ‘broma amigable’. Además porque, tomar represalias podrían implicar perder la fama de ser buena persona.

• Atrae a las personas equivocadas en su vida: una última recomendada por Inc. El ser bondadoso puede permitir construir relaciones significativas pero hay quienes se pueden aprovechar de esto para lograr sus propios objetivos. Así, es probable que atraiga que los más necesitados, quejumbrosos, demasiado emocionales, controladores y demás.

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