Hijos

De niños a adolescentes

Estímulos como la televisión y los cambios en la nutrición parecen ser algunas de las causas que afectan el desarrollo de los niños y aceleran su paso a la adolescencia.

9 de julio de 2008


Un tema de preocupación cada vez más frecuente entre las parejas es la velocidad con que están madurando los hijos, y las consecuencias que esto pueda acarrear para ellos. Sin embargo, "es fundamental esclarecer si este tipo de precocidad física está fuera de los tiempos normales para que se presente. Cuando los padres detecten algún cambio físico prematuro relacionado con la pubertad, es importante que lo consulten con su pediatra, quien decidirá si es necesario remitirlos a una valoración con un especialista", recomienda la doctora María Victoria Urueña, endocrinóloga pediatra y vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Endocrinología Pediátrica. "La pubertad precoz se define como la aparición de caracteres sexuales, como senos, sudoración, vello púbico y crecimiento de los genitales, antes de los 8 años en las niñas y 9 años en los niños", aclara.

La primera menstruación es llamada menarquia y el tiempo para su aparición en un desarrollo normal oscila entre los 9 y 15 años. La denominada "tendencia secular, que se refiere a las pautas que se dan a lo largo del tiempo, especialmente a lo largo de varias generaciones", según John W. Santrock, PhD de la Universidad de Minnesota y autor del libro Adolescencia, se está adelantando con el paso de los años. Santrock establece que en países como Estados Unidos, los niños maduran físicamente un año antes que los de Europa y que "la edad media de la menarquia declinó un promedio de dos a cuatro meses por década durante la mayor parte del siglo XX. En Estados Unidos, a principios del siglo XX, la menarquia ocurría como promedio en torno a los 15 años, en comparación con los 12,5 años de hoy".

"Algunas de las razones que permiten explicar por qué se inicia la pubertad de manera más temprana son las condiciones ambientales y la mejora en la nutrición", señala la doctora Aura Inés Cuevas, ginecóloga de infancia y adolescencia, miembro del comité de salud sexual y reproductiva de la Federación Colombiana de Asociaciones de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog). Puesto que el peso está asociado con el inicio del desarrollo puberal, la mala nutrición y la obesidad son factores determinantes en la menarquia de las niñas. La doctora Cuevas resalta que "hay factores externos que influyen muchísimo en su comportamiento. Entre ellos están la aparición de los medios de comunicación, que han erotizado y han trivializado la sexualidad. Esa trivialización de la sexualidad por medio de los medios y los adultos puede favorecer un comportamiento sexual más temprano".

¿Entonces qué deben hacer los padres? "Hoy, los niños están expuestos a más información, los medios como internet, televisión y radio los bombardean con imágenes sexuales de manera repetida, sus hormonas pueden alborotarse antes de tiempo, lo cual puede promover actitudes sexuales que se desarrollan más rápido", advierte Annie de Acevedo, psicóloga y autora del libro Casos y cosas: realidad de los niños y jóvenes. La psicóloga recomienda que si se observa un desarrollo precoz en el niño, hay que actuar. "Es muy importante hablar con los hijos, explicarles los cambios y darle normalidad al asunto. Hay que discutir los cambios hormonales y validarles lo que sienten, es clave tener empatía con ellos y acordarse de las experiencias que vivieron los padres cuando pasaron por estas etapas". Sin embargo, aclara que estas etapas son de mucha vulnerabilidad y cambios emocionales. Por tanto, hay que ayudarles con el autocontrol, imponiendo controles externos, como la supervisión hecha con prudencia, amor y madurez. Aunque la adolescencia tiende a adelantarse con el paso del tiempo, es importante determinar si el desarrollo físico está contribuyendo al desarrollo emocional del hijo. Hay casos en que los niños pueden tener un desarrollo físico temprano pero no psicológico. "En estos casos hay que dejarlos disfrutar su edad y que si quieren seguir jugando a las muñecas o con carritos, está bien, eventualmente se ubicarán en su edad", concluye Acevedo.