En la actualidad existen sitios en Internet y ferias o exposiciones especializadas en bodas, que permiten comparar costos y ahorrar dinero en la celebración. Foto. Corbis. | Foto: Corbis

Finanzas

¿Cómo presupuestar una boda?

Una decisión tan importante no puede ser tomada a la ligera, es necesario planear a futuro y tener claro que se quiere hacer.

19 de febrero de 2014

Como un cuento de hadas, casarse es uno de los objetivos de muchas parejas que quieren unir sus vidas para siempre.

Sin embargo, esta idea además de ser una meta espiritual y simbólica, es un proyecto que implica una inversión que si no es controlada, puede traer grandes gastos e incluso deudas.

Por esta razón, Visa da algunos consejos para que la celebración no se le convierta en un dolor de cabeza:

1. Plan definido: Antes que nada, el primer paso es analizar con qué presupuesto se contará para la celebración y cuanto están dispuestos a gastar en ésta.

2. Gastos compartidos: Es importante que las dos familias se comuniquen para determinar si los gastos serán compartidos y asignar roles en la organización del evento.

3. Busque asesoría: Es recomendable planear una boda con al menos ocho meses de anticipación, y evaluar con un experto los costos, reservaciones, tiempos y lugares necesarios para la ceremonia y la fiesta, así como contemplar otros gastos fuertes posteriores, como el viaje de luna de miel o la mudanza a la casa de la pareja.

4. La boda de sus sueños: Determinando la magnitud del evento, usted podrá estimar costos y tiempos, es decir, si es una celebración religioso o civil con celebración, o sólo una celebración familiar…

5. El lugar indicado: Al definir el lugar, no olvide la distancia, el tiempo y el costo de transportarse de la iglesia hasta el lugar de recepción.

6. Dependiendo de la boda… son los costos.
Si su boda será en términos civiles, no olvide tener en cuenta gastos como el del costo por llevar a cabo el proceso –el cual varía según la zona-.

Es decir, si el juez va a un lugar especial que haya elegido, cobrará honorarios que varían si sale de la delegación que le corresponde, la distancia que deba recorrer, la hora y el día del evento.

En el caso de una ceremonia religiosa, los gastos dependerán de los honorarios del ministro de la iglesia, la licencia de matrimonio y decoración floral en el templo.

7. Celebración:
Contando con una lista que establezca el número final de invitados es posible presupuestar el tamaño del lugar para la cena, elegir un menú, contratar meseros para servicio de comida, bebidas y licores, el brindis de la cena y la recepción, además del pastel de bodas. Es necesario hacer reservación y pagar por anticipado todo el menaje para el banquete, -mesas, sillas y carpas, sitio de la recepción, propinas y guardarropa.

8. Gastos adicionales: No olvide contemplar ítems adicionales como música, papelería (envío de invitaciones, sobres y participaciones, libro de recuerdos de asistencia de los invitados para los novios) arreglos florales, fotografía, vestido de novia, anillos, maquillaje, peinados, joyas, accesorios, traje o sastre, zapatos, vestuario de pajecitos, entre otros.

Además de reservar los detalles para la noche de bodas, es necesario arreglar el hospedaje para los invitados que vivan fuera de la ciudad, y aunque esto se considera fuera de la planeación del festejo, si no fueron planeados, los tiempos de espera pueden ser innecesarios, o pueden existir sobre costos.

9. Luna de Miel:
Una vez definida la celebración, sigue la gran tarea de la luna de miel, donde se define lugar, fecha, vuelos, días de estadía, etc.

10. Compare y… ¡a disfrutar! En la actualidad existen sitios en Internet y ferias o exposiciones especializadas en bodas, que permiten comparar costos, contratar paquetes, recurrir a expertos en la organización y coordinación de eventos y que poseen proveedores fijos para este tipo de celebraciones, con lo que el presupuesto final sea aceptable y permita realizar un gasto que no sea demasiado, dejando un agradable sabor de boca a los participantes de este evento, que sin duda sigue constituyendo la base social de nuestra cultura.