Las 4 claves (de dinero) que hacen que una relación dure más

Una cosa es que usted encuentre una compatibilidad perfecta con una persona en gustos, en comportamientos, en formas de ver las cosas e, incluso, hasta en proyectos de vida. Pero puede que sea otra, un poco distinta, cuando se trata de estar “en la misma página” al hablar de dinero: mientras que hay parejas que saben cómo darle prioridad a qué en los gastos, hay otras en las que los derroches o la tacañería son piedras en el zapato.

Y es que, aunque no se quiera, desde que se empieza una relación el tema del dinero siempre va a estar presente: desde el mismo momento de quién va a pagar la cuenta de la primera cita, hasta el momento en que ya empiezan a compartir juntos ciertos momentos y los cálculos empiezan a incrementarse más como, por ejemplo, en un viaje.

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El tema es que, de no manejarse adecuada y abiertamente el tema, todo podría llegar a desencadenar discusiones e, incluso, hasta el final de la relación. Entonces, ¿cuáles son los secretos de esas parejas que realmente han podido superar el dinero como un tema de pelea? He aquí la respuesta.

1. La base de todo: siempre será la comunicación. Cuando usted sabe expresar lo que quiere y tampoco teme decir lo que no le gusta, tiene gran parte del secreto de éxito de una relación. Una de las primeras complicaciones que tienen las personas en todo tipo de relaciones es subestimar su propio pensamiento y creer que su opinión no es importante, así como también irse al extremo del egocentrismo y no saber escuchar ni prestar atención a lo que dice la otra persona.

Y la comunicación es importante en temas financieros en tanto que permite saber qué le molesta y qué le agrada a una persona en el manejo del dinero, así como también tener la posibilidad de negociar cuando las opiniones no coincidan.

2. En equipo: aunque usted sea una persona y su pareja otra, cuando deciden estar juntos ambos cuentan como uno solo, por lo que es importante tener en cuenta la opinión del otro al momento de hacer una compra o de tomar una decisión que los impacte a los dos (aun cuando se trate de compras que sean para usted, pero que sean de alto monto).

Esto no significa que deba “pedir permiso” sino que sea un complemento el hecho de contar con una segunda opinión, con el fin de evitar compras compulsivas y recordar prioridades.

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3. No dejar de enamorar: esto implica que si bien hay muchas cuentas que se dan por “mitades” en las relaciones, de vez en cuando es lindo que uno de los dos sea el que invite por iniciativa propia, sin tener remordimiento de hacerlo ni “echarlo en cara”, ya que muchas veces hay personas que se defienden en lo que han regalado y en lo que han ofrecido pero porque se sienten obligados o comprometidos, más no porque realmente nazca y, cuando esto sucede, se genera el efecto totalmente opuesto.

No sólo para temas de dinero, sino en general, recuerde que cuando una pareja tiene la capacidad de seguir reconociendo y consintiendo al otro, el amor se mantiene vivo.

4. Respetar la individualidad: esto significa que, aunque sean “una sola alma” cada uno tiene derecho a mantener su privacidad en sus cosas y hacerla respetar. Si ya viven en pareja, habrán establecido reglas para compartir los gastos y responsabilizarse de ellos pero, una vez cada quien cumple con su parte, el resto del dinero será de libre destinación y esto no tiene por qué generar molestias.

Al respecto, muchas personas pueden llegar a molestarse por compras suntuosas o inútiles que hacen sus parejas pero el problema no es que lo hagan sino que se escuden o escondan ese tipo de compras. No hay nada de malo darse gusto de vez en cuando.

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