Flickr Pedro Ribeiro Simões

Millennials

Los beneficios financieros de tener amigos con derechos

El compromiso parece que es una palabra que no muchos jóvenes quieren escuchar, así que este tipo de relaciones se han convertido en algo popular. Si es su situación, vea cómo aprovecharla económicamente.

4 de diciembre de 2015

Cada generación tiene sus propias formas de ver la vida, a partir de influencias como la tecnología, lo que vieron de sus padres y familiares o por las formas culturales con las que pueden tener contacto. En ese caso, los Millennials, quienes hoy tienen entre 18 y 34 años, son una generación que tiene una percepción muy distinta sobre todo: el dinero, el trabajo y hasta las relaciones de pareja.

De acuerdo con una encuesta de Gallup, estos jóvenes tienen unas costumbres totalmente distintas a las que se solían ver años atrás: por un lado, no ven el matrimonio como una forma de vida y es algo que realmente no está dentro de sus planes; pues para ellos basta con la simple convivencia de la persona a quien aman. Pero por otro, la tendencia a estar soltero parece ir en aumento, ya que ha aumentado la cantidad de personas solas en 12 puntos porcentuales durante los últimos diez años.

Aquí la edad también tiene bastante que ver, ya que mientras los ‘veintitanto’ era la época en la que se buscaba consolidar una relación seria; ahora parece que eso quedó relegado hasta la mitad década de los 30, donde los millennials empiezan a considerar establecerse con alguien. Pero un dato curioso es que suelen tener menos parejas sexuales que otras generaciones.

Con esto, las relaciones libres y abiertas se han empezado a posicionar como una opción para estos jóvenes. Les encanta no ponerle etiquetas ni nombres a lo que está sucediendo. Según Bustle, las nuevas formas de comunicación, aplicaciones de citas, la libertad sobre la sexualidad y que las mujeres hoy estén dando prioridad a sus carreras, están llevando a que estas relaciones aumenten.

Claro que esto también puede variar dependiendo de la cultura y de la formación que la persona haya tenido durante su vida y de las metas que tenga a futuro. Pero lo cierto es que parece ser una tendencia en aumento, por el momento.

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¿Tiene beneficios?

Bueno, entre los tantos efectos que estas relaciones pueden tener, tanto emocional, como psicológicamente en las personas (buenos y malos), hay también situaciones que se pueden trasladar a nivel financiero que pueden ser también positivas o negativas:

  • Las citas que no son citas

Quizá uno de los mayores gastos en los que puede llegar a incurrir una pareja, especialmente en la primera etapa, es cuando se sale con la persona y se busca cualquier tipo de planes que les permitan a ambos conocerse mucho más y pasar un rato agradable e inolvidable. No obstante, cuando se trata de relaciones abiertas o “amigos con derechos”, las citas no son citas y los encuentros, por lo general, se dan en cualquier lugar bajo cualquier excusa –aunque el sexo tiende a ser lo más frecuente-, como señala Polka Cafe.

Así, el ahorro que puede llegar a tener una persona, en una relación de este tipo, puede ser mucho más alto que la ‘inversión’ que puede hacer en una relación que sea más seria. Incluso, tenga en cuenta que no siempre tendrá que vestirse bien ni ir a los mejores lugares. Además, las cuentas, por lo general, siempre van por separado. Ahorro del 20%.

  • No hay aniversarios ni regalos

Uno de los mayores problemas en las relaciones es que pueden llegar a requerir de grandes sumas de dinero porque, de cierta forma, siempre se va a querer sorprender a la persona con la que se está. Aquí no hay reglas de ese tipo y usted podrá gastarse el dinero que quiera, cuando quiera, como quiera; sin remordimientos, ni reclamos de ningún tipo, como lo explican Elite Daily.

No hay un vínculo emocional con el que usted pueda llegarse a sentir comprometido en situaciones como los cumpleaños o navidad. Nadie le hará reclamo de que esperaba un detalle ni tampoco tendrá que preparar las ‘mega sorpresas’ para hacer sentir bien a esa persona. Ahorro del 40%.

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  • No hay que aparentar

En muchas relaciones puede llegar a suceder que, con el fin de impresionar a la persona que se quiere como pareja, se busca demostrar algo que no es o ‘poner el mundo a sus pies’, lo cual puede implicar simular tener unos hábitos de vida con una estabilidad financiera, es decir, demostrar que usted es un ‘buen partido’: alguien que sabe manejar las deudas, que no tiene un presupuesto, que no gasta impulsivamente, etc.

Pero en este tipo de relaciones, la expresión ‘no tengo dinero’ puede ser algo fácil de decir a la otra persona y que sabe que no va a tener rechazos o ‘malas caras’ cuando lo diga. Así que la confianza y la comunicación en este tema es algo fácil de llevar. Ahorro del 15%.

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  • ¿Prestar dinero?

Bueno, este punto sí puede ser algo delicado. Dado que se trata de una relación en la que no hay compromiso de ningún tipo, este tipo de preguntas pueden quedar vetadas siempre. Al ser consciente de lo que se está viviendo, no se van a presentar este tipo de comentarios, especialmente cuando se trata de grandes cantidades. Esto puede suceder en varios contextos: por ejemplo, si van a una cita y alguno de los dos no tiene dinero para pagar su parte, quizá el otro no vea problema en pagar. Pero cuando esto se vuelve recurrente, las condiciones son distintas.

Otro caso, como lo mencionan en el foro de E- Not Alone: usted no tiene la obligación de prestar dinero bajo ningún motivo, en parte, porque eso también puede llegar a tomarse como una especie de ‘responsabilidad’ o vínculo con la otra persona. Así que esta regla es una de las que más claras deben quedar desde el inicio.

Incluso, cuando se involucra dinero en este tipo de situaciones, puede llegar a malinterpretarse la relación. Ahorro del 10%.

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