La recomendación es establecer una reserva de emergencias que cubra –por lo menos- seis meses de su presupuesto.

Todo sobre el ahorro

Son muchos los que incumplen la regla básica de NO gastar más de lo que ganan. El problema es que cuando se acumulan deudas sin poder ahorrar, las personas dejan de protegerse para el futuro. Aprenda a hacer una planeación financiera personal.

9 de noviembre de 2010

El reto más grande que afrontan las personas es cómo administrar su dinero. Son muchos los que usualmente sienten que la plata se les evapora y al final del mes no saben qué hicieron con su dinero.

El problema es que las personas con bastante frecuencia incumplen la regla básica de NO gastar más de lo ganan –vivir por debajo de sus posibilidades–, lo que los lleva a una situación deficitaria en la que solo acumulan deudas sin poder ahorrar, situación que en algún momento dejará de ser sostenible.

No es una tarea fácil. Sin embargo, las personas deben ser conscientes de la importancia de reservar una parte de sus ingresos de manera periódica para usar en el futuro. El ahorro se puede destinar ya sea para financiar necesidades, imprevistos, emergencias, dificultades o gastos que surjan; alcanzar metas personales o familiares (como celebrar un matrimonio, irse de vacaciones, pagar la universidad de sus hijos o comprarse un carro o una casa); realizar inversiones (como crear una empresa); o preparase para la vejez.

La clave está en hacer una adecuada planeación financiera. Luisa Fernanda Plazas, directora de crecimiento de cliente de Skandia, señala que las personas deben seguir cinco pasos básicos: i) identificar claramente sus ingresos; ii) tomar control de sus gastos y crear su presupuesto; iii) disminuir su nivel de endeudamiento; iv) crear disciplina de ahorro; y v) asesorarse bien.

¿Qué diferencia hay entre ahorro e inversión?

Aunque no hay una definición concreta de la diferencia entre ambos términos, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los usuarios de Servicios Financieros (Condusef), considera que el ahorro busca preservar el valor de los recursos que se guardan, así que es clave que la forma para ahorrar que se escoja sea segura. Mientras que cuando una persona decide invertir, no solo quiere guardar una cantidad de dinero, sino incrementarlo. El dinero que se invierte tiene más riesgo que cuando simplemente se ahorra.

El riesgo es un tema importante. Usted escoge la forma de llegar a la meta: puede ir en bicicleta con calma o en una montaña rusa con más riesgo, dice Plazas. Eso sí, escogiendo siempre entidades con experiencia y seguras, preferiblemente vigiladas por la Superintendencia Financiera.

¿Cuánto ahorrar?

Se recomienda ahorrar por lo menos el 10% de sus entradas, que deben ser separados automáticamente, de tal manera que usted se acostumbre a no poder contar con esos recursos. Rigoberto Puentes, autor del libro “Finanzas para Papá” señala que las personas deben establecer una reserva de emergencias que cubra –por lo menos- seis meses de su presupuesto, cuyo único objetivo sea retirar dinero cuando se presente una emergencia.

No es una tarea imposible

Ahorrar no es fácil. Sin embargo, las personas deben hacer un esfuerzo por organizar sus finanzas personales. Primero, elabore un presupuesto personal que le permita conocer en qué está gastando. Una vez identificados los gastos, analice cuáles se pueden reducir o incluso eliminar.

Para eso, es clave diferenciar entre los antojos y las necesidades. La pregunta que debe hacerse es si puede o no vivir bien, si no obtiene algo que le interesa o quiere. Así que probablemente tenga que reducir sus salidas a comer a un restaurante, lo mismo que las compras de ropa o artículos de lujo.

Además de evitar las compras innecesarias, se puede economizar en los bienes básicos y evaluar sus hábitos de consumo. Cuando sea posible, se deben revisar los gastos de la casa como la energía, agua, teléfono, televisión por cable, limpieza, trabajos de reparación, entre otros. Tips para reducir el consumo de energía.

Recomendaciones

- Haga una planeación financiera. Al igual que en su empresa, haga un presupuesto, establezca cuáles son sus ingresos esperados, cuánto va a gastar y qué parte destinará para ahorrar.

- Reduzca sus deudas. Una vez haya pagado lo que debe, ahorre esa misma cantidad de dinero.

- Establezca metas específicas y cuantifíquelas. Defina por ejemplo, para alcanzar el nivel de pensión que desea, cuánto debe ahorrar, por cuánto tiempo y cuál será su aporte periódico.

- Tenga siempre presente el propósito de su ahorro.“Esto le ayudará a posponer algunos gastos innecesarios por la consecución de lo que usted mismo definió como prioridades”, dice Plazas.

- Busque que sus ahorros tengan una rentabilidad por lo menos igual a la inflación. De lo contrario, usted estará destruyendo valor. “El único que disfruta de una cuenta corriente abultada, es el banco”, señala Puentes.

- Comience a ahorrar para su vejez desde joven. Recuerde que en muy pocos casos la pensión es suficiente para asegurar un ingreso parecido al salario que recibía antes de pensionarse.

- Infórmese y compare las diferentes alternativas de ahorro que hay en el mercado.

- Pregunte si el producto de ahorro que escogió le exige un período de permanencia mínimo (por ejemplo, un año), si por hacer retiros totales o parciales establecen algún tipo de penalidad, si sus rendimientos son objeto de retención en la fuente, y si le cobran una cuota o porcentaje por gastos de administración, entre otras cosas.

- Verifique que la entidad donde va a depositar sus ahorros se encuentra vigilada por la Superintendencia Financiera. No se deje deslumbrar por una entidad que no está ni vigilada ni regulada y que ofrece altas rentabilidades, éstas pueden terminar estafándolo. Recuerde los casos de pirámides que se han presentado en el país.

- No olvide que usted tiene derecho a tener una cuenta de ahorro en una entidad financiera exenta del 4x1000, siempre y cuando sus transacciones al mes no superen los $8’594.250, que son 350 Unidades de Valor Tributario –UVT- este año.

- Aproveche los beneficios fiscales que ofrece la ley. Las cuentas de ahorro para el fomento de la construcción (AFC) pueden reducir la base gravable del salario.