Ejecutivo seguro

Los seguros de responsabilidad civil para altos ejecutivos los cubren contra el costo de daños a terceros derivados de su gestión. Exíjalos para proteger su patrimonio.

23 de septiembre de 2008

Un mercado más competido exige de las empresas una gestión más agresiva. Esta actitud expone a veces a los administradores, gerentes o miembros de junta directiva a tomar decisiones más arriesgadas. De otra parte, los grupos de interés en el entorno de la empresa son más exigentes y muchas veces más agresivos, en el sentido más hostil de la palabra. Todo esto crea un ambiente en el que hay un mayor riesgo de que los administradores de las empresas reciban demandas por sus errores o por problemas con terceros de toda índole. Esto implica en ocasiones, que el ejecutivo responda con su patrimonio personal o que sea juzgado penalmente.

En un proceso de compraventa o fusión entre compañías, que son cada vez más frecuentes en nuestro país, los accionistas minoritarios podrían acusar a los ejecutivos si consideran que sus derechos se han vulnerado en alguna forma durante la operación. Baste con recordar el largo proceso entre Bancolombia y los Gilinski, o el de Orbitel, entre otros. Otros casos típicos son las reclamaciones de carácter laboral por despidos injustos o malas liquidaciones en procesos de reestructuración.

En fin, cualquier acto empresarial que alguien quiera catalogar como un error, una omisión o una acción negligente, puede poner en riesgo o afectar el patrimonio de la empresa o del propio administrador.

Es por esto que dentro del sector asegurador existe un producto denominado seguro de responsabilidad civil para miembros de junta directiva y administradores, más comúnmente conocido como Seguro de D&O (por sus siglas en inglés, Directors and Officers), cuyo objetivo es proteger a las compañías y ejecutivos en cargos de dirección de los riesgos que trae su actividad profesional frente a terceros, por una decisión mal tomada en la que no haya dolo. Esto es fundamental. Dichos seguros no cubren en caso de dolo, es decir, cuando hay probada mala fe.

Los seguros de D&O tienen como tomador en la mayoría de los casos a las empresas y cubren desde los gastos de defensa en procesos judiciales contra el asegurado, hasta las condenas en caso de un fallo en contra. Además, algunas compañías como Liberty ofrecen coberturas adicionales, tales como gastos de imagen corporativa para hacer campañas con el fin de reconstruir la reputación de la empresa cuando esta se ve menoscabada por alguna reclamación amparada en la póliza, o la de costos de defensa por contaminación accidental para empresas de sectores como los de explotación de hidrocarburos.

El precio depende del número de funcionarios asegurados, de sus responsabilidades dentro de la compañía, del historial de reclamaciones de la empresa, de su antigüedad como tenedores de seguros de este estilo, del valor asegurado, los deducibles y la actividad que realice. Las empresas del sector financiero, los laboratorios farmacéuticos y las del sector público son las más costosas, pues tienen mayores riesgos.

Finalmente, el precio depende de la capacidad de reaseguramiento en el mercado mundial. Como la industria está en un ciclo de precios bajos, este es un buen momento para tomar tal tipo de seguros. La prima de una póliza de responsabilidad civil para D&O puede estar entre los US$30.000 y US$70.000 para una entidad financiera y entre US$15.000 y US$40.000 para el sector real.