Home

Crédito

Artículo

Flickr Morgan

Crédito

Todo sobre las cuotas de las tarjetas de crédito

La tarjeta no es buena ni mala. Todo depende del uso correcto que le de la persona que la posee. Pero cuando se es primerizo en el tema o no tiene mucha experiencia, el tema de las cuotas puede jugarle una mala pasada.

27 de julio de 2015

Muchas ocasiones las tarjetas de crédito son consideradas como dinero adicional con el que se puede contar cuando se requiera, más no como una forma de adquirir una deuda. Y, como toda deuda, hay que conocerla, saber cuánto va a costar en su totalidad y si realmente vale la pena o no asumirla.

Una de las principales características de las deudas que se asumen con la tarjeta de crédito es la posibilidad de diferir esa deuda en las cuotas que usted considere adecuadas dependiendo de su presupuesto mensual. Es por esto también que a veces resulta tan difícil saber cuál es el periodo correcto y cuál no para diferir esas compras que se hacen, es decir, en cuánto sería lo “correcto” terminar de pagar esa deuda.

Especialmente porque esas deudas no son únicas. La mayoría de ocasiones se hacen distintas compras y se envían a varias cuotas y es ahí donde surge el primer error porque tampoco se es consciente, al 100% de cuánto se terminará pagando por cada una de esas compras.

Por eso, Finanzas Personales habló con Sofía Macías, experta en finanzas personales y consultora del programa de Consumo Inteligente de MasterCard, quien nos explicó todo sobre las cuotas en las tarjetas de crédito.

FP le sugiere leer “Cinco productos y servicios en los que nunca, nunca, debe pagar con su tarjeta de crédito”.

¿A cuánto diferir los pagos?

Para Macías, lo ideal con la tarjeta de crédito es usarla como si fuera una de débito: cuando llegue la fecha de pago, se debe liquidar el total de lo que se haya adquirido para no pagar intereses y si no se puede pagar todo, pagar lo más posible para que no se acumule un saldo en el balance de un mes a otro, es decir, que los intereses se cobren sobre montos más pequeños. Para lograr esto, antes de comprar cualquier cosa, se debe hacer las siguientes preguntas:

• ¿Es algo que necesito?
• ¿Va a mejorar mi calidad de vida en algo?
• ¿Lo puedo pagar?

Esto permite determinar si la compra realmente vale la pena, si es consciente o importante. Si la respuesta es positiva a estas preguntas, lo siguiente es empezar a considerar la vida útil de lo que se va a adquirir. El truco está en que el número de cuotas a las que difiera la compra, no debe ser mayor al periodo de vida útil del producto.

En el caso de que el producto o servicio sí tenga una duración de vida larga, puede considerar hacer el pago en cuotas de 3, 6 o 12 meses. “Cuando las cuotas son muy altas, lo que pasa es que se pierde la noción de lo que se compra o se puede empezar a acumular muchos pagos en cuotas. Hay que ser selectivos”, explicó Macías.

Por ejemplo, todo lo que corresponde a salidas de ocio o comidas, deben poder pagarse en una sola cuota al siguiente mes. Incluso, la ropa también debe ser diferida en un máximo 3 meses. Pero si se trata de una inversión en equipo de trabajo o algún curso académico, puede endeudarse por mucho más tiempo.

“Incluso, en vacaciones, las cuotas que elija deben ser menores al plazo en que van a tomar vacaciones nuevamente: si toma vacaciones en julio y en diciembre, para finales de noviembre ya debió haber pagado sus vacaciones de mitad de año”.

Le recomendamos también “Los peores errores que está cometiendo con su tarjeta de crédito”.

Sobre la cuota mínima

Por lo general, el banco le pide pagar una “cuota mínima” sobre las compras que usted ha hecho y dependiendo de la cantidad de cuotas en las que ha diferido. Pero la realidad, es que esas cuotas mínimas es una forma de que usted también siga “comprometido con el banco” y les está ayudando a ganar más a punta de intereses.

De acuerdo con los expertos de NerdWallet, es un engaño que hace que los cargos se puedan extender lo más que pueda y, por tanto, su deuda salga mucho más costosa. Incluso, puede llegar a hacer más complicado el seguimiento de las compras que usted realiza.

Es por eso que la experta de Mastercard sugiere que lo ideal es no quedarse solo con ese pago. “Dentro de posible pagar por lo menos 3 veces el pago mínimo para que, si va a dejar saldo un saldo pendiente, los intereses que se generen de un periodo a otro, no arrastre saldos; porque esto se puede convertir en un problema crediticio”.

Ampliar las cuotas

Quizás en ocasiones su banco se ha comunicado con usted con el fin de ofrecerle una opción para ampliar las cuotas que actualmente tiene en su factura de tarjeta de crédito. Esto puede ser un arma de doble riesgo si usted no conoce bien las condiciones.

“Si estamos pidiendo o aceptando aumento de plazo para pagar deudas, no significa que tengamos que elevarla por otros consumos, porque en vez de un alivio, estamos complicando nuestra situación, al endeudarnos más” explica Sofía Macías.

Le recomendamos leer “Cómo saber hasta qué punto endeudarse”.

Al respecto, tiene que solicitar toda la información sobre, por ejemplo, la tasa de interés con la que le harían dicha ampliación de las cuotas. En caso de que sea menor a la que actualmente tiene, puede resultar conveniente. Pero “es importante valorar si realmente aplazar conviene, sabiendo que vamos a pagar más o si realmente tenemos la solvencia suficiente para pagarlo como lo tenemos en este momento”.

Otras curiosidades

• La puntualidad en los pagos es muy importante y la mayoría de personas no tiene un conocimiento de cuándo se le está haciendo el cobro. Al no saberlo, es peor, dado que le aumenta el costo de usar la tarjeta y puede ingresar en cobros por mora.

• Las tasas de interés de su tarjeta de crédito no son fijas.

• Puede hacer una consolidación de sus deudas: es decir, si hizo tres compras, puede pedirle al banco que le quede todo en una sola, para establecer condiciones de pago más convenientes.

Quizás le interese también “Cómo manejar la tarjeta de crédito cuando está desempleado”.