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Las ventajas de obtener un crédito por primera vez (aunque no lo quiera)

Cuando usted cumple mayoría de edad quiere gozar de una libertad económica para darse “gusto en lujos” a los que sus padres en varias ocasiones le dijeron que “no”. Así, esta podría ser una forma de adquirir esas cosas que siempre creyó que lo harían feliz.

Katherinn Cuervo
3 de junio de 2016

Si usted tiene entre 18 y 35 años, está laborando y tiene una activa vida crediticia, muy probablemente sabrá lo que es es recibir una llamada en cualquier momento del día de parte de un asesor comercial financiero que quiere convencerlo de adquirir una tarjeta de crédito, ofreciendo una buena tasa de interés, sin cuota de manejo y un cupo asequible de acuerdo con sus necesidades y el salario que devenga.

Entonces, las personas jóvenes acceden a endeudarse por desconocimiento. La idea del “dinero fácil” les parece atractiva, gracias a la inmediatez con la que pueden obtener y pagar sus gustos. Y es que, cómo no aceptarlo si se trata de sacar dinero en efectivo para irse de fiesta, comprar el vestido que desde hace tiempo había visto en su tienda favorita, el anillo, el collar o los zapatos que necesitaba para lucir mejor en su espacio educativo o laboral, cambiar el celular que ya no le funciona por su antigüedad o invitar a cenar a esa persona a la que siempre le llamó la atención, llegan a ser privilegios que c son útiles para pagar sin realmente tener un solo peso en su bolsillo.

FP le recomienda “Tips para iniciar una vida crediticia fácilmente”.

Con esto, de acuerdo con un estudio de Experian, empresa de servicios y análisis en temas crediticios -Datacrédito-, durante el año 2015 los jóvenes o mejor dicho, los millennials, son quienes tienen una importante participación en los créditos: el 30,8% corresponde a las edades de los 26 a los 35 años y el 13,5% a las de 18 y 25, que es cuando legalmente un jóven puede iniciar su vida crediticia.

Por esta razón es que para las entidades bancarias usted se ha convertido en su cliente potencial y preferencial para ofrecerle sus servicios y productos.

Cómo se debe empezar

Lo primero que usted debe hacer es identificar si realmente necesita solicitar un crédito para lo que quiere, por eso Sergio Cifuentes, especialista financiero, explica que es importante reflexionar sobre la verdadera finalidad de un crédito, advirtiendo que éste “es una inversión, que sirve para generar valor, mas no para comprar gustos. Es un financiamiento, más no un medio de pago”.

Entonces, si usted simplemente desea endeudarse para cubrir un antojo, lo mejor es que ahorre. Un crédito solo es útil cuando su meta es comprar una casa, adquirir un vehículo o invertir en un negocio o en educación.

Y si en algún momento, usted se encuentra en la bochornosa situación de no contar con efectivo para pagar una salida familiar, algún alimento o producto que tuvo que comprar con suma urgencia, lo mejor es que lo difiera estos gastos a una sola cuota, porque pagar un elemento que no tiene un costo alto, podría salirle más caro, gracias a la tasa de interés, que dependerá según la entidad bancaria.

¿Sirve de algo adquirir un crédito?

Hay muchas personas que dicen odiar los bancos o que se molestan por las deudas. Pero usted tiene que tener en cuenta que la historia crediticia le abre puertas en el futuro para nuevos y mayores créditos. Recuerde además que lo que evalúan las entidades bancarias es su comportamiento de pago, es decir, la manera como usted ha respondido a sus deudas. Y dado que usted nunca ha adquirido un crédito, no es conocido por nadie financieramente y cuando esto sucede, lo primero que piden las distintas entidades es que exista un codeudor que respalde y soporte la deuda.

Así, por esto es que resulta conveniente que antes de cumplir la mayoría de edad, abra cuentas de ahorro especiales para niños o jóvenes y guarde dinero de forma periódica para que construya su historia financiera. Pero si usted hace rato pasó por esta edad, motive a sus hijos, primos, amigos o conocidos a que lo hagan. Otra opción, es la inversión en una fiduciaria o en una comisionista de bolsa, que le servirá como ahorro para cumplir con sus metas o logros a futuro.

El experto Cifuentes también sugiere que si desea adquirir un crédito inmediato, lo aconsejable es que inicie con montos muy bajos, así entenderá, como funciona el sistema y sabrá cuál es su capacidad de endeudamiento para un crédito más alto, recuerde que por lo regular su capacidad de endeudamiento no puede ser mayor al 20% de sus ingresos.

Lea: ¿Sabe hasta qué punto endeudarse?

Tipos de créditos para tomar

Si quiere iniciar su vida crediticia y no tiene ni idea con cuál préstamo puede empezar, asesórese con distintas entidades bancarias teniendo en cuenta su necesidad y su presupuesto. Algunas entidades ofrecen créditos de libre inversión para jóvenes con varios beneficios o cuentas de ahorro con tasas de interés bajas y la exención de la cuota de manejo.

En lo que respecta a las tarjetas de crédito, según Asobancaria, Asociación gremial financiera colombiana, existe la tarjeta amparada que se puede solicitar en cualquier entidad bancaria, que sirve para que los jóvenes se inicien en el mundo crediticio. Se trata de que el titular de la cuenta, ceda un espacio en su cupo para que otra persona haga uso de él, así, el amparado debe ser una persona de confianza, ya que cualquier incumplimiento con el pago de la tarjeta, se verá directamente afectado el titular, por ello esta persona debería ser un familiar, los hijos, el conyugue o un amigo muy cercano.

Con todo esto, no es recomendable que un joven adquiera una tarjeta de crédito porque desconoce su funcionamiento, así “lo ideal es que se inicien en la vida financiera de una manera segura, con asesoramiento, para que en un futuro obtengan beneficios como la expansión del cupo o la posibilidad de préstamos grandes para inversión”, advirtió el experto Sergio Cifuentes.

La consecuencia es que si una persona no existe en el sistema financiero, le quedará muy difícil en dado momento adquirir un préstamo, por ejemplo para vivienda o para crear su negocio propio, dado que las entidades financieras no tendrán una referencia de cómo es su comportamiento de pago. Y aunque puede ser muy responsable, sin tener esa historia crediticia, es complicado que siga progresando financieramente, sino es simplemente ahorrando.

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