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Hábitos “zen” para salir de deudas, ¿se le mide?

Tener deudas no es algo que sea saludable, pues tiene unas fuertes repercusiones sobre la salud física y mental de las personas que, incluso, puede tornarse en algo grave. ¿Le gustaría practicar hábitos de relajación para salir de ellas?

27 de abril de 2016

Si bien son varias las razones por las que una persona decide endeudarse, cuando no tiene en cuenta ciertas precauciones o desconoce por completo cómo funciona el sistema, puede llevarse sorpresas para nada gratas al notar que terminará pagando grandes cantidades de dinero por una pequeña que solicitó o, en otro caso, cuando todo se convierte en una bola de nieve al tomar un nuevo crédito para pagar otro.

A veces, incluso, parece ser un ciclo interminable. Pero, para eso, también existe una serie de alternativas de las cuales usted puede escoger con el fin de terminar y acabar definitivamente con ese ciclo (aquí puede ver algunas). Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos en la técnica que se conoce como “Zen”, haciendo referencia a una escuela de budismo que significa “meditación”.

En sí, se basa en contemplar las cosas en su simplicidad, observarlas y tomar conciencia de ellas para actuar al respecto, lo que implica un cambio de estilo de vida y, con ello, una transformación completa de los hábitos que se tienen. En esto, se definen cuáles son sus prioridades, da orden a su tiempo, a las cosas materiales y a los sentimientos. Pero como puede llegar a abordar tanto, al mismo tiempo, esto lo enfocaremos exclusivamente en la opción para salir de deudas.

FP le recomienda “Esto es lo que pasa si se endeuda y se va del país”.

Al respecto, a nivel mundial, Leo Babauta, creador de la web Zenhabits, ha sido un ejemplo de cómo aplicando esta filosofía de vida, es posible seguir adelante, mejorando sus hábitos de consumo y cambiando por completo la mentalidad y actitud con respecto a la deuda.

Así se empieza

Quizá esto se puede ver como un tema espiritual, pero lo cierto es que también tiene que ver con un cierto grado de programación neurolingüística con el fin de impactar realmente su vida. Y, para esto, se requiere un nivel de fuerza de voluntad y de conocimiento de sí mismo alto, porque implica una especie de “implementación” de chip, para empezar a cambiar la forma de actuar.

Teniendo en cuenta lo anterior, considere:

  1. Anotar e identificar cuáles son las cosas específicas que quiere cambiar en torno a la deuda: dejar de usar la tarjeta, pagar rápidamente sus créditos, dejar de comprar todo lo que se le antoja aunque no tenga dinero, etc. Escriba todo, desde lo que considere más relevante hasta aquello que definitivamente le parezca una tontería pero que ha afectado sus finanzas.
  2. Con lo anterior, empiece por lo que considere pequeño y fácil. Por ejemplo, dejar de usar la tarjeta de crédito sólo por acumular millas o simplemente evadir el café y los cigarrillos para construir un fondo para pagar sus deudas.
  3. Identifique aquello que puede ser un obstáculo. Continuando con el ejemplo anterior, si quizá el café o los cigarrillos son una forma de socializar y pasar con sus amigos, empiece a ser consciente de ello y cambiarlo.
  4. Conviértalo en hábito: se dice que basta con que esa nueva forma de actuar se realice al menos 6 veces a la semana, durante tres semanas, para que se convierta en hábito.

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Manos a la obra

Una vez entienda lo anterior, según Babauta hay doce pasos para lograr salir de la deuda:

  1. Reconozca el problema: empiece diciéndose "tengo un problema con las deudas. Me he metido en ellas porque gasto dinero que no tengo. Pero yo creo que hay una manera de salir, y yo puedo hacer esto. Puedo controlar mis gastos, hacer un plan, y poco a poco salir de la deuda".

Con esto, lo importante es tomar disciplina y establecer entre 30 y 60 minutos a la semana para hacer frente a sus finanzas, tal como si se tratara de una cita médica, lo que implicará ver sus facturas, establecer un presupuesto y sumar sus deudas.

  1. Salga del agujero: la segunda semana, durante 30 días, intentando detener los gastos no esenciales y no usar ninguna otra alternativa extra como la tarjeta de crédito. Son 30 días.
  2. Recortes: en la tercera semana, luego de revisar las cosas que normalmente compra decida sacar 10 objetos, entre comida, ropa, gastos misceláneos, etc.
  3. Iniciar un fondo de emergencia: en la cuarta semana, va a comprender la importancia del fondo de emergencia, dinero que va a salir del paso anterior y que, de ahora en adelante, va a guardar de forma automática.

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  1. El inventario: sepa qué tiene, qué no y qué debe. En todo, absolutamente todo. Sume sus deudas y póngase una cuota total que deberá pagar mes a mes. Quinta semana.
  2. Plan de gastos: esto implica poner un límite a cada cosa que tiene, es decir, saber que va tener un dinero que no va a pasarse de allí porque no tiene más y que tendrá que gastar de forma inteligente.
  3. Control del gasto: para la séptima semana, es importante hacer un seguimiento de sus gastos y saber que se está pegando a él. Recuerde que lo primero es considerar las obligaciones, luego el fondo de emergencia, luego el ahorro y si le sobra, para lo que quiera.
  4. Facturas a tiempo: no pagarlas cuando corresponde, tiene sus consecuencias económicas, dado que le sale más caro. Para esto, o establezca pagos automáticos, o pague cada vez que el recibo llegue o haga un calendario para saber las fechas exactas en las que va a pagar.
  5. Aumente sus ingresos: es lo más evidente que le ayudará a salir rápido de la deuda. Si consigue un empleo o dinero extra, todo lo que allí gane, será destinado para pagar sus deudas.

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  1. Seguimiento a su progreso: en la décima semana considere ver qué ha hecho, cómo lo ha hecho y revise su presupuesto: qué tanto ha avanzado, en qué tiene que seguir trabajando y cuánto le falta por salir. Su motivación: reducir ese número que debe.