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Deudas

¿Por qué siempre me la paso tan endeudado?

Si es de quienes se ha hecho esta pregunta, la siguiente información le interesará. A veces usted sabe que está tomando decisiones que afectan su bolsillo, pero otras, las hace de forma inconsciente.

26 de noviembre de 2015

La deuda no es algo bueno, ni malo. El verdadero problema es cómo se afronte y se maneje. Si usted se pone a pensar y a conocer varios casos de cómo grandes empresarios lograron su fortuna, sabrá que la mayoría de ellos lo hizo con préstamos. Y más allá de que su negocio fuera o no efectivo, la verdadera clave fue la forma en la que manejaron las cuotas y los intereses.

Pedir dinero prestado le puede ayudar a mejorar sus condiciones de vida, a considerar formas de obtener dinero extra o simplemente a hacer inversiones. Pero cuando usted usa esa deuda para lo que no es y algo que quizás no le genere los efectos que esperaba, vienen los verdaderos problemas. No se preocupe, no es el único al que le ha pasado.

  • No puede decir “No”

Hay casos de casos: “A veces pretender ser el mejor esposo complaciendo a tu esposa en todo puede ser el peor negocio y más si a pesar de ponerla en un pedestal, ella decide marcharse de la noche a la mañana y te deja con una tarjeta de crédito en rojo, contratos de alquiler vigentes a tu nombre, deudas de viajes, la deuda de tus propios estudios encima cuando incluso a ella la ayudaste con los suyos, etc.”, nos cuenta nuestro lector Andres Andres, en nuestra página oficial de Facebook.

Y éste es solo un ejemplo de aquellas personas que desconocen sus condiciones financieras y que consideran que siempre tendrán los medios para sostener un crédito, cuando pagan cuotas pequeñas. Muchas veces aparentar y querer tener las condiciones de bienestar que el bolsillo no soporta, es una de las principales causas por las que usted se ve mes a mes pagando y pagando y pagando sin nunca terminar de hacerlo.

Esto aplica para cualquier estilo de vida, para las personas que lo rodean e, incluso por influencia también de las redes sociales. El peor error que usted puede cometer con su bolsillo es que le dé más de lo que gana, cuando usted solo tiene una fuente de ingresos y pensar que la deuda es esa forma fácil de obtenerlo, pero a un alto costo.

  • Espera hasta que llegan las amenazas

Como buen colombiano, puede que tenga la costumbre de dejar todo para última hora. Entonces, una vez empiezan a llegar las facturas o cobros usted se da tiempo y piensa que esta quincena no le alcanza a pagar, pero con la siguiente sí lo hará. Y puede que siga con este mismo hábito, hasta que ya le llegue un cobro jurídico o una alerta de que será reportado a las centrales de riesgo por incumplimiento de pago, como lo señala Kiplinger.

El problema con esto es que usted pospone sus deudas pero, además, tiene un costo adicional hacerlo: las tasas de interés y las tasas de intereses de mora. Entonces, si usted hizo una compra de $100.000 diferida a 4 cuotas, deberá pagar los intereses de ello, pero a la vez, por cada día que usted no pague la deuda en la fecha que correspondía, también tendrá que pagar más intereses. Luego, no se pregunte por qué termina pagando el triple por todo.

  • Tasas de interés muy altas

Relacionado con lo anterior, esto tiene que ver con el desconocimiento general que existe sobre las finanzas. Cuando usted le ofrecen un crédito o una tarjeta, siempre le notificarán de cuáles son las condiciones, entre ellas, el costo de prestarle el dinero, es decir, las tasas de interés.

Cuando usted no es consciente de en cuánto están en promedio y si le están ofreciendo unas acordes con sus necesidades (que no sean muy altas), está pagando el precio de no saberlo. Muchas personas sólo se dan cuenta de ello cuando otras entidades llaman a ofrecer nuevos productos y dicen “¿cómo así, por qué estoy pagando 0,10 puntos más en mi actual banco?” y se dan cuenta de cómo, tanto tiempo atrás, hubiera podido ahorrarse mucho dinero.

  • Mentalidad “tan pronto como…”

Esto se debe también al hecho de hacer de la procrastinación un estilo de vida. Sucede con las dietas, con el ahorro, con el viaje que desde hace 5 años quiere hacer… Money Talks explica que una de las excusas más comunes de las personas es pensar en el pago de la deuda “una vez consiga un mejor trabajo”, o “una vez empiece el otro año”, o “una vez su amigo le pague el dinero que le debe”.

Cuando usted pone esa excusa, se dará cuenta que nunca llegará el momento “perfecto” para que usted pueda finalmente salir de esas deudas. Más aún, está dejando que la responsabilidad de salir de ellas sea del “azar”, sin querer asumirla usted, directamente, esperando a que los planetas se alineen para que un día, así suceda.

  • No tiene un presupuesto ni conoce sus gastos

La más típica pero a la vez la que menos se reconoce. Las personas pueden creer que saben manejar el dinero, que saben cuánto gastan a diario y cuánto necesitan para vivir, pero solo hacen cuentas de las responsabilidades grandes, como el arriendo o los servicios, olvidando calcular también costos de alimentación y transporte así como los correspondientes a sus actividades de ocio y diversión.

Por ejemplo, nuestro lector Sebastián Ochoa Escobar comparte su experiencia en nuestro Facebook y escribe “siempre resulta la compra que debe hacerse sí o sí y para la cual en ocasiones toca recurrir a créditos y en verdad nada más molesto que pagar dineros cada mes”. El error con esto es no tener un fondo de emergencia, o ese ‘bolsillito adicional’ que debe llenarse con el fin de prepararse para esos gastos que pueden ocasionarse “porque sí”.

A veces puede ser complicado, pero sí existe la opción de ahorrar mientras usted tiene deudas. Lo único, es querer hacerlo y asumir el reto y la actitud correspondiente.

Otro error es el que nos comparte Maryuri Hilarion Muñoz quien nos cuenta que “lo que gano no me alcanza y aunque no compro cosas innecesarias. Siempre hay algo que interfiere y me toca endeudarme y cuando me doy cuenta empieza la desesperación de no saber de dónde sacar para tapar los huecos hechos”.

Esto se relaciona con el no tener un presupuesto que sea acorde con su salario, porque no puede ser posible que usted gaste más de lo que gane. Para ello, debe tomar serias medidas que le impliquen o buscar una segunda fuente de ingresos o reducir aún más sus gastos (especialmente en temas de alimentación, cocinando siempre o de transporte, usando bicicleta).

Lea “Gastar menos vs. Ganar más, ¿qué conviene más?”.

  • No sabe endeudarse

Aquí intervienen dos factores: el estar cómodo con pagar siempre la cuota mínima y cuando usted toma deudas por mucho tiempo (exceptuando las de vivienda, claro está). Cuando usted siempre paga el mínimo que le llega en su factura, está dándole las de ganar a la entidad financiera, pagándole por los intereses completos. En tanto, si usted tuviera mejores hábitos, sabría que hacer abonos a capital le ayudaría a disminuir el tiempo de su deuda y a que le salga mucho más económica de lo que tenía pensado.