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Educación

¿Por qué los jóvenes no aprenden sobre el manejo de sus finanzas?

Un estudio de la OCDE, realizado en 48.000 estudiantes de 15 años, encontró debilidades en su formación financiera.

1 de junio de 2017

La generación millennial (nacidos entre 1983 y 1999) y la generación X (los que están entre 1965 y comienzos de los 80) descubrieron por sí mismos cómo se manejaban las finanzas y optaron por seguir los consejos de los papás al momento de aprender cómo usar el dinero. Para ellos, las frases como ‘siembra y cosecharás’, ‘el que no arriesga un huevo no gana un pollo’, ‘la plata no crece en los árboles’, fueron comunes en su infancia.

Y algunos lamentan muy tarde el no haber aprendido más de este tema. Pues algo parecido podría pasar con los nacidos en 2002, es decir la generación de los Z. Un estudio revelado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) encontró que uno de cada cuatro estudiantes de los 15 países y economías* que participaron en la más reciente evaluación internacional PISA de la OCDE sobre conocimientos financieros, son incapaces de tomar incluso decisiones sencillas sobre el gasto cotidiano; por su parte, uno de cada 10 es capaz de comprender temas complejos como el ingreso sobre la renta.

“Los jóvenes de hoy afrontan decisiones financieras más difíciles, así como perspectivas económicas y laborales más inciertas, debido a la rápida transformación socioeconómica, a la digitalización y al cambio tecnológico, sin embargo, a menudo carecen de educación, capacitación y herramientas para tomar decisiones informadas sobre asuntos que afectan su bienestar financiero”, manifestó Angel Gurría, Secretario General de la OCDE.

“Eso aumenta aún más la importancia de redoblar nuestros esfuerzos globales para ayudarles a mejorar la competencia financiera, esencial para la vida”, señaló Gurría. Los estudiantes que obtienen buenas calificaciones en competencia financiera son generalmente lo que alcanzan también un buen rendimiento en la prueba PISA de lectura y matemáticas, en tanto que aquellos con una baja competencia financiera podrían obtener resultados deficientes en las otras materias básicas de PISA.

Sin embargo, la media de los 10 países y economías de la OCDE participantes, alrededor del 38% de la calificación en conocimientos financieros refleja factores particulares de la competencia financieras. La brecha de género en competencia financiera es mucho menor que en lectura o matemáticas. Solo en Italia los chicos tienen un mejor desempeño que las chicas, en tanto que los resultados de ellas son mejores que los de ellos en Australia, España, Lituania y República Eslovaca.

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Consejos para educar en finanzas

La franquicia de tarjetas VISA entregó 10 recomendaciones para enseñarle a los más chicos, desde su más temprana edad, la conciencia de ahorrar. De esta manera, y midiendo la aplicación, usted podrá incentivar la educación financiera. De paso, es una valiosa ayuda para que los adolescentes entiendan los conceptos principales y aprender la importancia de administrar adecuadamente el dinero a lo largo de la vida.

  1. Considere la edad para empezar a enseñarles: es distinto enseñar a ahorrar a un adolescente de 15 años, que a un pequeño de 5 o 10 años. Cada edad viene con un nivel de entendimiento y de necesidades. Sin embargo, independiente a la edad, es importante, enseñarles el valor del dinero y lo que se puede lograr cuando se guarda una parte del dinero en un ahorro progresivo que puede comenzar guardándolo en una alcancía o una cuenta bancaria.
  2. Entregue una cantidad periódica: es importante que establezca una cantidad fija y ser puntual en la entrega. Elija si será semanal, quincenal o mensual. Así los niños comprenderán la relación entre la duración del dinero y el tiempo. Deben saber que antes de la fecha pactada no recibirán más dinero, y de esta manera explicarles cómo pueden administrar mejor lo que guardan y lo que les queda tras ahorrar.
  3. Motive el ahorro: pregúntele qué le gustaría comprar e invítelo a ahorrar para conseguirlo. Al principio lo mejor es elegir un objetivo a corto plazo, para que no pierda interés, ni se desmotive. Ayúdele a calcular cuánto debe ahorrar de la cantidad que recibe y en cuánto tiempo reunirá el total. Apoye su esfuerzo regalándole una alcancía, una caja de seguridad donde podrá almacenar el dinero o abriéndole una cuenta de ahorros.
  4. Recuerde el aprovechamiento de los recursos: al hablar de ahorro no se límite al dinero, explíquele también el ahorro de recursos, como la electricidad o el agua. Explíquele porqué un uso eficiente de estos recursos es un ahorro económico en el presente y una inversión en su futuro.
  5. Enséñele a compartir: establezca alguna meta en familia y asigne la cantidad que debe aportar cada persona, de acuerdo a sus ingresos. El objetivo puede ser algo para todos, como comprar el regalo de día de las madres o una pizza para compartir viendo una película. La idea es que los niños entiendan que con su dinero también puede hacer cosas por los demás y que no todos los objetivos son individuales.

Le ofrecemos La opción para quienes no se la llevan con la idea de un presupuesto 

  1. Lleve un registro de ingresos y gastos: es difícil saber con exactitud cuánto hay dentro de una alcancía. Enséñele que puede llevar registro de sus operaciones financieras en un cuaderno, algo similar a un estado de cuenta. Cada que aporte o retire dinero, deberá anotarlo con la fecha. Así en todo momento sabrá de cuánto dispone para cumplir sus propósitos.
  2.  Compras bien pensadas: aunque deberá respetar sus decisiones, es importante que oriente sus compras. Explíquele qué debe considerar, por ejemplo, duración del objeto, si requiere mantenimiento y algunas características que denoten calidad. Así entenderá la diferencia entre bienes inmediatos y bienes duraderos. Además, aprenderá a elegir lo que más le conviene.
  3. Ofrezca herramientas financieras: como concepto puede ser muy complicado de explicar a un niño, pero llevado a la práctica, el aprendizaje será muy sencillo. Explíquele, por ejemplo, el préstamo. Realice una dinámica apegada a la realidad. Préstele cierta cantidad, que sus ingresos le permitan pagar, y establezca una fecha límite de pago. Dígale que si no paga en esa fecha, la cantidad se irá incrementando y su deuda crecerá. También háblele acerca de las ofertas y cómo los precios bajan en cierta temporada. Un niño no tiene una tarjeta de crédito para compras a meses sin intereses, pero usted puede apoyarlo. Elija algo menor y explíquele qué cantidad deberá entregarte mes a mes. Él entenderá que a veces es más conveniente hacer pagos diferidos y cómo cumplir compromisos a mediano plazo.
  4. Cuentas de ahorro para niños: Ya existe una gran oferta de cuentas de ahorro especiales para niños. Este instrumento es útil y divertido, porque les permite vivir experiencias de adultos, como ir al banco o utilizar un cajero automático. Una vez que hayan ahorrado en alcancía, podrían trasladar este dinero a una cuenta bancaria. Aumentará la complejidad del proceso, pero los niños empezarán a entender cómo funciona el ‘mundo real‘.
  5. Elija el método más adecuado y ¡diviértase con los más chicos!: una vez que se ha decidido a enseñarle a ahorrar a sus hijos, seguramente se preguntará ¿cómo hacerlo?, ¿por dónde empezar? Si bien no existe un método probado, lo mejor es ser creativo e implementar la forma que más se ajuste a usted, utilizando la comunicación familiar, experiencia y carácter de sus hijos. Por ejemplo, un sistema de metas y recompensas.