Consumo

Tácticas de compra ‘tontas’ en las que siempre caeremos

¿Se ha preguntado por qué, a pesar de que no tenga plata, hay productos que siempre termina comprando “sin querer queriendo”? Bien, existen estrategias de marketing que usted aún hoy, no es consciente que existen y que lo están impulsando a comprar.

5 de octubre de 2015

A veces todo se trata de juegos mentales, con palabras o números con los que el cerebro aún no está acostumbrado a “lidiar” e identificar tan fácil para señalar que es una estrategia que usan las marcas y empresas para que usted termine gastando más dinero. Y es que hoy en día, gastar dinero es más fácil de lo que se cree, gracias a las posibilidades del crédito y las tarjetas de afiliación por las que gana puntos.

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Y aunque la estrategia de llevar una lista de compras puede ayudarlo a limitar lo que en realidad necesita comprar, hay formas en las que siempre terminamos creyendo que necesitamos un producto que en realidad no necesitamos. La ventaja es que una vez usted identifica cuáles son esas tácticas, puede empezar a ser consciente y evitarlas, con lo que podrá ahorrar, a la vez, grandes sumas de dinero.

• Cifras en rojo

Y con signos en porcentaje bastante grandes y llamativos, para anunciar un descuento. Incluso, si le suma cuánto costaba antes y en cuánto está ahora, habrá más probabilidad de que un desprevenido comprador caiga: “Sólo por hoy a $50.000… Antes, $89.900” (¿lo recuerda?). Es una de las típicas, más útiles y en las que siempre se va a caer. Incluso, la táctica tiene un nombre denominado “anclaje”, que habla sobre una primera oferta basada en una negociación, estableciendo un precio específico.

• Precio trampa

Hay un ejemplo perfecto que expone esta estrategia y que lo explica Adweek: imagínese que está en el cine y va a comprar unas palomitas: las pequeñas tienen un precio de $4.000 mientras las grandes, cuestan $9.000. Entonces, usted probablemente compraría las pequeñas. Pero si le dicen que las de tamaño mediano cuestan $8.000; su respuesta sería “bueno, por mil pesos, compro las grandes”.

A esta técnica se le llama “decoy pricing” o “precio señuelo”, que hará que las personas siempre escojan la alternativa más costosa al no haber una gran diferencia entre otra alternativa. Otra de las formas fáciles de identificar esto es cuando la cajera le dice “¿desearía aumentar el tamaño por sólo $500 más?

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• Falso sentido de urgencia

Si le hablan de que hay un número de unidades limitadas o que es solamente por temporada (al estilo de “a ese precio sólo porque el dólar está caro”), ya tiene los primeros indicios de que lo que le están ofreciendo es algo que debe comprar. Y es que muchas veces las personas por evitar la pereza de hacer las respectivas comparaciones o ir a otros almacenes, pueden caer fácilmente en la tentación y decir “sí, lo necesito y aprovecho antes de que se acabe”.

Adweek destaca que esta estrategia se está volviendo bastante común en aerolíneas, viajes y minoristas. No obstante, puede que sí se trate de una buena oferta, así que la única arma que usted tendrá es la comparación.

• Precios impares

Aplica para todas partes, todos los productos y todos los negocios. ¿Cómo funciona? Sencillo, todo precio que termine en un número impar, justo de un número par antecedido, jugará con el cerebro mostrando un mayor atractivo y estimulando a la compra. En un ejemplo, usted siempre hará una compra de un producto cuyo precio sea de $2.900 y no de $3.000; porque siempre relacionará que es más barato el $2.000. Además, porque un número entero no se ve tan atractivo cuando el cerebro hace cuentas rápidas.

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• Compre uno y lleve otro

Una de las más típicas, pero de las que siempre habrá altas probabilidades de seguir cayendo. La palabra “gratis” siempre alerta el sentido del cálculo y hace que las personas compren “de una vez” varios productos en vez de uno. Adweek sugiere que esta estrategia es bastante común en tiendas de ropa y zapatos, porque hace pensar que se está ahorrando casi la mitad del producto en su totalidad, aun cuando éstas promociones tengan sus “condiciones y restricciones” como, por ejemplo, que el segundo objeto debe ser de mayor valor. La estrategia siempre asegura que los clientes comprarán el doble de lo que tenían pensado comprar.

• Ventas y eventos

Siempre que hay grandes anuncios, promociones y comerciales, se asegura que los precios que se van a tener son “los mejores”. Pero esto no siempre sucede así. Lo que por lo general se busca es atraer a nuevos clientes. Si a eso le suma que tiene música, concursos y demás elementos atractivos, habrá una mayor probabilidad de hacer alguna compra.

De acuerdo con CheatSheet, en estos casos siempre suele haber algo nuevo, con un buen precio, que atraiga la atención de los clientes.

• Compras ligadas

Money Talks News destaca esta estrategia en la que los establecimientos convencen a la gente de llevar varios productos en una misma compra, a modo de promoción, como si se tratase de un “paquete especial”. El tema es que son pocas las personas que se toman el trabajo en estudiar los precios por separado y ver si realmente hay un ahorro en lo que se pretende comprar.

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