Ser vegano implica consumir verduras y evitar los lácteos. | Foto: Archivo Semana

Consumo

Ser vegano o ser vegetariano

El veganismo ha empezado a surgir como una alternativa de alimentación que es más severa que el vegetarismo. Si usted toma ese camino, deberá olvidarse definitivamente de los productos de origen animal y de sus derivados, como los lácteos; y optar por una dieta que le ayude a ahorrar dinero y a cuidar la salud.

11 de enero de 2012

El vegetarismo se ha reencauchado en la tendencia del veganismo, la opción de alimentación que ha empezado a irrumpir con fuerza en la dieta de millones de personas.
 
El veganismo no solamente es un estilo de vida sino, que se convierte en un postulado filosófico que además, de eliminar por completo el consumo de alimentos de origen animal, supera a los vegetarianos en los hábitos  estrictos de la dieta.
 
Si usted decide ser vegetariano puede seguir consumiendo huevos y lácteos, pero si decide ser vegano tiene que olvidarse por completo de esos alimentos. 
 
El precio de la carne
 
Una libra de carne para asar en promedio cuesta en la tienda de barrio cerca de $4.500, y  solamente corresponde a un ingrediente del almuerzo, según algunos cálculos, esos $4.500 se podrían invertir en dos libras de papa, espinaca, tomate, fruta para el jugo y quedar bien alimentado.
 
En pocas palabras, lo que invierte en una libra de carne para cuatro personas, puede convertirse en un plato completo de comida balanceado.
 
Sandro Gómez, nutricionista destaca que en primer lugar, los estudios demuestran que el veganismo reduce los riesgos de padecer enfermedades como la diabetes e hipertensión.
 
Agrega el especialista que como es una dieta rica en fibra, combate la obesidad y muchas de las afecciones cardiovasculares.
 
Algunas investigaciones también han coincidido en que la carne y los productos lácteos están relacionados con una larga lista de problemas que van desde las alergias o el asma hasta ciertos tipos de cáncer pasando por las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la osteoporosis.
 
La salud es una inversión a largo plazo, cambiar la dieta puede ayudarle a conservarla, e incluso a elegir alimentos más baratos.
 
Algunos sustitutos de la carne
 
Legumbres: garbanzos, lentejas, arvejas, el tofu o queso de soya, otros productos derivados de la soya y en general los granos.
 
Cereales: harina, avena, arroz, cebada, alforfón o trigo sarraceno, pasta.
 
Frutos secos: nueces, avellanas, almendras.
 
Semillas: de girasol, de calabaza, de sésamo.