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Descanso

Las 4 recomendaciones de la ciencia que harán que usted duerma mejor

Dormir es rico, pero más que todo, es una obligación fisiológica porque el sueño cumple una función vital en el organismo. Por eso, si tiene problemas para conciliar el sueño en su cama, ya cambió colchón y compró nuevas almohadas, de pronto esto es lo que debe hacer.

31 de agosto de 2018

‘Déjeme dormir 5 minuticos más’ es la frase por las mañanas de quienes ponen el despertador o tienen que hacer algo importante al iniciar el día, como ir al gimnasio, asistir a clases, presentarse a una entrevista o llegar al trabajo. Sin embargo, no les falta la razón. Dormir es rico, pero más que todo, es una obligación fisiológica porque el sueño cumple una función vital en el organismo.

La ciencia se ha encargado de estudiar el sueño y todas sus etapas y conocen muy bien qué hace cada una de ellas. Por ahora, le contamos algunos beneficios que tiene el descanso nocturno y que fueron documentados por el portal Hacerfamilia.com. Entre los principales están:

  • Un sueño adecuado ayuda a mantener nuestro peso ideal: al dormir poco acumulamos más grasa de lo normal que después de más difícil de perder. Es un mecanismo de defensa, ya que el cuerpo tiende a mantener energía que no se consigue por el mal descanso.

  • Dormir bien aclara el pensamiento: los ‘duros’ para el descanso por lo general tienen pensamientos más claros y son más ágiles en las tareas cognitivas.
  • El descanso es esencial para la salud emocional: las personas que no duermen bien se sienten más irritables y cansadas, que aquellas que tienen suficientes horas de sueño reparador.

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Los tips para caer profundo

¿Ha escuchado a quienes están muy cansados que caen como rocas en la cama? Si usted tiene dificultades para dormir, la buena noticia es que la ciencia ha investigado mucho sobre el insomnio y tiene la receta para ir profundo a tener un sueño tranquilizante. El portal Xataka publicó un artículo donde resume la evidencia de los científicos para conciliar el sueño. Así que tome nota y póngalos en práctica.

-1. Dormir es pura rutina: dormir no es una cuestión de cantidad sino más bien, calidad. Como vamos envejeciendo, el cerebro se deteriora y el sueño se hace cada vez peor. Un estudio de Ohayon de 2002 encontró que la mitad de los adultos mayores padecen síntomas de insomnio y otras investigaciones nos dicen que un estilo de vida constante y organizado nos ayuda a conciliar el suelo. No sirve de nada dormir hasta tarde cada fin de semana, es mejor acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, seamos niños (Mindell, 2015), atletas (Bird, 2013) o personas normales.

-2. Hacer ejercicio: nos dicen que el ejercicio es excelente, sobre todo si no lo hacemos muy cerca a la hora de acostarnos. El consejo es al menos hacer 30 minutos de actividad física la mayoría de los días y siempre 2 a 3 horas antes de dormir.

-3. Evite el alcohol y el café: deje de lado la cafeína, ya que está relacionada co la falta de sueño y con una mala calidad del mismo ( (Kerpershoek, Antypa y Van den Berg, 2018). Sus efectos (Snel y Lorist, 2011), como los del alcohol (Singleton y Wolfson, 2009) o la nicotina (Jaehne, 2009), están bien estudiados. Estos productos están asociados a una conciliación del sueño pero a corto plazo. En el largo, está estudiado que pueden afectar nuestra capacidad de dormir.

-4. Evite medicamentos para retrasar o interrumpir el sueño: los del punto anterior (3) no son los únicos de estar asociados a un impacto directo al sueño. Hay numerosos medicamentos y remedios de uso común que juegan en el terreno del insomnio (Roehrs y Roth, 2018). Si experimenta problemas para dormir y lo comenta con su doctor, seguramente le recetará algunos medicamentos, pero ojo, intente con otros métodos y deje como solución final la dependencia a sustancias medicinales.

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¿Cuánto dormían los genios?

El portal de ocio Puntobiz.com publicó un artículo donde destacó cuánto dormían algunas celebridades de la humanidad. Como por ejemplo:

  • Benjamin Franklin: en su autobiografía, Franklin publicó que solo necesitaba de 5 horas de sueño por las noches. Su rutina era acostarse sobre las 11 de la noche y se despertaba a las 4 de la mañana.
  • Albert Einstein: el mayor físico y genio de la humanidad reconoció que necesitaba de al menos 10 horas de sueño nocturnas y que hacía varias siestas durante el día.
  • Salvador Dalí: el artista practicaba un ritual que llamaba ‘el descanso de la cuchara’, el cual consistía en sostener en solo dos dedos una cuchara, en el suelo ponía un plato, para despertarse tan pronto la cuchara caía sobre el plato.
  • Napoleón Bonaparte: finalizadas las campañas de guerra, el emperador y militar podía dormir hasta 18 horas continuas. Se dice que cuando le preguntaron alguna vez por cuánto debían dormir las personas contestó que “6 horas para los hombres, 7 horas las mujeres y 8 horas los tontos”.