Foto: Archivo Semana. El primer propietario es quien asume la depreciación por sacarlo del concesionario, estimada entre el 15% y el 20%.

Vehículos

Los carros más difíciles de vender

Hay referencias de carros complicadas de vender. Las marcas poco comerciales, como Citroën, Skoda o Subaru no son recibidas por los concesionarios o son castigadas bastante en precio. Los Clios, el Optra 1.8 y el Megane II también se están recibiendo muy baratos.

5 de junio de 2010

Los precios de los vehículos usados se han ajustado bastante a la realidad del mercado. Aunque los precios mantendrán su tendencia a la baja, es poco factible que este año vuelvan a experimentar una caída tan vertiginosa como la del año pasado, dice Paula Vásquez, directora comercial de vehículos usados de Jorge Cortés y Cía.

Este es un buen momento para comprar usados, coinciden los expertos. Las tasas de interés están en niveles bajos y se pueden conseguir carros en un excelente precio, afirma Ricardo Prado, subgerente de Ventas de CarCien. Hay carros de modelos recientes (2.008-2.010), con poco kilometraje y en buen estado con un diferencial en precios respecto a los nuevos importante, afirma Francisco Castro, jefe de usados de Praco Didacol.

En estos casos, el primer propietario es quien asume la depreciación por sacarlo del concesionario, estimada entre el 15% y el 20%. Es el costo por tener el privilegio de escoger el color, los accesorios y la placa.

Los carros con difícil salida

“El mercado de usados es un mercado cambiante. Los gustos del cliente varían muchísimo. Algo comercial hoy, puede que mañana nadie lo quiera”, dice Paula Vásquez. Hay carros complicados de vender.

Muchos concesionarios no reciben estos carros o los castiga bastante en precios, pues su baja rotación tiene un efecto negativo en su flujo de caja. El otro factor es que cuando las referencias cambian de versiones. La versión barata deja der tan atractiva o la quieren muy barata. Los clios, megane II, optra 1.8 son referencias con mercados difíciles.

El problema no es sólo de sobreoferta, para Paula Vásquez, las mismas marcas se han encargado de causar este fenómeno, con la baja constante en los precios de los nuevos de esas referencias. El Megane II tiene un problema de percepción. La gente ha estigmatizado el tema de repuestos.Piensan que cualquier ajuste en estos carros es caro.

Francisco Castro dice que los Mazda 3 y 6 también tienen problemas de comercialización. Esto se explica principalmente por el alto índice de robos.

Las marcas no comerciales tampoco se salvan. Citroën, Skoda, SsangYong o Subaru no están bien posicionados en el mercado. No significa que estos carros no sean buenos, por el contrario tienen una muy buena referenciación. El punto es que los colombianos prefieren las marcas tradicionales. Les da miedo comprar un carro que un mecánico no le meta mano porque no lo conoce bien, que no puedan conseguir sus repuestos en cualquier parte del país o que éstos tengan fama de ser muy costosos.

Aunque no se puede generalizar. Todo depende del catalogo. En Citroën, por ejemplo, el C3 se recibe muy bien.

Los fáciles de comercializar

Otros carros tienen mercados que se mueven muy bien. Las camioneta de estaca, platón y furgones se reciben en los concesionarios a un buen precio. Las Dimax y Hilux son un ejemplo. En Bogotá, la alta demanda de estas líneas se explica por el tema del pico y placa. Las Ford se venden bien.

La Ecosport es muy apetecida porque es una camioneta pequeña con un consumo bajo de gasolina. La Scape, la Tucson y la Prado también se mueven.

En general, las marcas tradicionales tienen una salida fácil. El mazda 2 gusta mucho. El Corsa siempre tiene buen comercio. El Jetta, aunque se vende barato, tiene un mercado movido.

Y los de gama alta

Los carros de gama Premium son los que más han bajado de precio. Un Audi 2007 perdió entre $20 y $30 millones. Sin embargo, este no es un mercado fácil. El problema con estas líneas es que por una parte, los propietarios no aceptan que los precios bajaron y les cuesta vender su carro a un precio mucho menor al que lo compraron y por otra, al colombiano promedio le da temor el tema de mantenimiento por la fama de los repuestos costosos.