¿Qué hacer con sus finanzas cuando es independiente a ‘los treintialgo’?

El salto a la independencia se debe a muchos factores. Y cada quien interpreta esta situación de acuerdo a su contexto. Por ejemplo, para los más jóvenes, independizarse quiere tiene la connotación de salir del nido de los padres para irse a vivir solos, o con algún conocido en un apartamento. Para los profesionales con más experiencia, significa dejar la estabilidad y a veces ‘aburrida’ oficina del empleador, para buscar trabajo por cuenta propia.

En el primer caso, es normal escuchar consejos sobre no pararse de cabeza, respetar las normas de convivencia y llevar un presupuesto. En el segundo caso, al dejar un único ingreso laboral, implica empezar a moverse entre los contactos para tener varios trabajos y ‘tocar puertas’ a ver cuál es la primera que se abre. Eso acarrea llevar un control, un presupuesto y estarse moviendo lo más rápidamente.

Tenga en cuenta que tendrá que hacerse a la idea que si los jefes eran para usted un fastidio, ahora con los clientes no tendrá uno, sino cinco u ocho jefes que le pedirán su mayor esfuerzo, tiempo y los mejores resultados. Y usted tendrá que adaptarse para cada situación. Con uno deberá ser más gracioso, en otro lado muy hablador, con el tercero más serio y así.

Ese salto a la independencia se da a los ‘treintialgo’, por decir alguna edad, aunque en ciertas situaciones se da antes o después. No es una regla de oro, es algo que ocurre con el paso del tiempo. En el caso de Sonia Parra*, de 42 años, la decisión de buscar clientes y aprovechar sus contactos profesionales llegó en el momento en que no quería saber más de horarios de oficina, ni jefes malhumorados o de los que no les gustaba nada de lo que ella proponía.

“Fue una decisión que llegó sola. Simplemente no quería seguir empleada por más tiempo. Lo que a veces angustia es que todo el tiempo hay que generar proyectos porque el ingreso no puede parar y hay meses de ingresos de $13 millones, pero al siguiente puede no haber nada y es lo que más preocupa”, dice.

En su caso, no lleva listas, ni control, ni presupuesto, porque “es lo que más me funciona”. Por eso, saca su mentalidad fuerte para pensar que vendrá un proyecto bueno, algo que le generará ingresos y así no se distrae mentalmente. “Es lo que me motiva más, porque tengo una hija a cargo y depende de mi económicamente”, precisa.

A Fredy López*, de 35 años, le ha funcionado su trabajo como independiente, donde sus ingresos provienen directamente como contratista. Eso le permite tener la posibilidad de manejar otros clientes a los que les envía artículos, los asesora en temas de comunicaciones, pero a veces, se extiende en las reuniones y por eso, debe correr después a su trabajo de oficina en uno de los ministerios de gobierno.

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“Es una rutina a la que estoy acostumbrado. Lo único es que unos meses llega más dinero que otros y hay que ser organizado. Además, no recibo primas, cesantías, ni pago de vacaciones. Eso está incluido dentro del salario del contrato de prestación de servicios. Por eso, toca ser cuidadoso con las cuentas”, indica.

Recomendaciones para los independientes

A la hora de manejar sus ingresos, a los independientes de ‘treintialgo’ se les recomienda que no sean ‘ni muy muy, ni tan tan’. Es decir, no tan ligeros y desatentos con los ingresos, como el caso de Sonia, pero tampoco que se priven  hasta de un tinto, como el caso de Fredy. Por eso, le tenemos unas recomendaciones:

1. Aprenda a sentirse cómodo con su independencia: según el blogger Raven Ishak, que escribe para el portal Bustle.com, a medida que uno crece, va atravesando algunos obstáculos que lo harán una persona más fuerte y más independiente. Y cita al psicólogo Nicole Martínez, en un comentario en esta entrada de blog, donde señala que hay que desarrollar un hábito y un pasatiempo, lo cual puede ser lo necesario para estar cómodo con su tiempo libre como independiente.

2. Al generar ingresos, ahorre: de acuerdo con Evan Kristine, bloggera del portal Huffintong Post, cuando un independendiente empieza a generar ingresos, también debe empezar a pensar en tener ahorros. En su artículo ‘Los 6 pasos de cómo volverse independiente’, afirma que una vez que se tienen los ingresos y que se ha demostrado ser bueno para el ‘desvare’ hay que ser cuidadoso y ‘sabio’ si se quiere. Es un proceso difícil, ya que alrededor habrá muchas personas y comercios que lo tentarán a gastarse el dinero que no tiene, en cosas que no necesita. Según Kristine, lo mejor al recibir el pago es comenzar a organizar los grupos de gastos como arriendo, servicios, facturas de celular, transporte, alimentación, y el sobrante es el dinero que podrá destinar en sus gustos personales, aunque por supuesto, lo mejor es ahorrar esa platica o ponerla a invertir.

3. Establezca metas: al tener un objetivo claro de qué hará con su dinero, eso le facilitará la tarea de guardar algo de su ingreso. Puede ser que en 6 meses tendrá lo suficiente para pagar la matrícula de ese posgrado que quiere hacer, o que el dinero sobrante le sirva para ponerlo a rentar en un fondo de inversión. Para Kristine, del Huffintong Post, hay que establecer metas de largo y también de corto plazo, ya que las primeras sirven para tener perspectiva y manejar el estrés que puede causar algún imprevisto en su ingreso mensual. Entonces, lo único que tendrá que hacer es decir “ok, si tenía pensado hacer esto el próximo año, en junio, tal vez lo alcance a lograr en noviembre”.

4. Tome riesgos: ‘el que no arriesga un huevo, no gana un pollo’ dice el refrán. Eso es lo que hacen todos los independientes exitosos, como explica el portal lifehack.org. Según la página, la única forma de sobrevivir como independiente es aprender a tomar estos riesgos. Lo anterior, aún si usted tiene el mejor plan del mundo, siempre existirá alguien que está listo y dispuesto a detenerlo. Como independiente, usted tiene la opción de pensar que es el único que es la excepción y no la regla, entonces debe estar con actitud de arriesgarse. Cuando este riesgo traiga su recompensa, entonces habrá logrado el éxito, incluso si se da un fracaso, porque así al menos tendrá una gran historia que contar.

5. Piense como independiente: si todos están de acuerdo con su forma de pensar, entonces usted no está preparado para convertirse en independiente. Para lifehack.org, no se trata de volverse en un ser fastidioso, pero si es necesario que usted sacuda las cosas un poco.

7. Reducir los gastos innecesarios: los gastos del supermercado deben reducirse ya que los independientes tienden a sentir que por ser autónomos, pueden darse gusto. No hay que creerse del todo eso, porque como ya dijimos, hay meses buenos, regulares y malos. Lo que recomienda Resuelve Tu Deuda es evitar los gastos hormiga que se pueden llevar hasta el 40% de los ingresos mensuales de una persona.

8. Utilice la tarjeta de crédito con responsabilidad: recuerde que, aunque las tarjetas le pueden ayudar a adquirir cosas cuando no tiene cómo pagarlas de manera inmediata, el uso irresponsable puede traer consigo intereses y más deudas.

9. Puede generar otras formas de ingreso: si como dependiente creyó que pagar una factura de la casa era su mayor responsabilidad, recuerde que ahora toda la economía está apoyada en su esfuerzo.  Por eso,  es importante encontrar nuevos recursos para suplir todos sus gastos. Puede realizar ventas en línea u ofrecer servicios como tutorías, dependiendo de los conocimientos que tenga.

10. Cuide su salud: no sobra advertir que con tanto ajetreo de independiente, es posible que se salte las comidas, que se duerma menos o que no haga actividad física. Sin embargo, no deje de lado los buenos hábitos, haga deporte, aliméntese bien, disfrute de algún ejercicio, pase de vez en cuando donde el médico, no fume, no se enoje fácilmente. Cuando a sus ‘treintialgo’ usted decide ser su propia empresa, nadie puede cuidar mejor de sí mismo que usted, además se necesita que su organismo esté funcionando correctamente para poder trabajar sin mayores preocupaciones.

*Nombre cambiado

Por último tenemos y le ofrecemos Mitos a derribar si realmente quiere aprender a manejar el dinero