123RF | Foto: 123RF

Mercado

Los colombianos gastan más en sus compras, pero van menos al punto de venta

Las familias de estratos bajos fueron las más afectadas por las condiciones adversas de la economía observadas en el transcurso del año pasado, reveló un informe de tendencias de consumo de 2016.

9 de marzo de 2017

El impuesto que más afecta a las personas de a pie es la inflación. Y de eso pueden dar fe los hogares colombianos de menores recursos económicos que vieron cómo el dinero alcanzaba menos el año pasado, debido al incremento de precios.

Basta con recordar que en el 2016, la inflación rozaba el 8%, muy por encima de la meta del Banco de la República, el que tiene las riendas del crecimiento económico del país. Para tratar de disminuir ese exagerado aumento trató de llevar al límite su tasa de interés, con lo cual, las cosas empezaron a enfriarse después de finales del año pasado.

Lo cierto es que con esos incrementos se vio cómo los trabajadores empezaron a ajustar su presupuesto al nuevo escenario. De acuerdo a un reporte de la firma Kantar Worlpanel, los hogares colombianos gastaron más pero fueron menos a los puntos de venta.

Según esta investigación sobre las compras reales de los hogares, llamada Consumer Insights, las diferentes coyunturas económicas (como por ejemplo, el paro de transportadores, las tensiones políticas del proceso de paz, la carestía generada por la importación de productos a costos mayores por la apreciación del dólar), llevaron a los consumidores a ‘apretarse el cinturón’.

Uno de los principales hallazgos de este estudio, es que durante 2016 los hogares aumentaron su gasto en un 10%, pero disminuyeron su frecuencia de visita a los puntos de venta en un 4%, es decir, ocho (8) veces menos, debido al incremento de los precios de los diferentes productos.

Si quiere saber en qué días es mejor hacer compras, le contamos ¿Por qué los colombianos están mercando más entre jueves y sábados?

“La reducción de las visitas a los diferentes canales de compra fue la estrategia de buscar el equilibrio por parte de los hogares. Es una forma de compensar el aumento del precio medio unitario, que creció 9% en este último año e intentar mantener la canasta de compra”, explicó Andrés Simon, Country Manager de Kantar Worldpanel.

¿Cómo estuvo el consumo por niveles socioeconómicos?

El estudio reveló que fueron los estratos bajos los que más sufrieron con las condiciones adversas. La clase baja fue la que más dejó de visitar los puntos de venta, a pesar de terminar el año estable en unidades compradas.  Mientras que las clases altas consiguieron mantener su nivel de consumo, en este último, pese a que también se reducen las visitas, no lo hacen el número de unidades adquiridas que por el contrario aumentan en algunos casos.

Cuando se analizan las compras totales, la canasta de alimentos finaliza el año estable en la compra de número de unidades, al mismo tiempo que el incremento del precio medio por unidad. En cuanto a la canasta de bebidas fue la que más sufrió en términos de visita al canal, seguida por la canasta de aseo del hogar que tuvo una reducción del -1% en unidades.  

Se destacan que los productos más prácticos como agua embotellada, ponqués, salsas de cocina, snacks, galletas, pañuelos faciales, ambientadores los cuales crecieron en valor de 2015 a 2016. Según Simon, “la practicidad ya está en la canasta familiar colombiana. Lo que sucede es que la gente trabaja y el tiempo casi no alcanza, se va a un ritmo muy rápido y es por eso es que la gente se vuelve más práctica al escoger los productos”.

También le podría interesar Para qué usan los colombianos sus tarjetas de crédito

De acuerdo a la investigación, el 52% de las categorías que fueron medidas (llamada la ‘canasta Kantar Worldpanel) tienen crecimiento consolidado en unidades compradas, y se observa una gran participación de productos más prácticos.

Dentro de los productos que estuvieron en alza, y que a su vez demuestran el factor de practicidad están las bebidas lácteas, las aguas embotelladas, los yogures, los acondicionadores, las toallas de cocina, las sopas y cremas en sobre, los desodorantes, los refrescos en polvo, los limpiadores y la salsa de tomate, entre otros.

Mientras que los que estuvieron en caída fueron las maltas, los productos depilatorios, las gaseosas, los pañales, el café, el pan artesanal, el jabón en barra, los desmanchadores y los chocolates.

En la costa norte del país, principalmente en el Atlántico, se evidenció una de las mayores afectaciones con la crisis, pues fue donde más cayó el número de unidades compradas y tuvo un menor crecimiento en valor. “Esta es la región de Colombia donde hay una mayor concentración de niveles socioeconómicos bajos, por esto el incremento de los precios  impacta fuertemente el consumo” indicó Simon.

Además de la practicidad, el crecimiento de los precios ha llevado a que los hogares estén siendo más racionales en sus compras. Es por esta razón que los canales de descuento crecieron un 125% en valor y ganaron 24 puntos de penetración, es decir que están aumentando el alcance de su presencia en todo el territorio nacional. “Los hogares fueron tres (3) veces más a los canales de descuento a lo largo de 2016, mientras que redujeron en 13 veces sus visitas al canal tradicional”, indicó Simon. Para este último caso la disminución fue del 2% en el valor.

Por último le ofrecemos En qué gastan los colombianos su tiempo libre