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Finanzas

Sus finanzas también necesitan estar en forma

La palabra fitness se ha convertido en la expresión para describir un estilo de vida controlado y balanceado. Pero, ¿acaso hemos pensado si necesitamos que nuestras finanzas también estén ‘FIT’?

Laura Margarita Rodríguez
17 de marzo de 2015

La respuesta es que efectivamente nuestros hábitos financieros también necesitan entrenamiento. El ‘olor de las compras’ es tan tentador que resultamos ‘engordando’ nuestras deudas, descubrimos que nos hemos ‘pasado de kilos’ con nuestros gastos y el único remedio que nos queda para eliminar todas las ‘calorías financieras’ es recortar nuestro presupuesto o, en el peor de los casos, incurrir en una nueva deuda.

Nuestras finanzas también se debilitan a causa de las erradas decisiones que cometemos, especialmente, cuando no tenemos las suficientes herramientas para analizar nuestros consumos y evaluar si son realmente razonables.

A diario estamos siendo bombardeados con innumerables piezas de publicidad que nos invitan a gastar nuestro dinero, incluso aquel que no tenemos, en un sinfín de cosas que, a decir verdad, la mayoría de veces no necesitamos.

Entonces nuestra economía empieza a tambalear en este afán por querer tener lo nos venden como felicidad, estatus o éxito. Queremos comprar lo que no tiene precio y terminamos refugiándonos en tarjetas de crédito, préstamos con bancos o, bien, en nuestro familiar o amigo más dispuesto y financieramente estable.

Si usted está resuelto a estar fitness financieramente hablando, es recomendable que siga rigurosamente esta rutina:

1. Primero: ¡sus finanzas en la balanza!

Tal y como usa su balanza para saber cuantos kilos debe perder para estar en forma, debe comenzar haciendo cálculos precisos de cuánto dinero tiene, cuánto está gastando y cuánto esta debiendo. Así habrá construido un presupuesto que le permitirá saber exactamente en qué gastos deberá ‘ponerse a dieta’ para mejorar su salud financiera.

2. Establezca una dieta financiera saludable

Es natural que cambie su alimentación cuando ha resuelto bajar de peso. De la misma forma deberá cambiar sus hábitos financieros si quiere ‘moldear’ su actual situación económica.

Si cambiar su carro cada tres meses, remodelar su casa cada seis, salir de vacaciones cada mes o salir a comer a costosos restaurantes todos los días; resultan ser tan tentadores como los chocolates o los pasteles es momento de ponerles límite.

Entre más gastos como estos realice, mayor es la probabilidad de acumular deudas y obligaciones que pongan en riesgo a sus finanzas.

3. ¡No se rinda!

Todo cambio requiere un esfuerzo. Los primeros abdominales siempre serán una tortura pero una vez usted adquiere la rutina ya nada lo detiene. Lo mismo ocurre cuando debe empezar a decir NO a aquellos gastos que usted sabe están perjudicando a su presupuesto y que deberá reducir si quiere disfrutar de unas finanzas saludables.

Aún cuando esté a punto de rendirse, debe tener en mente su objetivo y persistir.

4. Mantenga el equilibrio

La actividad física regular al igual que una dieta y nutrición apropiada garantizan una excelente salud física. Sin embargo usted requiere ser constante y mantener un estilo de vida equilibrado si quiere prolongar sus resultados.

De igual forma, si empezamos un programa de reducción de gastos es muy importante que nuestro comportamiento financiero se mantenga estable y balanceado.

En otras palabras, si ya hemos logrado aprender a controlar nuestras ganas de comprar todo lo que creemos necesitar y el ahorro es ahora nuestra regla de oro, lo único que resta es mantener un equilibrio financiero que perpetúe nuestro nuevo estilo de vida: estar monetariamente en forma.