Aprenda a diferenciar las necesidades reales y los deseos, e intente controlar cualquier gasto dedicado a compras. Foto. Corbis. | Foto: Corbis

Consumo

¿Es usted un adicto al gasto?

El consumo descontrolado puede atraparlo en una dependencia patológica a las compras, que al final de cada mes puede verse reflejada en los saldos en rojo de sus obligaciones. ¡Que no le pase!

12 de marzo de 2014

La publicidad, el internet, el mal manejo de los productos financieros, y la moda, son elementos que se suman a las tentaciones consumistas, y que en el momento en que una prenda de vestir guiña el ojo, una persona no es capaz de decir NO.

No quiere decir que comprar artículos esté mal, pero cuando no se tiene un presupuesto y una planeación financiera clara, en muchas ocasiones, se puede sobrepasar esa fina frontera que separa las compras por placer de las compras compulsivas.

Sicólogos y especialistas en el descontrol del consumo, aseguran que los compradores compulsivos en su mayoría son del género femenino, ya que por cada hombre comprador compulsivo, hay dos mujeres.

La razón al argumento anterior, es que el hombre tiene la noción de que el dinero se gana y se debe disfrutar, mientras que la mujer piensa que estos recursos son merecidos y hay que gastarlos.

El vicio del gasto, según los expertos, es una enfermedad que se nota más entre profesionales jóvenes que tienen un salario mensual superior a los $800 mil.

Para hacer un análisis más minucioso, de acuerdo a las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), El 75% de la población laboral colombiana está entre los 24 y los 40 años, lo que indica que una buena parte de la población, puede caer en la compulsividad, y no es para menos, cuando se vive en un mundo netamente digital, y en donde el mismo mercado incentiva el gasto.

¿Cómo saber si ese vicio es suyo?

Los viciosos del gasto son personas que se tornan muy ansiosas cuando salen de casa. Siempre necesitan comprar algo, así esta compra no se justificada. Cuando no lo hacen, suelen deprimirse.

Todo su tiempo libre es invertido en ir de tienda en tienda, buscando nuevos artículos para “renovar” lo que ya posee. Una vez consigue X producto, pierde el interés por él y se busca algo nuevo que adquirir. La cadena de gasto nunca termina.

Suele tener problemas en los diferentes ámbitos: vida personal, familiar, laboral y social, por su consumismo descontrolado.

¿Cómo curarse?

- Planifique. El conocimiento detallado de los gastos y su control le permiten vivir de acuerdo con sus ingresos. Analice las entradas y salidas de dinero, una vez identifique esos vicios del gasto, evítelos y ahorre ese dinero para no entrar en recesión cada mes.

- Reflexione sobre el dinero, su importancia, y su origen; sobre las prioridades, que en muchas ocasiones están invertidas.

- Cuando salga de compras, procure llevar únicamente el dinero necesario.

- Evite pensar en gastar, ocupe su mente en otras cosas y dese la oportunidad de participar en otros espacios.

- Infórmese sobre los productos financieros que posee, beneficios, tasas de interés, costos adicionales y el correcto manejo.

- Pida ayuda en el momento que crea necesario.

- Adquiera hábitos financieros preventivos.